Ronald Johnson, el embajador de Estados Unidos en El Salvador, no sólo fue amigo y compadre del presidente Nayib Bukele cuando representó al gobierno de Donald Trump, sino su aval durante la puesta en marcha de medidas tan delicadas como la negociación con las pandillas para reducir los niveles de violencia en el país.
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Johnson, nominado próximo embajador de Estados Unidos en México nunca se distanció de la política de mano dura contra los criminales que puso en marcha Bukele, aunque esto provocara abusos a derechos humanos, señalan activistas salvadoreños consultados por La Silla Rota.
Ni una crítica
En 2020 y 2021 el periódico digital El Faro documentó que Bukele había negociado con las pandillas para reducir el número de crímenes, pese a que públicamente prometía que no había acuerdos con las maras, como los que sostuvieron otros mandatarios, como Salvador Sánchez Cerén.
Con documentos de la fiscalía salvadoreña y testimonios del sistema de prisiones, El Faro mostró que funcionarios cercanos al presidente ingresaron a las cárceles en las que estaban detenidos jefes de las pandillas para ofrecerles beneficios a cambio de que los mareros ordenaran a sus seguidores detener la violencia.
Durante ese periodo, Johnson, un coronel en retiro del ejército estadounidense, y exagente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), jamás levantó la voz contra la detención indiscriminada de supuestos delincuentes, recuerdan los activistas.
Recuerdan que Johnson tenía un perfil público parecido al del presidente salvadoreño; solía publicar imágenes a bordo de su motocicleta Harley Davidson, o de ambos comiendo langosta o compartiendo jornadas de pesca.
Tanto periodistas como defensores de derechos humanos de El Salvador coinciden en que Johnson fue el mayor aliado de Bukele, mientras recibía las críticas de organismos no gubernamentales como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, o institucionales multilaterales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por las detenciones masivas.
El contraste
Johnson fue embajador de 2019 a 2021 y uno de sus objetivos era influir para que se redujera la migración de Centroamérica hacia su país, así como la violoencia.
Quien llegó a representar a Estados Unidos en su lugar, Jane Manes, tomó la posición de encargada temporal de negocios, y su postura fue un completo contraste con el militar en retiro.
Manes ya había sido embajadora en ese país y conoció a Bukele cuando era alcalde de la capital, San Salvador. Ella misma contó a periodistas que se le envió porque la administración de Joe Biden pensaba que podría ser un puente con un gobierno que había ganado el control del Congreso.
Sin embargo, aunque tuvieron algunas reuniones no hubo acuerdo y súbitamente el gobierno canceló la visita de una misión que investigaría presuntos casos de corrupción en el que también estaban involucrados funcionarios del gobierno.
Después, Bukele ordenó la remoción de jueces y su cambio por leales, lo que provocó la molestia estadounidense. La respuesta fue la reasignación de recursos de asistencia al gobierno hacia organismos independientes a los que el mandatario criticaba y catalogaba como opositores.
La embajadora sostuvo que tras esos episodios la prensa cercana a la administración comenzó a atacarla.
Tras seis meses en el cargo, Manes se retiró y en una reunión con periodistas dijo: “¿qué sentido tiene permanecer aquí si no tengo contraparte. Cuando El Salvador quiera hablar, las puertas estarán abiertas”.
Tarea en México: la seguridad
Internacionalistas consultados por La Silla Rota coincidieron que Ronald Johnson tendrá como principales tareas en México la promoción de la seguridad, el combate al narcotráfico y contener la migración, un mandato similar al que tuvo en El Salvador.
Estefanía Cruz, investigadora del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, Ron Johnson estará más centrado en temas de seguridad e inteligencia, un perfil muy diferente a los de Christopher Landau y Ken Salazar, lo que puede tomarse como un mensaje para la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Cuando Ron Johnson estuvo en El Salvador, a él se le encomendó de manera muy directa detener el flujo de los inmigrantes salvadoreños y también reducir el crimen violento. Me parece que estas dos van a seguir siendo las áreas sobre las que va a trabajar en México”, señaló.
Hectór Cárdenas Suárez, integrante de la junta directiva del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), quien recuerda que Ron Johnson trabajó durante 20 años en la CIA y cuenta con una carrera militar en las fuerzas especiales de EU
“Representa un cambio en el perfil de representantes diplomáticos recientes de EU en México”, dijo.