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“A veces despierto temblando”: así se vivió la dictadura en Guatemala

Ximena Santaolalla obtuvo el Premio Mauricio Achar 2021 por su novela sobre la dictadura militar en Guatemala bajo el mando del general Ríos Montt

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Para entender la migración de guatemaltecos y subrayar otro de los ejemplos donde el gobierno es controlado por la milicia, Ximena Santaolalla reunió en las voces de distintos personajes en la novela A veces despierto temblando.

El libro relata una de las violencias más crueles a las que recurre el Estado guatemalteco: el entrenamiento “militar de élite” que reciben los llamados kaibiles guatemaltecos, “que en realidad es una forma de deshumanizar a los soldados, para luego aterrorizar, reprimir o controlar a la población civil”, dice.

Las consecuencias de ese entrenamiento se ven reflejadas en su novela A veces despierto temblando, de la escritora originaria de Tlanalapa, Hidalgo en 1983.

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Militares, víctimas y archivos periodísticos formaron parte de la investigación sobre los hechos cometidos durante dictadura del militar guatemalteco Efraín Ríos Montt, en este caso por kaibiles que son adiestrados en Estados Unidos, “para abatir el comunismo, la guerrilla y los pueblos originarios”.

A veces despierto temblando es contada a través de diversos personajes. “El Ocelote”, que entra al ejército por la pobreza extrema en la que vive y que termina siendo un kaibil, un militar de élite.

También está “El Dedos” que, a diferencia de “El Ocelote”, ni siquiera quería enrolarse en el ejército, pero es secuestrado y llevado a la fuerza.

Francisco Chinchilla es otro de sus personajes, un kaibil de élite que “está muy basado en un personaje real guatemalteco” y que forma parte del servicio secreto guatemalteco, “de torturar a quien consideren un enemigo de la patria, un acto que poco a poco los llevará a perder su humanidad”.

La novela ganadora del Premio Mauricio Achar 2021 es la primera de la también abogada y sicoterapeuta, la cual le llevó a la autora 5 años de investigación y documentación, así como de escritura, para lograr captar el habla de los personajes.

Guatemala vivió la época más sangrienta de su conflicto armado interno —que duró 36 años (1960-1996)— bajo la presidencia de facto del general golpista Efraín Ríos Montt (1982-1983). En 2013, el exdictador fue condenado por el genocidio de indígenas ixiles durante su mandato, pero la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal del país, revocó la decisión. Ríos Montt fue liberado de la prisión militar y puesto en arresto domiciliario donde libró otros intentos de someterlo a juicio hasta que en el primer día de abril de 2018 murió a causa de un infarto.

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Este hecho fue el que hizo a Santaolalla adentrarse en la historia, así lo cuenta en entrevista con La Silla Rota.

“La verdad no sabía de Guatemala casi nada y me sorprendió conocer esta dictadura, de las más sangrientas. En América Latina sí representa el mayor genocidio, no hay ninguno que haya sido igual de grande y que en tan poco tiempo hubo tantas pérdidas humanas. En año y medio murieron 100 mil personas. Aunque si pensamos en todo el conflicto en Guatemala desde los 60 hasta los 80, fueron 200 mil personas en total”.

Para la escritora, conocer el pasado de Guatemala sirve para entender el porqué de la migración tras sufrir violencia de estado e inseguridad, “lo que pasó nos muestra cómo afecta dejar en manos de la milicia el gobierno de un país”.

Corrupción, vínculos entre la milicia y el crimen organizado forman parte de los relatos en el libro y, a decir de Santaolalla, el pasado influye en el presente ya que Guatemala y México son vecinos con un vínculo de negocios y relaciones humanas.

 

 

ACZ