Gonzalo Trejo cumplió más de una década de servicio en el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Comenzó a trabajar cuando aún era la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, y el organismo aún no era autónomo, lo que ocurrió en 2015, con el nacimiento del IFT.
Diez años después, a Trejo le tocará atestiguar la extinción del IFT, aprobada por el Congreso de la Unión, a iniciativa del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
Él, al igual que mil 429 trabajadores más que integran al Instituto Federal de Telecomunicaciones, no sabe si recibirán una compensación ni cuál será su futuro laboral, lo que los tiene estresados y preocupados, pues se trata a su vez de mil 430 familias que serán afectadas por la desaparición del IFT.
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Eso los ha orillado a participar en su primera marcha de protesta, el pasado 28 de abril, cuando acudieron al Senado para pedir ser tomados en cuenta en la discusión de la reforma secundaria de telecomunicaciones y exigir que sus derechos laborales se respeten.
“Nosotros somos gente de oficina, no de marchas, pero debimos salir a las calles para pedir respeto a nuestros derechos”, explica Trejo, quien trabaja en la Coordinación General de Vinculación Institucional de la Unidad de Transparencia.
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No les dan información
En entrevista con La Silla Rota, Trejo dice que ignora si él y sus compañeros recibirán una compensación por los años trabajados y si serán tomados para trabajar en la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, que absorberá parcialmente sus funciones, o por la Secretaría de Economía, que hará lo propio con otra parte, mediante el órgano que sustituya a la Comisión Federal de Competencia Económica. Nadie les ha informado nada al respecto.
Aunque aún no se aprueba la ley secundaria que marca la fecha exacta de desaparición del IFT, Trejo sabe que no hay marcha atrás. Incluso, la administración del Instituto les informó que este año el instituto recibió menos presupuesto, que está programado sólo hasta la primera quincena de julio.
Además, la extinción se apurará, porque si bien en la ley aprobada a fines de 2024 para la desaparición del IFT se establecía que despareciera 180 días después de ser promulgada la ley secundaria, en la iniciativa al respecto la propuesta es que desaparezca a los 30 días naturales.
Con el IFT los usuarios de celular tuvieron que pagar menos
Trejo explica la importancia de la labor del IFT. Una de ellas se refleja en el servicio telefónico de los millones de usuarios que tiene el país, que con el inicio del funcionamiento del instituto vieron cómo se redujeron los costos de la telefonía celular, así como por el pago de la larga distancia a nivel nacional.
Además, el instituto creó 21 herramientas, como el medidor de velocidad de la internet, el comparador de servicios, el mapa de cobertura móvil, el sistema de ingreso y la atención a inconformidades de usuario.
Otra fue la ventanilla electrónica, cuyo objetivo fue digitalizar los trámites y el cumplimiento de obligaciones de los concesionarios autorizados. También se creó y se puso a disposición del público el Registro Público de Concesiones, para consultar las características de las concesiones y autorizaciones, con acceso a dichos documentos.
Junto con otras instituciones se desarrolló el micrositio de ciberseguridad para otorgar información útil a las personas usuarias. Todo eso llevó a que el IFT tuviera reconocimientos como regulador, entre ellos el de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
No recontratar sería desperdiciar a persona en el que el Estado mexicano invirtió
El tema del futuro del personal no sólo implica la preocupación de los trabajadores por su futuro. El Estado mexicano invirtió recursos, tiempo, dinero y esfuerzos para capacitar al personal del IFT para que tuviera ese nivel.
Dejar de usar esos recursos equivale a hablar de una pérdida de capital y de inversión.
Aunque los trabajadores han seguido recibiendo su pago de manera puntual, los recortes en gastos ya empezaron, lo que es una evidencia de los ajustes del presupuesto
Ya se eliminaron viáticos, el servicio del comedor y apoyos que tenían para teletrabajo, menciona Trejo.
Además, están en el limbo laboral, porque mientras la ley establece que si alguien es despedido de cualquier parte lo normal es que sea liquidado, lo que significa una garantía de sobrevivencia a vos mientras busca otro trabajo, en el IFT no saben qué pasará.
“En la situación como estamos ahorita, el día que se extinga el instituto no tenemos nada garantizado, entonces la preocupación es doble para todos de acuerdo con la situación que estamos viviendo, porque prácticamente hasta el día de hoy nos iremos con las manos vacías, sin nada garantizado y ese es nuestro miedo”, concluye.
Su pliego petitorio
- Respeto a los derechos de todas las personas trabajadoras del IFT
- Pago por parte del IFT de conceptos como finiquito y pago de retribución extraordinaria única en virtud de la próxima extinción del vínculo laboral
- Creación de un comité de transferencia de talento humano, que establezca las condiciones concretas, número de plazas existentes y distribución del talento humano de las personas trabajadoras del IFT para ocupar cargos en la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones