El municipio de Huitzilac, en Morelos, se ha convertido en un centro de tala ilegal de madera, en el que además se vende y transporta a aserraderos y desde el que se transporta el material forestal a otros sitios, con documentos apócrifos para aparentar que es lícito.
Información de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en torno a los municipios que las propias autoridades designan como críticos y en los que concentran operativos y vigilancia (Huiztilac, Tlalpan -Topilejo-, Zitácuaro, y Xalatlaco), indica que de 2028 a 2024 se presentaron 38 denuncias por tala clandestina y se abrió el mismo número de carpetas de investigación.
Huitzilac, Morelos, encabeza la lista con 29 denuncias y carpetas; Zitácuaro, Michoacán, parte del santuario de la mariposa Monarca, 8, y Tlalpan, una.
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El año 2024 fue en el que más denuncias se presentaron en Huitzilac, con 12 casos.
Un dato que destaca es que de 2018 y hasta el 18 de marzo de este año se presentaron 45 denuncias por tala y transportación no autorizada de productos forestales en el estado de Morelos. En el mismo periodo, sólo Huitzilac concentró 29 denuncias presentadas y carpetas de investigación abiertas por los mismos delitos.
La Profepa no dio información sobre personas detenidas, ya que eso corresponde a la Fiscalía General de la República.
Aumentan operativos
Los operativos contra la tala ilegal en Huitzilac se han incrementado en la presente administración del gobierno federal, tanto con visitas a los bosques como con retenes de revisión en la frontera entre Topilejo y el municipio ubicado en Morelos.
El más reciente operativo se realizó en el paraje Los Lagartos. Ahí se decomisaron 33.6 metros cúbicos de madera en rollo, de cortas dimensiones, producto de la tala ilegal.
El 14 de abril fueron clausurados dos aserraderos y en esa ocasión se decomisaron 24.08 metros cúbicos de madera, dos torres de aserrío con motor trifásico, un vehículo de redilas, un carro de empuje, una sierra de banco metálico con motor bifásico y otra circular.
Además de la clausura y el aseguramiento del equipo y los vehículos, los aserraderos fueron desmantelados. En el operativo participaron 139 elementos, nueve inspectores de la Profepa, 27 de la Sedena, 27 de la Guardia Nacional, 38 de la Sedena, 22 de la alcaldía Tlalpan y 16 de la Policía Auxiliar, según un comunicado de la Secretaría del Medio Ambiente.
Dos semanas antes, el 28 de marzo, se realizó otro operativo. El resultado fue la clausura y el desmantelamiento temporal de dos aserraderos. En esa ocasión se aseguraron 40 metros cúbicos de madera, así como una torre de aserrío y dos volantas, una sierra y un motor, un carro de empujón de dos escuadras con dos rieles, un banco metálico hechizo con sierra y motor y dos vehículos Ford con plataforma.
El 27 de febrero también se aseguraron 665 piezas equivalentes a 5.9 metros cúbicos.
La tala ilegal no disminuye; temen pitazos
Sin embargo, la actividad de tala clandestina continúa y no ha sido disuadida, dijo una fuente consultada por La Silla Rota.
“Cada semana hay un operativo y hay muy buenos resultados pero no le paran con la tala. ¿Cómo es posible que terminan los recorridos de la Profepa y al regresar a la semana, siga la tala clandestina a todo lo que da?”, se cuestionó.
En su experiencia, hay gente que da pitazos sobre los operativos. Lo dedujo a partir de que los lugares que las autoridades planean visitar, como aserraderos, al llegar ya no están. Ven que la maquinaria fue quitada y solo queda algo de la madera.
También la tala ilegal continúa en las brechas de los bosques, donde los taladores no distinguen entre los de Huitzilac y Topilejo y se meten a cortar con sus sierras que funcionan con gasolina, suben a sus camionetas los árboles cortados de los que sólo aprovechan 30% y huyen. Pero lo que sí prefieren es regresar a Huitzilac, donde se presume que reciben la sombra de la protección de las autoridades municipales.
“Los taladores presumen de estar con las autoridades para salvar su pellejo y alardean de que están entrados con estos o aquellos”, agregó la fuente a La Silla Rota.
Un viejo problema
La tala clandestina de árboles en Topilejo, Tlalpan, se ha convertido en un añejo problema que creció con la pandemia de la covid23, así como el robo de tierra y otros recursos naturales; son fenómenos que en parte se deben a la presencia de grupos criminales organizados provenientes de Huitzilac, Morelos, afirmó el 4 de agosto de 2023 el entonces Director General de Asuntos Jurídicos y de Gobierno de Tlalpan, Alfredo Reyes, en entrevista publicada con La Silla Rota.
“En esa parte colindante con Morelos es en la que se tiene un grupo importante de talamontes de algunas comunidades, entre ellas Huitzilac, que son de donde vienen a la Ciudad de México a esa parte. Hay muchos hechos en donde los comuneros han tenido que salir a hacer labores de vigilancia pidiendo el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública y la Guardia Nacional para tratar de resguardar y eso ha traído consigo varios incidentes”, reconoció Reyes.
Comuneros de Topilejo que vigilan sus bosques distribuidos en alrededor de 8 mil hectáreas, también han expuesto a La Silla Rota que cuando llegan a detectar a los taladores, estos prefieren escapar del lado de Huitzilac, porque ahí difícilmente serán detenidos.
Aunque los comuneros han llegado a enfrentarse con los taladores, cuando ven que están armados prefieren retirarse. También es sabido que en algunos sitios públicos los oriundos de Topilejo evaden hablar sobre la tala, porque están amenazados.
Problema nacional
La tala clandestina se ha vuelto un dolor de cabeza en esa zona, que además de Huitzilac y Topilejo, incluye al pequeño núcleo agrario de Parres, también en Tlalpan, y a los municipios de El Capulín y Xalatlaco, ambos en el estado de México.
Esa zona conforma el llamado Bosque de Agua, que dota a la Ciudad de México de 60% de agua, y la cual está en riesgo ante esta actividad criminal. Pero el problema de la tala y venta ilegal y el lavado de madera, que sirve para certificar al producto forestal clandestina y hacerla pasar como legal, con documentos falsos o manipulados, es un problema que se presenta en todo el país.
La venta ilegal de madera es una de las actividades que la delincuencia organizada desarrolla. Según cifras del Banco Mundial, deja ganancias ilícitas de entre 10 mil y 15 mil millones de dólares anuales.
Zonas críticas
La Semarnat dio a conocer a finales de 2021 que en el país existen 122 zonas críticas forestales por distintos ilícitos que se han identificado en 20 estados, como tala clandestina, lavado de madera, extracción de madera sana, sobreexplotación de los recursos forestales, incumplimiento de programas de manejo, cambio de uso de suelo, incendios forestales provocados y delincuencia organizada.
De acuerdo con un reporte de la Profepa, el estado con más denuncias presentadas por tala es precisamente Michoacán, estado exportador de aguacate, con 1 mil 497 denuncias entre 2018 y 2024.
De acuerdo con la Semarnat, la tala clandestina, la remoción de vegetación forestal y el establecimiento de plantas de aguacate en terrenos forestales sin autorización de la dependencia, eliminan la biodiversidad del ecosistema.
Después de Michoacán la entidad con más denuncias por tala es el estado de México con 1 mil 294 casos. Le siguen Puebla con 672, Hidalgo con 600, Oaxaca con 482, Chiapas con 465, Quintana Roo con 364, Jalisco con 357 y Guanajuato con 329. El décimo lugar lo ocupa la Ciudad de México con 269.
Del total de denuncias, hay resueltas 6 mil 918 y en trámite 3 mil 453.
El año con más denuncias fue el 2019, con 2 mil casos.
Contexto: Huitzilac violento. Los habitantes de Topilejo y Parres saben que Huitzilac arrastra una fama de zona de violencia..
El municipio, que el escritor Martín Luis Guzmán inmortalizó en su novela "La sombra del caudillo", porque ahí fue acribillado el protagonista de la novela, el general Francisco Serrano, luego de rebelarse contra el caudillo, actualmente es una zona de extorsiones, secuestros exprés o donde se encuentran cadáveres en los caminos, han dicho pobladores de Parres y Topilejo.
Apenas el 8 de abril fue asesinado el secretario de Gobierno de Huitzilac, Alejandro Mancilla Cueto afuera del Palacio Municipal. El alcalde Rafael Vargas reconoció entonces que la violencia estaba superando a las autoridades municipales.
Ese hecho no fue aislado. A fines de enero, fue hallado sin vida el cuerpo el ex director de Tránsito, Oscar García Meza. Dos días antes había sido reportado desaparecido. Fue hallado en la cajuela de un Tsuru. Era investigado por el secuestro de la chef Zahie Téllez y su esposo, ocurrido en noviembre pasado.
El 14 de enero de este año fueron asesinados cinco integrantes de la llamada Planilla Morada, que iban a participar en la elección de la presidencia de Bienes Comunales.
Otro funcionario que fue atacado fue el director de la Policía Municipal, Jesús Tello Trejo, quien el 9 mayo de 2024 fue baleado. Apenas pasó un día para que se registrara el asesinato de tres personas más, y un día después ocho hombres fueron asesinados a balazos.
No solo funcionarios han sido víctimas de la violencia. El 12 de abril una niña que vendía elotes murió, a causa de la herida de un balazo en el barrio La Purísima, luego de una pelea ocurrida entre dos hombres, de acuerdo con información del diario La Unión.
A inicios de año, el 25 de enero, en el barrio de San Juan, se registró la muerte de 5 personas.