La Patrulla Fronteriza aseguró que el gobierno de México prohibió este jueves el paso a un vuelo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos con deportados sobre su espacio aéreo, en el marco de las nuevas políticas antiinmigrantes del presidente Donald Trump.
Al respecto, la Secretaría de Gobernación (Segob) negó que EU solicitara una autorización para un sobrevuelo en territorio nacional, como establecen los protocolos en la materia, al tiempo que remarcó que hay una comunicación permanente con autoridades de Estados Unidos, y al momento la Secretaría de la Defensa Nacional no ha tenido ningún requerimiento en ese sentido.
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En información difundida por agencias, se dio a conocer que la aeronave de la Fuerza Aérea de EU llevaba a bordo a al menos 80 deportados con destino a Guatemala.
El vuelo partió de Fort Bliss, una base del Ejército de EU en El Paso, pero tuvo una duración de siete horas, el doble de tiempo de una ruta directa, debido a que la aeronave tenía prohibido volar sobre el espacio aéreo mexicano, dio a conocer el portavoz de la Patrulla Fronteriza Orlando Marrero.
“Hay algunos países que no les gusta que aviones militares entren en su territorio (…) Es algo que logísticamente tiene que acordarse con el país con anticipación, porque no quieres que un avión tenga que dar la vuelta en pleno vuelo”, comentó el representante federal de un distrito fronterizo de Texas, Henry Cuellar.
En la nueva era Trump, el gobierno de EU ha utilizado aviones militares para realizar deportaciones a Guatemala, Ecuador y Colombia, mientras que en administraciones anteriores se hacía uso de vuelos chárter y comerciales.
El antecedente
El pasado viernes 24 de enero, se informó que presuntamente México había negado el permiso al aterrizaje de un avión militar que transportaba deportados de Estados Unidos de acuerdo fuentes militares, informó esa vez la cadena de noticias NBC.
La organización dio a conocer que la noche del jueves dos aviones C-17 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos salieron hacia Guatemala, cada uno con alrededor de 80 pasajeros; un tercero, que tenía México como destino, no despegó de su base.
Una de las aeronaves salió del campo Biggs, en Texas; mientras el otro partió de Tucson, Arizona.
“El traslado de deportados hacia un país extranjero requiere la aprobación del gobierno de esa nación y México se negó a dar su consentimiento”, señala la información de NBC.
No se especificó la razón por la que México rechazó la solicitud y la embajada de México en Washington no respondió a una solicitud de información de NBC.
Un día antes, el 23 de enero el Departamento de Defensa informó a medios que el gobierno de Trump planeaba usar aeronaves C-17 y C-130 de transporte de tropas para sacar a los deportados de su territorio; durante el trayecto, la supervisión de las personas estaría a cargo del Departamento de Seguridad Interior, no del ejército.
¿Qué dijo México ese viernes?
Hacia las 9 de la noche de ese viernes, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) publicó un mensaje en redes sociales en el que destacó la buena relación y cooperación entre los gobiernos de México y el de Estados Unidos en diversas materias, entre ellas, la migración.
Con relación al tema de los connacionales repatriados afirmó que cooperarán con EU pero con “respeto” a las soberanías de ambos países en una amplia gama de temas, incluyendo la migración.
“Tratándose de repatriaciones, siempre aceptaremos la llegada de mexicanas y mexicanos a nuestro territorio con los brazos abiertos. México te abraza”, se lee en el comunicado de la dependencia.