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Ante represalias, familiares de militares abandonan unidad en Culiacán

Un día después del operativo fallido contra Ovidio Guzmán, la Sedena reconoció que los integrantes del crimen organizado habían atacado la unidad habitacional militar Culiacán

Escrito en NACIÓN el

Tras el operativo fallido en Culiacán donde familiares de militares que viven en la Unidad Habitacional de las Fuerzas Armadas fueran amenazados por integrantes del cártel de Sinaloa si las autoridades no le entregaban a Ovidio Guzmán, casi la mitad de ellos decidieron dejar su hogar por temor a represalias.

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En la unidad militar habitan por lo menos 140 familias en 16 edificios localizados en la colonia 21 de Marzo, al sur de Culiacán, protegidos sólo por una barda y un enrejado en el acceso principal.

Un día después del operativo donde fue capturado y posteriormente liberado el hijo de Joaquín ''''El Chapo'''' Guzmán, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, reconoció que los integrantes del crimen organizado habían atacado la unidad habitacional, al igual que las instalaciones de la Novena Zona Militar.

Para lograrlo, sometieron a las personas que se encontraban en la entrada; un guardia de seguridad y un elemento que se hallaba de descanso, posteriormente efectuaron disparos y amenazaron a las familias.

Luego del ataque, algunas personas se fueron a viviendas de familiares o amigos en otros puntos de la ciudad, y en los siguientes días otros se marcharon de manera definitiva. Hasta el momento se han ido 60 familias.

Dentro del complejo también se encuentran algunas oficinas administrativas y una sucursal bancaria, las cuales siguen funcionando con normalidad.


La situación de peligro en que estuvo la unidad habitacional militar en Culiacán, durante el operativo fallido para atrapar a Ovidio Guzmán, alertó sobre la vulnerabilidad que tienen las instalaciones de la Sedena.

Ante ello, la dependencia refuerza la seguridad y vigilancia de las familias de militares en las unidades habitacionales.

Por ejemplo en Hermosillo, Sonora, ubicada a 700 kilómetros de Culiacán, convoyes del Ejército refuerzan la seguridad donde residen las familias de los soldados adscritos a la 4ta Zona Militar.

Lo mismo ocurre en la ciudad fronteriza de Nogales y en Guaymas.

Además de en los lugares que habitan familias de soldados, se implementó un operativo especial de vigilancia en los límites de Sonora y Sinaloa.

Sin dinero para reubicar

La Sedena reconoció por el momento no cuenta con recursos económicos para reubicar a las familias del personal de la Novena Zona Militar, con sede en Culiacán.

Fuentes de la dependencia señalaron que no hay un plan para reubicar a las familias instaladas en los conjuntos habitacionales.

Se explicó que, tras la amenaza del cártel de Sinaloa, se permitió que las familias que voluntariamente se quisieran retirar, lo hicieran.

Con información de Excélsior

kach