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“AMLO ha sido severo con un discurso bastante ácido hacia el INAI”

Ratifican a Francisco Acuña al frente del órgano autónomo, en tanto el Senado elige dos vacantes pendientes

Escrito en NACIÓN el

A Francisco Acuña le ha tocado lidiar con Enrique Peña Nieto y con Andrés Manuel López Obrador como presidentes. En el caso del actual siente que ha sido “severo”, sobre todo al usar un discurso "bastante ácido" hacia el INAI.

El comisionado que culminó este martes su periodo como presidente recibió el respaldo de sus cuatro compañeros para mantenerse al frente del organismo autónomo, en tanto el Senado resuelve la selección de dos vacantes que tiene en estos momentos el pleno. El proceso se ha detenido debido a la pandemia por el coronavirus.

“Mi presidencia terminaba hoy, fui electo el 12 de mayo de 2017. Y fue un gran gesto de los cuatro comisionados de darme un voto de confianza para continuar hasta en tanto el senado nombre a los dos comisionados pendientes y podamos celebrar la sesión de elección, con los siete. Ahora no puede haber elecciones porque no somos siete. Y generosamente me confiaron continuar”, explica en entrevista con LA SILLA ROTA.

Es algo ajeno al INAI y al Senado, pues la pandemia impidió continuar la selección de las dos vacantes.

Así es, la convocatoria de finales de febrero se desarrolló y con gente que se inscribió, pero la pandemia hizo que la autoridad sanitaria decretara el Quédate en casa, pero las instituciones tenemos que poner el ejemplo. El Senado interrumpió procesos, y espero que sea corto el lapso para que el Senado lo reanude.

¿Se detiene la transparencia o el ciudadano puede ejercer su derecho de reclamar información al gobierno?

Por supuesto, claro. Desde el 20 de marzo decretamos medidas para trabajar de manera remota. El INAI es determinante para la información que requiere la ciudadanía de manera urgente, de vida, para saber la clínica donde lo pueden atender mejor que en otro. 

Pero también el INAI ampara y protege los datos personales de la gente. Esta pandemia ha generado afectaciones a la vida privada de las personas, a sus datos personales, desde los primeros casos, se colaron muchas veces nombres completos de personas infectadas o de quienes perdieron la vida y eso no debe pasar. 

En abril abrimos una mesa técnica para las solicitudes que se están practicando. La gente sigue reclamando información por vía de la Plataforma Nacional de Transparencia, entre otras. Entonces no hemos bajado la cortina, estamos resolviendo, impulsando y consiguiendo que el sector público, como Salud, Seguridad Ciudadana, la Profeco…

Y cosas tan espinosas como el vaivén de cifras, que un día se da un dato y otro día se da otro…

Ha sido motivo de especial preocupación y me ha tocado a mí ser pertinaz vocero de la exigencia al gobierno de la necesidad de la claridad, firmeza y seriedad de las cifras.  Hemos acompañado el discurso oficial: nosotros somos los primeros en decir “No a las fake news”.

Pero ha habido polémicas grandes, no menores, por la manera o por la metodología que ha manejado la Secretaría de Salud para las cifras de la pandemia. Al principio el subsecretario Hugo López-Gatell decía que si el presidente Andrés Manuel López Obrador se llegaba a enfermar por el virus esto sería hasta cierto punto bueno porque se repondría muy fácil y que se iba a volver inmune y así no tendría el problema. 

Pues ya vimos que la OMS dijo que no hay inmunidad y los que dieron positivo pueden volver a contagiarse… tenemos todos el derecho a saber la verdad sobre la cuestión pública. Hay mucha voluntad informativa pero no quiere decir que todo cuanto se dice quede perfectamente aclarado y explicado, hay muchas dudas. 

Una sociedad democrática es juiciosa y juzga y tiene dudas razonables. Puede haber la mejor intención, pero cuando hay una crisis un gobierno trata de manejar con cautela ciertas cifras, porque se cree como con Maquiavelo que el poder se ejerce, buscando el fin sin importar los medios. 

Ojalá que las cifras que estamos conociendo sean las reales porque sería realmente dramático que al paso del tiempo, como cuando pasó lo del sismo, hubiese revelaciones que indicaban que hubo un manejo discrecional o restringido de los datos.

Se ha debatido mucho si los órganos autónomos han sido atacados muy duramente por la 4T, pero ¿usted cómo siente que ha sido tratado el INAI, cómo la llevan con la 4T?

No ha sido una relación fácil, efectivamente, el señor presidente ha tenido un discurso hacia nosotros bastante ácido, no ha sido fácil respetar desde luego la voz del jefe de Estado mexicano y por supuesto compartir apreciaciones que no han sido fáciles, que no tienen correspondencia con la realidad. Se dijo que éramos tapadera del gobierno anterior y nosotros hemos explicado cuántas resoluciones, una de ellas, por ejemplo, el caso Ayotzinapa. Nos tocó ir con (el entonces procurador General de la República) Jesús Murillo Karam a exigir abrir la versión pública del expediente, dimitió unos días después, pero con su sucesora Arely Gómez logramos que se diera una versión pública del expediente. Y eso fue con Enrique Peña Nieto, en su mejor momento, y surcamos un mar difícil. El presidente ha sido severo con nosotros, pero su gabinete, en general, ha sido amable y atento. No hay un veto deliberado como parte de una estrategia para no atendernos. 

¿No teme que les metan un caballito de Troya en los dos espacios que vienen? 

Bueno, pues siempre puede pasar que las negociaciones parlamentarias  permitan que pasen personas que pudieran no ser las mejores. Son los riesgos de la democracia. Pueden ser dos magníficas personas exponentes de la causa, o puede ser por desgracia, lo hemos visto, pues las resoluciones de los grupos parlamentarios no dejan de generar equilibrios. No olvidemos que es un contexto en el que van a coincidir la elección de comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones y, además, los cuatro consejeros del INE. No descartemos que pueda haber algún tipo de equilibrio o arreglo político partidista que no tome en cuenta con estricto sentido el valor de la aportación de los candidatos, espero que no. Tomemos en cuenta que en todo nuevo gobierno los primeros dos años no son los mejores años son de inicio y no fueron los mejores de transparencia.