El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), alcanzó menos de un millón de pasajeros nacionales y extranjeros transportados en 2022, un 62% menos de la meta prometida del presidente Andrés Manuel López Obrador, que fue de 2.4 millones, de acuerdo con el Plan Maestro de Desarrollo, citado por la agencia de noticias EFE.
De acuerdo con datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que construyó el AIFA y actualmente lo opera, los datos fueron recabados entre el 21 de marzo de 2022, cuando se inauguró el megaproyecto impulsado por el presidente López Obrador y cerrado el conteo el pasado 31 de diciembre.
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En la inauguración, el director general de esta infraestructura aeroportuaria, Isidro Pastor Román, señaló que en su primer año de operaciones el nuevo aeropuerto alcanzaría a transportar a 2.4 millones de pasajeros del país y extranjeros.
En diciembre se revelaron los datos de octubre. Según cifras del propio aeropuerto, el AIFA movilizó a 186 mil 006 pasajeros, un alza de 81.55% frente a los registrados en septiembre, cuando reportó 102 mil 457, y muy por encima de los 35 mil 204 que movilizó el primer mes completo de operaciones.
Este jueves López Obrador señaló que avanza en los acuerdos para que se utilice a este aeropuerto como centro de recepción de los vuelos de carga, en lugar del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en medio de las críticas del sector privado y especialistas por su lejanía, unos 50 kilómetros, del centro de la capital mexicana.
La Sedena estima que este aeropuerto, de más 384,000 metros cuadrados, podrá mantener hasta 119,000 operaciones al año.
En tanto, entre el 21 de marzo, desde su inauguración, y hasta el 31 de diciembre, el AIFA reportó 8,992 operaciones, casi un 8 % de su capacidad máxima estimada.
SU PRIMERA SEMANA DEL AIFA
A sus primeros días de inaugurado, en el AIFA “no había luces, no hay tren y no hay autobuses. Si no fuera por el Circuito Exterior Mexiquense y los taxis autorizados, las dos horas que se realizan de regreso del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) al poniente de la Ciudad de México se convertirían en tres… o cuatro. Y en medio de esa nada, ya de noche, uno busca la manera de escapar de ahí”, reseñó La Silla Rota.
La llegada a la terminal aérea de Santa Lucía –nombre con el que se vende en los vuelos nacionales– se realiza prácticamente en medio de la nada, sin apuros, eso sí, porque bajar de la aeronave toma menos de 15 minutos, contrario a los vuelos que llegan al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
"COMO BOCA DE LOBO"
La salida para coches, desde el estacionamiento de llegadas nacionales, está completamente a oscuras, como dicen, como "boca de lobo". No hay luz pública hasta pasando unos 50 metros, donde se inicia el camino que desemboca a la México-Pachuca o se retorna por la glorieta Felipe Ángeles hacia el Circuito Exterior Mexiquense.
Es esa autopista –inaugurada durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto como gobernador del Estado de México– la salvación para quien busca salir del AIFA en el segundo día de viajes, sin pasar por el bloqueo de transportistas en la México-Pachuca y sin caminar hasta encontrar la salida al Mexibús.
AJ/DJC