Alejandro Hernández Cruz, de 22 años, estuvo en el lugar incorrecto, comenta su esposa Abigail para La Silla Rota mientras espera que le informen sobre su estado de salud en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Lomas Verdes del IMSS.
Este joven, que es padre de una niña y se dedica a la fabricación de ataúdes, es uno de los 75 heridos que causó la explosión de un ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo.
El viernes, como lo hacía normalmente, Alejandro salió a buscar en Tlahuelilpan la madera que utiliza para su negocio, pero cuando iba de regreso vio lo que sucedía en el ducto y decidió acercarse.
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“Ahí vio un montón de gente y dicen que se fue, como todos, y ya no salió”, dice Abigail sería y conteniendo el llanto, mientras se lleva una mano a la frente.
Notablemente cansada y con rasgos de preocupación en el rostro, la joven cuenta que en la noche les avisaron que su esposo había sido trasladado al Hospital General de Zona (HGZ) no. 5, en Tula, de donde lo trasladaron a Lomas Verdes debido su estado de salud.
“Tiene el cuerpo con 95% de quemaduras y está grave”, menciona Abigail, quien no pierde la esperanza de que su esposo regrese con ella y con su pequeña hija para llevar una vida normal de nuevo.
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