El helicóptero con el que se hizo la recaptura del narcotraficante Rafael Caro Quintero, un helicóptero tipo Black Hawk de la Secretaría de Marina, se desplomó poco antes de llegar a su plataforma de aterrizaje en el municipio de Los Mochis, en Sinaloa, incidente en el que 14 elementos perdieron la vida. Descartada en un primer momento la versión del ataque contra la aeronave, provoca incertidumbre el conocer las causas de esta trágica caída, toda vez que el también llamado “Halcón Negro” tiene más de dos décadas de volar por los cielos de México.
La aeronave de ala rotativa es fabricada por la empresa estadounidense Sikorsky Aircraft Corporation con 34 años de operación, además de ser reconocida mundialmente por el diseño y construcción de helicópteros, tanto para uso comercial como para su empleo en operaciones militares y ha producido el UH60 Black Hawk no solo para las fuerzas norteamericanas sino para más de 20 de países como Afganistán, Turquía, Colombia, Venezuela, Chile, Argentina, Brasil y México.
Te podría interesar
Halcón negro tiene más presencia en Colombia
Baste señalar que es Colombia la nación latinoamericana con un mayor número de estas unidades, con más de un centenar de Black Hawks, empleados desde el año de 1988 a la fecha principalmente en operaciones de combate a los cárteles de la droga y en acciones de rescate e intervención.
De acuerdo con reportes de las Fuerzas Armadas de México, además de la extinta Policía Federal y de la Guardia Nacional, en nuestro país han operado unas 48 aeronaves UH-60 Black Hawk, desde el año 1991 y hasta la fecha, la mayoría de ellas adquiridas bajo el programa de colaboración en materia de seguridad y combate a las drogas entre Estados Unidos y México, denominado “Iniciativa Mérida, pactado por los presidentes George Bush y Felipe Calderón Hinojosa, el cual tuvo continuidad en los gobiernos siguientes, incluido el actual que ha comprometido una revisión a fondo para reorientar el destino de los recursos a la prevención y no a la guerra contra las drogas.
Características del “halcón negro”
En cuanto a sus características técnicas, la página de internet de Sikorsky describe que el UH-60 Black Hawk es un helicóptero utilitario de carga media, de dos motores y un rotor de cuatro palas, con una longitud aproximada de 20 metros desde la pala del rotor en punta al rotor de cola y puede avanzar hasta 583 kilómetros sin recarga de combustible, además de alcanzar una velocidad máxima de 357 kilómetros por hora, con capacidad para trasladar a unas 20 personas o el mismo peso en carga de víveres o equipos de emergencia.
Los modelos más recientes del helicóptero cuentan con la posibilidad de adaptación de armas largas de alto calibre en los costados para el apoyo aéreo en combate, blindaje contra armas de fuego, navegación por instrumentos y visión nocturna, ideal para intervenir rápidamente y con precisión en zonas de difícil acceso. Su costo alcanza los 20 millones de dólares por unidad, es decir más de 400 millones de pesos.
¿Quiénes operan el halcón negro?
Las unidades en México son operadas principalmente por la Fuerza Aérea Mexicana, por la Secretaría de Marina Armada de México y por la Guardia Nacional, pero en el año 2011 el gobierno del estado occidental de Jalisco adquirió la versión S-70i para apoyar en las labores de la policía en la entidad y en tareas de rescate.
Aunque su línea es de corte militar, este tipo de helicópteros junto con sus primos de mayor tamaño los MI-17, se han empleado con efectividad en la atención a emergencias, tales como la implementación de los puentes aéreos tras los sismos, para trasladar damnificados y llevar víveres a comunidades incomunicadas en el estado de Oaxaca o en Guerrero.
Pero estos 20 años de presencia del Black Hawk en México, no han estado exentos de tragedias como la registrada en el estado de Sinaloa. En marzo del año 2020, la Secretaría de Marina informó que un helicóptero de este tipo sufrió un accidente en el municipio de Zongolica, Veracruz, como resultado de dicho accidente, desafortunadamente una persona perdió la vida, un elemento de seguridad que se encontraba en la zona donde se pretendía iba a aterrizar, los tripulantes resultaron ilesos.
Y el otro incidente ocurrió en septiembre de 2013, cuando una aeronave con matricula de la Policía Federal se vino abajo en medio de las inclemencias del clima provocadas por los huracanes Ingrid y Manuel cuando trasladaban víveres a los afectados en la comunidad de La Pintada en el municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Los cinco tripulantes, dos pilotos, un mecánico de vuelo y dos elementos de seguridad perdieron la vida.
Apenas en octubre del año pasado la empresa Sikorsky presentó su más reciente modelo del Black Hawk, el UH-60V, y en alianza con Boeing desarrolló otra unidad de ala rotativa que promete revolucionar el mercado, el “SB-1 Defiant”, por lo que todo apunta a que el Halcón Negro no está en riesgo de extinción en nuestro país y mantiene en funcionamiento tres plantas de mantenimiento, asignadas a la empresa, Aeroservicios Especializados, S.A. de C.V. (ASESA), ubicadas en Monterrey, Ciudad del Carmen y una más en la Ciudad de México.
*El autor es Jorge Flores, estudiante del posgrado en periodismo de la Universidad Anáhuac. La Silla Rota tiene un acuerdo con la institución educativa de promover textos de su alumnado que han sido trabajados con el cuerpo académico.