En México, las bebidas más populares para acompañar las hamburguesas, carnes, mariscos, tacos, barbacoa y cualquier platillo son los refrescos y las cervezas, ambos caracterizados por ser bebidas carbonatadas y refrescantes. Aunque estas bebidas pueden satisfacer la sed y el gusto, sus ingredientes y valores nutricionales las hacen muy diferentes.
Según varios sitios especializados en alimentos, una lata de 350ml de refresco contiene entre 125 y 185 calorías, mientras que una lata de 350 ml de cerveza contiene alrededor de 150 calorías, existen algunas cervezas “bajas en calorías”, sin embargo, el daño a tu cuerpo es el mismo. En ambos productos, si lo que se busca es “quemarlos” y evitar subir de peso, se tendrá que hacer entre 20 y 30 minutos de ejercicio extenuante.
Aunque ambas bebidas son muy populares, la mejor opción para la salud siempre será el agua simple, ya que es la única bebida indispensable para el cuerpo. El consumo cotidiano y excesivo de refrescos y cervezas se ha asociado con varias enfermedades y padecimientos.
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La cerveza, una bebida alcohólica obtenida de la fermentación de cereales germinados, principalmente cebada y lúpulos, puede ser beneficiosa en dosis moderadas, ya que puede proteger contra la diabetes tipo 2 y beneficiar al corazón y sistema circulatorio, según algunos estudios de Harvard. Sin embargo, el exceso de consumo de cerveza (más de medio litro en hombres y más de 350 ml en mujeres) puede traer consigo efectos secundarios, como aumento de peso, problemas cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmune, problemas de memoria, aumento de presión arterial, hinchazón, riesgo de desarrollar diabetes, daño al hígado y al corazón, aumento del riesgo de desarrollar cáncer y contribución a la depresión y la violencia.
Los refrescos, por su parte, son bebidas azucaradas con azúcar o edulcorantes como el jarabe de maíz. Según los especialistas, los refrescos no son saludables, especialmente los de cola o naranja, que pueden tener sustancias como ácido fosfórico (que daña los huesos), saborizantes, colorantes, azúcares y cafeína.
La dicotomía de “bueno o malo” no existe en cuanto a la comida y bebidas, esto se refiere principalmente en que todo en exceso es malo, tanto que puede afectar tu calidad de vida a corto y largo plazo; lo que sí existe son únicamente hábitos alimenticios que benefician o perjudican, según la Revista del Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), tanto la cerveza como el refresco son bebidas perjudiciales para la salud si se toman en exceso, ya que ambas contienen altos niveles de calorías y componentes que causan afectaciones importantes.
La cerveza, como es bien conocida, es alcohol. Por lo tanto es una droga que potencialmente se puede transformar en una adicción y conducir a graves problemas de salud, psicológicos y de sociales. En el caso de los refrescos se ha documentado según varios estudios que el azúcar tiene efectos cerebrales parecidos a los de una droga. El agua simple siempre será la mejor opción para la salud, ya que es la única bebida indispensable para el cuerpo.
DJC