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Ana murió tras ser violada por su papá; alertan impunidad en pederastia

Los altos índices de impunidad en los delitos sexuales cometidos contra menores de edad alcanza al 99% de los casos, señala Reinserta

Escrito en NACIÓN el

Ana era una de las tres hijas de María. Su corta vida fue marcada por la violencia sexual y la pederastia que alcanzó a sus hermanas, una que fue ejercida por su propio padre.

La pequeña falleció como consecuencia de las lesiones que le hizo su padre cuando abusó sexualmente de ella.

Una de las hermanas de Ana también falleció, pero se desconocen las razones de su muerte. 

María, la madre de Ana, fue detenida como cómplice de los abusos sexuales del padre de sus hijas por haber permitido la violación, y por ende muerte, de la menor.

Cuando María fue detenida estaba embarazada de su tercera hija, Andrea. Hay indicios que también ha sido víctima de abuso sexual por parte de su papá.

Actualmente María está embarazada de su cuarto bebé de su cuarto bebé.

HUGO, UN NIÑO VULNERABLE EN EL RECLUSORIO

Hugo tiene dos años y medio. Vive con su madre, Fernanda, en un centro de reinserción social. 

Regularmente, Fernanda acude con su hijo al área varonil del centro para ver a su pareja.

Cada vez que lo hacía, Fernanda dejaba a Hugo con los compañeros de celda de su pareja, sin ningún tipo de supervisión. 

Un día, Hugo comenzó a llorar quejándose de dolor en el ano, dichas molestias podrían ser consecuencia de algún tipo de abuso sexual.

Todo indica, que Hugo fue abusado cuando se quedaba solo con los compañeros de celda de su pareja.

ALERTAN 99% DE IMPUNIDAD

La historia de Ana y Hugo fueron expuestas por la organización Reinserta para señalar los altos índices de impunidad en los delitos sexuales cometidos contra menores de edad, que alcanza -señalan- el 99% de los casos. 

“La violencia sexual es un problema grave [...] subsiste a pesar de estar regulado pues resulta insuficiente para inhibir y combatir las conductas reprochables de carácter sexual, tales como la pederastia”, señala Reinserta en un comunicado.

La organización pide que la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, en materia de protección contra los agresores sexuales presentada en el Senado de la República contemple que, para casos de agresores sexuales de menores sentenciados, “las visitas de convivencia con sus hijos menores de edad estén sujetas a la autorización de las autoridades competentes”.

También que se realicen al sentenciado evaluaciones de carácter médico, psicológico, psiquiátrico y cualquier otra que se requiera, para determinar el riesgo que representa la convivencia con los menores.

En México, señala Reinserta, hay más de 500 menores de edad viviendo en prisión.

“Es urgente segregar a pedófilos dentro de los centros de reclusión, creando espacios libres de violencia dentro de las cárceles y aplicando técnicas para atender las necesidades que son completamente diferentes al resto de la población penitenciaria con el objetivo de proteger y no revictimizar a los menores de edad“, sentenció Saskia Niño de Rivera, cofundadora de Reinserta.

El Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, cita Reinserta, apuntó que los principales agresores sexuales de menores de edad son familiares, seguidos de maestros y sacerdotes.

El 30% de los agresores corresponde a abuelos o padrastros, 13% a tíos, 11% a padres biológicos y 10% primos.

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística Geografía (Inegi) refiere que “de mil casos de abuso, sólo se denuncian ante la justicia 100, de esos, sólo 10 van a juicio y de ahí, solo uno llega a condena”.

Es decir, señala Reinserta, la impunidad es de 99% y con la cifra negra, aún mayor.

En tanto, datos de la Secretaría de Gobernación (Segob), también citados por Reinserta, señalan que las agresiones contra menores se ha visto “seriamente agravada” a raíz de la panandemia  de covid-19.

Por entidad federativa, detalla la organización, los estados que presentan los mayores porcentajes de niñas que han sido abusados por sus familiares son: Oaxaca, Guerrero, Chiapas, y Michoacán. 

Reinserta apoya la iniciativa para crear del Registro Nacional de Personas Agresoras Sexuales de Niñas, Niños y Adolescentes, con el propósito -dicen- de poder “identificar los nombres de los agresores sexuales de menores que han sido sentenciados y condenados” para tomar medidas de prevención.