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A 43 días del primer caso de covid-19, las crisis ahogan al gobierno

México enfrenta dos crisis en este momento, la de salud y la económica, ambas a causa de la pandemia del coronavirus

Escrito en NACIÓN el

México enfrenta dos crisis en este momento, la de salud y la económica, ambas a causa de la pandemia de covid-19. Han pasado 43 días de que se reportó el primer caso confirmado en el país y desde entonces se ha puesto en evidencia que el personal de salud no cuenta con los insumos necesarios y que tampoco existe un plan económico para sacar a flote la economía, situaciones que parecen estar ahogando al gobierno.

Ex secretarios de Salud, economistas, académicos, científicos y el sector empresarial han criticado las decisiones que han tomado el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete, y han alertado que las medidas que se apliquen o se dejen de tomar tendrán un impacto en ésta y en las siguientes generaciones.

La noche del 27 de febrero llegó la información que ya se esperaba, pero que también se temía. El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, escribirlo en su cuenta de Twitter: “Tenemos un paciente sospechoso de covid-19 hospitalizado en “RespiraINER, es un caso leve y se ha puesto en aislamiento. Después de un resultado reactivo en el INER, se está analizando una segunda muestra en el InDRE”.

La noticia fue confirmada en la conferencia mañanera del 28 de febrero y se informó que no sólo era un caso confirmado, sino tres personas contagiadas, quienes habían viajado por cuestiones de trabajo a Bergamo, Italia.

Paulatinamente, los casos comenzaron a ir al alza y aunque las autoridades aseguraron estar preparados para hacer frente al virus, los problemas afloraron. En LA SILLA ROTA documentamos casos de personas a las que no les hicieron la prueba de diagnóstico, a pesar de que presentaban los principales síntomas de coronavirus, como fiebre, dolor de cabeza, tos seca y malestar general, y que también tenían antecedente de viaje al extranjero.

Alejandro Macías, quien en 2009 fue comisionado nacional para la atención de la influenza, alertó que se estaban realizando pocas pruebas y que para la etapa en la que se encontraba el virus en el país lo recomendable era hacer por lo menos cuatro diarias por entidad. Asimismo, advirtió del riesgo de que las camas de Terapia Intensiva no sean suficientes si el virus afecta a muchas personas en poco tiempo.

En marzo, el Sector Salud comenzó a mostrar sus debilidades, el primer foco rojo fue la falta de equipo de protección personal para médicos y enfermeras, así como el desabasto de insumos y que hasta ese momento no había protocolos establecidos para atender a pacientes con covid-19.

Los primeros en alzar la voz fueron los trabajadores del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, quienes se manifestaron el 17 de marzo para denunciar que no contaban con los recursos mínimos para realizar su labor. Además, el hospital de alta especialidad tampoco estaba preparado para atender a las personas con covid-19, sólo funcionaban tres de los seis espacios de aislamiento en el pabellón 4 y el área de Urgencias no tenía presión negativa, entre otras deficiencias.

Las protestas con exigencias similares se replicaron en múltiples hospitales de todo país, como en el Centro Médico Nacional La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde médicos y enfermeras se manifestaron en dos ocasiones ante el temor de contagios por la falta de equipo de protección, como las mascarillas N95.

También se sumó a esta exigencia la Asamblea Nacional de Médicos Residentes, que alertó que sus compañeros de al menos 94 hospitales de la República tenían carencias de equipo de protección e insumos para trabajar, situación que los exponía al riesgo de contagios.

 

El ex secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, quien enfrentó la pandemia de influenza AH1N1 en 2009, dijo en entrevista con LA SILLA ROTA, que el gobierno no debe escatimar en gastos para hacer frente al covid-19, ya que la austeridad no entra en estas emergencias.

“Lo que sí no se vale es decir pues no hay que gastar mucho, porque si no gastamos mucho vamos a tener problemas y los muertos, esos quién los va a sacar o quién los va a revivir, no pensamos nunca que a lo mejor le toca a mi mamá, mi hermana, mi tía, mi papá, en fin. Por eso es que las acciones deben ir apoyadas de un presupuesto suficiente para poder actuar y eso también es una medida que ojalá y no vaya a fallar”, destacó.

“Lo dijo el secretario de Hacienda, que iba a dar prioridad para todo lo que sean gastos en salud, ojalá, porque ahorita no podemos estar otra vez con la austeridad ya no Franciscana o republicana, sino calcutiana, como dicen donde ya no hay nada y como hemos estado viendo en el desabasto de algunos medicamentos, aquí sí hay que echarle, hay que echarle si queremos que la gente no se muera, porque si faltan equipos y personal, habrá gente que que se va morir y podría no morirse”, advirtió Córdova Villalobos.

Mientras que el ex secretario de Salud, Julio Frenk Mora, declaró en entrevista con este medio que México tiene muy buenos hospitales y especialistas, pero que el covid-19 llegó cuando el sistema de salud se encuentra vulnerable tras la desaparición del Seguro Popular y la puesta en marcha el 1 de enero de 2020 del Instituto de Salud para el Bienestar.

“A mí me preocupa que se han hecho recortes muy importantes de personal en el sistema de salud, creo que el lanzamiento del Insabi fue una mala idea, en cualquier momento hubiera sido una mala idea, pero haberlo hecho justamente ahora deja al sistema de salud en una posición particularmente vulnerable”, enfatizó.

El gobierno mexicano ya anunció la reconversión hospitalaria, la activación del Plan DN3 y la colaboración con instituciones privadas para contar con la capacidad suficiente para atender a pacientes graves de covid-19. Respecto a las compras, lo que más preocupa es el tema de los ventiladores, ya que no hay suficientes y los que se compraron tardarán en llegar.

En cuanto material para el equipo de protección, esta semana llegó el primer cargamento desde China, el cual se empezará a repartir en las instituciones de salud. Mientras tanto, médicos y enfermeras compraron por sí mismos sus insumos o incluso los hicieron con lo que pudieron.

Los brotes en hospitales no se han hecho esperar, todos en el IMSS, el primero fue en el Hospital General de Zona 7, en Monclova Coahuila, donde 22 trabajadores de contagiaron de covid-19. Lo mismo sucedió en el Hospital General Regional 72 en Tlalnepantla, Estado de México, donde hay 43 trabajadores que se contagiaron de covid-19, aunque el IMSS sólo reconoce a 19.

 

La primera muerte por covid-19 en territorio nacional se registró el 18 de marzo en el INER, se trataba de un hombre que padecía enfermedades crónico degenerativas que complicaron su estado de salud. Sin embargo, este fallecimiento dejó ver algunas de las deficiencias, ya que su esposa, quien posteriormente se confirmó que también tenía coronavirus, estuvo dando entrevistas afuera del Instituto y dijo que a su pareja le dieron varios diagnósticos antes que el definitivo.

Ahora, la cifra de decesos por covid-19 ya rebasó los 200 casos, en su mayoría eran personas que padecían hipertensión arterial, diabetes o tenían obesidad. Asimismo, se elevó a 30% de los casos confirmados el número de personas que requieren hospitalización por presentar síntomas graves de la enfermedad.

El 20 de marzo, tres días antes de que iniciara la Jornada de Sana Distancia, más de 200 miembros de la comunidad científica y académica como Francisco Bolívar Zapata, José Sarukhán, Diego Valadés, Javier Esteinou y Julio Sotelo firmaron una carta en la que exhortaron al presidente Andrés Manuel López Obrador a hacer más pruebas de detección, imponer restricciones masivas en aeropuertos y fronteras, suspender actividades masivas de toda naturaleza.

Una semana después, los ex secretarios de Salud Julio Frenk, José Narro, Salomón Chertorivski y Mercedes Juan, así como el ex ministro José Ramón Cossío y un grupo de especialistas de diversos ámbitos emitieron también una carta en la que criticaron la falta de liderazgo, de capacidad y de planeación del gobierno para enfrentar la pandemia. Exhortaron también a realizar más pruebas para conocer el número real de contagios y la propagación del virus para romper la cadena de transmisión.

De hecho, el dato que más impactó a la población la semana pasada fue que se estima que hay 26 mil 519 casos de coronavirus en México, de acuerdo con el modelo de vigilancia centinela. El subsecretario López-Gatell, indicó que creen que la cifra total es 8 veces mayor que los casos que se tienen confirmados por las pruebas de PCR que se analizan en el InDRE.

La parte más fuerte de la pandemia, es decir, la fase tres que es la epidémica, está por comenzar. Se prevé que se decrete en algún momento de los próximos 15 días, dependiendo del avance del virus. El problema México llegará al punto más álgido mientras siguen encendidos algunos de los focos rojos en el Sector Salud.

 

La crisis económica avanza y no hay un plan concreto para revertirla

Los primeros golpes de la crisis económica provocada por el covid-19 ya se empezaron a sentir en México. Del 13 de marzo al 6 de abril se perdieron 346 mil 878 puestos de trabajo registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, lo que equivale a que en ese periodo se eliminaron todos los empleos generados en 2019 e incluso un poco más.

De acuerdo con datos del Seguro Social, el año pasado se crearon 342 mil 77 puestos de trabajo en el país, los cuales desaparecieron durante las primeras semanas de la emergencia por covid-19 en el país.

José Luis de la Cruz Gallegos, director del Instituto par el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, estimó que se podrían perder hasta 900 mil empleos formales, cifra podría aumentar a un millón y medio si se cuentan los del sector informal.

Señaló que si no hay acciones contundentes, el país va a caer en una profunda recesión económica tras este mes de cuarentena y si no hay un programa de reactivación, la economía podría caer hasta 5.7% en el año.

De la Cruz Gallegos dijo que no habrá una rápida recuperación, ya que debido a la emergencia por coronavirus habrá cambios importantes a nivel productivo. Estimó que los cuatro trimestres de 2020 van a ser negativos y que la recuperación va a comenzar en el primer trimestre del 2021.

Salomón Chertorivski, ex secretario de Salud y economista, destacó que 2020 va a ser un año malo también en materia económica y que las medidas que tomen las autoridades para paliar los efectos en este rubro, tendrán un gran alcance a largo plazo.

“No estamos hablando de si va a haber o no recesión, es más, no estamos hablando ni siquiera de si el 2020 va a ser malo, eso ya es un hecho, nos estamos jugando en las medidas que tome o deje de tomar el gobierno federal la siguiente generación en lo económico, así de drástico”, señaló.

El ex secretario de Salud dijo que el golpe a la economía será fuerte “porque nos agarra en un muy mal momento al país, un año en donde se desincentivó la inversión por completo junto con el menor precio del barril de la mezcla mexicana y del petróleo en general, sin margen realmente presupuestal. Tiene que haber una intervención masiva, tenemos que borrarnos de la cabeza esta cosa del superávit primario, vamos a tener que endeudarnos y hay que hacerlo rápido, con responsabilidad y ese dinero aplicarlo con eficiencia y transparencia”.

Destacó que el gobierno tendría que haber implementado un programa de reactivación económica de manera paralela a la declaratoria de emergencia sanitaria por covid-19. Indicó que para implementarlo, México tendrá que endeudarse y estima que para poder solventar las necesidades se requerían no menos de 5 puntos del Producto Interno Bruto.

“Si no se inyecta, más bien lo que vamos a ver es pobreza y hambre, se va a agravar. En efecto, son millones de mexicanos que viven todos los días de lo que trabajan, por eso en paralelo al anuncio del mes de suspensión de labores no esenciales, tendría que estar acompañado el programa de inyección de recursos para un ingreso básico para la gente que no va a estar percibiendo recursos”, alertó Chertorivski.

La falta de un plan de reactivación económica zanjó más la ya tensa relación entre el presidente López Obrador y la industria privada. El 2 de abril el mandatario se reunión con representantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), con quienes acordó la creación de un fondo de Nafinsa para apoyar a pequeñas empresas, proteger el empleo y los salarios ante la crisis.

El 5 de abril, el presidente López Obrador ofreció un informe de gobierno en el que se esperaba que diera a conocer las acciones para hacer frente a la crisis económica, pero no fue el anuncio de un plan de reactivación, sino un balance de lo que ha hecho en los meses de su gobierno.

Sólo dijo que habrá cuatro ejes para paliar los estragos de la pandemia: mantener los apoyos sociales, continuar con la construcción de la refinería dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles; entregar créditos a trabajadores formales e informales, y eliminar el aguinaldo a funcionarios del gobierno de subdirectores hacia arriba.

Sin embargo, el 7 de abril el CCE criticó el plan del presidente López Obrador para enfrentar la crisis económica, que de acuerdo con el sector empresarial podría provocar una caída de 10% del Producto Interno Bruto a nivel nacional.

“La puerta se cerró, pero queremos abrirnos a la sociedad civil, sin necesidad de que nuestro gobierno nos apoye para atemperar el impacto”, dijo en esa fecha Carlos Salazar Lomelín, presidente del CCE.

Aunque todo parece que la industria privada reculó frente al gobierno, ya que este viernes insistió en mantener un diálogo abierto con las autoridades para hacer frente a la crisis económica por el coronavirus.

“Estamos convencidos de que, en estos momentos tan difíciles, sólo el diálogo abierto y el respeto a las posturas distintas permitirán alcanzar acuerdos concretos para que México supere esta crisis”, indicó el CCE en un comunicado.

La necesidad de acuerdos en materia económica se vuelve esencial en estos momentos de incertidumbre. El Fondo Monetario Internacional teme la peor recesión global desde la Gran Depresión. Según la directora del FMI, Kristalina Georgieva, “la recuperación parcial” de la economía podría registrarse en 2021, pero sólo si la pandemia se empieza a ir aún la segunda mitad del año y se puede levantar el aislamiento de manera gradual.

Hasta ahora, más de 90 países han pedido asistencia financiera, entre ellos Ecuador, Honduras, Madagascar y Ruanda. El presidente López Obrador ha descartado pedir un préstamo al FMI para enfrentar la crisis por covid-19.

“La realidad va a alcanzar al presidente, esto apenas comienza y va a ir empeorando”, enfatizó Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

(djh)