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Agandalles, pifias y tropezones en la Asamblea Legislativa

Se aprobó la reforma para quitar el control de tres diputados sobre recursos para la reconstrucción

Escrito en NACIÓN el

La aprobación de la reforma al presupuesto 2018 para quitar el control que ejercían tres diputados sobre los recursos de la reconstrucción, resolvió uno de los agandalles, de los varios que han tenido lugar  en la Asamblea Legislativa en los últimos tiempos. Agandalles que se suman a la serie de  pifias y tropezones que también ha ocurrido.

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Este jueves, en periodo extraordinario, el órgano legislativo aprobó la iniciativa de reforma enviada por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, para resolver el entuerto que generaron el presidente de la Comisión de Gobierno, Leonel Luna, el secretario, Jorge Romero, y el presidente de la Comisión de Presupuesto, Mauricio Toledo, cuando dejaron plasmado en el Presupuesto de Egresos  que ellos deberían proponer y autorizar el uso de los recursos destinados a la reconstrucción.

Ello generó la renuncia del presidente y tres otros integrantes de la comisión responsable de llevar a cabo los trabajos tras los sismos del 19 de septiembre del año pasado.

(Presidente de la Comisión de Presupuesto, Mauricio Toledo)

No ha sido la única vez que ha ocurrido hechos semejantes. 

En la actual legislatura, esos agandalles comenzaron con la integración de la Comisión de Gobierno y la distribución de las presidencias de las comisiones pues no obstante que Morena obtuvo la mayoría de las diputaciones, el PRD, PAN y el PRI se aliaron para lograr mayoría y acaparar los espacios de dirección. 

En sesión del 22 de octubre de 2015 se sometió a votación y se aprobó el acuerdo para integrar 38 comisiones ordinarias, 14 especiales y 10 comités del órgano legislativo. De acuerdo con el comunicado oficial, a Morena le asignaban tres de las ordinarias (la de Asuntos Indígenas, de la Diversidad y la de Población y Desarrollo). Eso sí, de las comisiones especiales, que no son las sustantivas, le daban ocho, y siete comités, entre ellos, el de asuntos interinstitucionales y el de la biblioteca Francisco Zarco.

En otro caso, en noviembre pasado, la Asamblea Legislativa fue escenario de mordidas, jalones de cabellos, empujones, manotazos, la destitución de una presidenta de la Mesa Directiva y  dos mesas directivas operando simultáneamente, todo ello como reflejo de la batalla por el poder entre las fuerzas políticas que representan a los ciudadanos en la Asamblea Legislativa. 

Con una morenista como presidenta de la Mesa Directiva se discutía el uso de remanentes federales para costear una planta de termovalorización para el tratamiento de desechos. Morena buscó suspender la discusión mediante una moción suspensiva, la cual debe presentarse por escrito y no queda claro si eso ocurrió. Leonel Luna dice que no hay acuse de recibo y fuentes de la Asamblea aseguran que nunca se expiden. Aunque el tema fue aprobado, la sesión se salió totalmente de control toda vez que la propia Morena le tomó la tribuna a su presidenta, la cual determinó dar por concluidos los trabajos y cerrar la sesión.

Y ahí vinieron los golpes, las mordidas y los empujones. Y en sesiones posteriores, las coronas funerarias y los megafonazos para alterar la sesión. Morena decidió que seguía operando la mesa directiva encabezada por su diputada y se realizaban sesiones simultáneas.

(Secretario de la Comisión de Gobierno, Jorge Romero)

En otra ocasión, los diputados determinaron realizar una sesión solemne en honor a los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, en el primer aniversario del hecho. Todo terminó en desorden cuando los legisladores locales se enfrascaron en acusaciones mutuas. Morenistas, perredistas y priístas intercambiaron acusaciones por la presunta responsabilidad del Estado en la desaparición de los estudiantes, así como del PRD y de Morena por postular candidatos con posibles vínculos con grupos criminales. La sesión concluyó sólo cuando fue interpretado el himno nacional.

La Asamblea también ha enfrentado fallas de carácter procedimental como aprobar dictámenes en un sentido y publicarlos en otro, como sucedió con la ley electoral y el tema de alcaldías. La ley  electoral fue aprobada en mayo del 2017 y en junio debió ser corregida porque contenía un error, que abría la puerta a no combatir la violencia política.

Se mandó a publicar una redacción que no se aprobó en el Pleno y que después se modificó a través de una nota aclaratoria lo promulgado, ya era ley y a través de la nota con el secretario técnico de la Comisión de Gobierno se modificó lo aprobado, porque ponía en riesgo los derechos políticos de las mujeres en esta ciudad”, explicó la legisladora, Dunia Dudlow

Otro error fue en la publicación de la ley de alcaldías a mediados del año pasado, relacionado con  el sueldo de los concejales; pese a que se había aprobado una cantidad salió publicada otra en la gaceta, lo que obligó a que el presidente de la Comisión de Gobierno enviara una nota aclaratoria.