La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo una reunión este martes con Roberto Sifón-Arévalo, director general y líder global de Calificaciones Soberanas en S&P Global Ratings, para conversar sobre la visión de desarrollo y de finanzas de la República Mexicana.
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A través de sus redes sociales, Sheinbaum dio a conocer que la reunión tuvo lugar en Palacio Nacional y se llevó a cabo a puerta cerrada, en la que estuvo acompaña por el secretario de Hacienca, Rogelio Ramírez de la O.
“En Palacio Nacional, nos reunimos con Roberto Sifón-Arévalo, director general y líder global de Calificaciones Soberanas en S&P Global Ratings, y su equipo, para conversar sobre nuestra visión del desarrollo y las finanzas de México”, expuso en su cuenta de X.
La calificación actual de México en S&P es “BBB/perspectiva estable”, que considera dos niveles arriba del Grado de inversión.
Otros países con la misma calificación son Bulgaria, Botswana, Chipre, Grecia, Hungría, Indonesia, India, Kazajstán, Mauricio, Omán, Panamá, Perú y Filipinas.
El 26 de noviembre, la calificadora Standard and Poor’s Global Ratings recortó la perspectiva de crecimiento de México para 2025, al pasar de 1.5 a 1.2%, debido a los riesgos e incertidumbre económica que representa la nueva administración de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos.
Esto contrasta con el pronóstico del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum en el que se plantea un crecimiento de entre 2 y 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), de acuerdo al Paquete Económico 2025 entregado en la Cámara de Diputados. El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, expuso que esta proyección se sustenta en la fortaleza del empleo y el dinamismo del mercado interno con consumo e inversión como motores clave.
Standard and Poor’s Global Ratings señaló tres factores que afectarán a la economía mexicana el próximo año, dos de ellos ligados al segundo periodo presidencial del magnate Donald Trump y el otra tiene que ver con las recientes reformas constitucionales.
Sheinbaum y las calificadoras
Apenas el pasado 22 de noviembre, la presidenta Claudia Sheinbaum y la directora de la agencia de crédito Fitch Ratings, Shelly Shetty, se reunieron para analizar la situación económica y financiera de México.
“Nos reunimos en Palacio Nacional con Shelly Shetty, directora ejecutiva en Fitch Ratings, y su equipo, para abordar el buen desempeño de nuestra economía, las finanzas sanas y los planes de México”, indicó en la mandataria mexicana en una publicación en la red social X ilustrada con fotos del encuentro mantenido.
Días antes, Sheinbaum pidió a la calificadora Moody’s dar "pruebas" que justifiquen su nueva perspectiva negativa para México con el argumento que existe un debilitamiento del "marco institucional" en medio de polémicas reformas del gobierno.
La gobernante cuestionó la metodología de Moody’s, que mantuvo en Baa2 su calificación crediticia de México, pero cambió la perspectiva de estable a negativa por su "visión de un debilitamiento del marco institucional y de formulación de políticas que podría socavar los resultados fiscales y económico".
Fitch también fue crítica, tras la victoria electoral de Sheinbaum, con la reforma judicial promulgada el 15 de septiembre para que, a partir de 2025, haya elecciones populares de jueces, magistrados y la Suprema Corte.
"Las reformas judiciales propuestas en México podrían afectar negativamente el apetito de inversión y el entorno de negocios de las empresas no financieras si su implementación impide la autonomía y calidad del sistema judicial", señaló Fitch Ratings a finales de junio.