CASO IGUALA

Verdad histórica, sin derribarse; Murillo Karam, mera estrategia: tío de normalista

Julio César Mondragón Fontes “El Chilango” es uno de los jóvenes torturados y asesinados la noche en que desparecieron los 43 normalistas en Iguala, Guerrero

A Julio César Mondragón Fontes “El Chilango” le quitaron el rostro cuando aún estaba vivo: familiares del joven
A Julio César Mondragón Fontes “El Chilango” le quitaron el rostro cuando aún estaba vivo: familiares del jovenCréditos: Especial
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Si la detención de Jesús Murillo Karam, ex procurador General de la República, no decanta en una nueva línea de investigación, no se tirará la “Verdad Histórica” sobre la noche de Iguala en la que 43 estudiantes de la normal Isidro Burgos -ubicada en Ayotzinapa, Guerrero- desaparecieron y murieron tres más.

Así lo acusó la familia de Julio César Mondragón Fontes, a quien se le conocía como “El Chilango” y fue el único mexiquense que murió la noche del 26 de septiembre del 2014. Él no es parte de los 43 de quienes no se tienen certezas sobre su vida o muerte, de “El Chilango hay hasta una tumba, pero nada de verdades.

Para Cuitláhuac Mondragón, tío de Julio César, la noche de Iguala reescribió la historia personal de su familia y del país entero debido a que, acusa y sabe, fue un crimen de Estado pues entre los normalistas había soldados, al menos uno reconocido ya, infiltrados.

Por ello la detención de Murillo Karam no ha significado un gran cambio, al menos no hasta ahora –lamentó– porque no hay nuevos datos pese a que la Comisión de la Verdad en México presentó su último informe la semana pasada.

“La detención de Murillo puede ser una estrategia política porque coincidentemente viene después del informe y cómo los medios y la gente nacional e internacional está al pendiente de los avances, al otro día lo detienen”.

De acuerdo con el informe de la Comisión de la Verdad en México, la desaparición de los 43 estudiantes en 2014 "constituyó un crimen de Estado" y que no hay indicio alguno de que las víctimas se encuentren con vida; pero a Julio César Mondragón Fontes apenas le dedicaron cinco renglones.

El último reporte

Basado en más de 41 mil documentos que incluyen transcripciones de llamadas telefónicas, mensajes de texto, reportes y decenas de videos de torturas de detenidos del caso, el reporte de la CMEM señala que el crimen de origen, es de Estado pero las interrogantes son latentes en la familia Mondragón Fontes.

“El Informe presentado por Alejandro Encinas nos ha generado nuevas interrogantes y no nos aclara a cabalidad quiénes son los responsables del asesinato de nuestro familiar, Julio César Mondragón, ni por qué precisamente a él lo ejecutaron con la saña con la que lo hicieron”.

En ese sentido, Cuitláhuac, tío de Julio César, puntualizó que la detención del exprocurador de la República, Jesús Murillo Karam, puede ser de alta utilidad en el caso de que aporte datos que esclarezcan la verdad que hasta hoy permanece oscura, de lo contrario resultará irrelevante y será solo un hecho mediático con fines políticos y no de justicia.

“La situación es que si la detención es para que conteste cuestiones que sean útiles, tendría que ser para que aclarara el porqué de la mentira histórica. Si dice que fue por ineptitud, lo dudamos, tiene experiencia y no lo creemos, pero bueno, tomó esa decisión e incluso hizo célebre el ‘ya me cansé’ por posible ineptitud”.

La muerte de Julio César

Antes de desaparecer, Julio César le relató a su novia a través de llamadas y mensajes lo que estaba pasando. Salió de las instalaciones de la Normal Isidro Burgos a Iguala; ya dentro de la terminal de autobuses, abordó la unidad de la línea Costa Line con número económico 2012, iba sentado sobre el tablero de la unidad de autotransporte cuando ocurrió el primer ataque. Fueron dos refriegas a las que sobrevivió.

Después de eso, poco se ha esclarecido. Fue capturado y torturado. Al joven -a quien apodaban “El Chilango”- le quitaron el rostro cuando aún estaba vivo, le sacaron los ojos, le provocaron fracturas múltiples en 40 huesos que comprenden cráneo, cara, tórax y columna vertebral.

El cuerpo de Julio César fue encontrado a 500 metros de una zona militar, su celular fue utilizado incluso después de la hora de muerte, pues los expertos argentinos que ayudaron en el caso determinaron que murió a las 12:00 de la noche, tres horas después de haber perdido contacto con su familia.

Pese a que se le relacionó con el crimen organizado, su familia sabía que no era así, pues además de los valores que se le inculcaron, apenas llevaba dos meses viviendo en Ayotzinapa, él y los otros normalistas que fueron víctimas aquella noche en Iguala, eran de primer año.

En entrevista con La Silla Rota, la familia de “El Chilango” cuestionó porqué un grupo paramilitar se ensañó con un recién llegado a la normal Isidro Burgos.

“Que nos digan quién ordenó esto, no puede ser que haya sido todo orquestado por un pequeño grupo paramilitar. Ya sabemos quienes fueron pero tenemos que ver quién tiene una figura tan grande como para amenazar a un procurador de la República para que se construyera una ‘Verdad Histórica’, aquí el cómo ya lo tenemos, el dónde, no sabemos quiénes ¿quiénes le hicieron esto a Julio César y por qué?”.

Consideraron que el exprocurador Murillo Karam tiene información valiosa y cuantiosa para poder develar el muestreo de la noche de Iguala.

“No solamente él (Murillo Karam), cuando dice el presidente Andrés Manuel López Obrador dice que ya saben qué pasó, queremos que nos lo explique. No dudamos ellos siempre supieron, aquí el asunto es que lo quieran dar a conocer”, añadió Cuitlahuac Mondragón Fontes.

En el caso de Julio César, abundó, ha sido tratado con hermetismo que ha frenado incluso las investigaciones de la familia y recriminaron que las autoridades federales siguen trabajando con la misma información que les entregó la administración pasada por lo que no solamente no hay avance en el caso de Julio César sino en toda la noche de Iguala, porque además de los normalistas hubo civiles muertos, por lo que -insisten- es un crimen de lesa humanidad.

“Para que exista una verdadera ‘verdad científica’ tendrían que haber revisado el expediente que tiene kilométricos libros y cantidades, nosotros hemos tenido acceso a él -por lo menos cuando estaba en Iguala, en ese caso en la instancia local, antes de que lo llevaran a Tamaulipas-, hay declaraciones que son paja, que entrevistan a personas que ni estuvieron cerca y esto pudo ser plan con maña”.

Al inicio de la administración de AMLO fue la última reunión a la que convocaron a los Mondragón Fontes fue cuando se dio a conocer el decreto por el que se investigó la noche de Iguala bajo tres grandes rubros: la desaparición de los 43; los tres normalistas caídos y el tercero era sobre los civiles y los heridos.

“En meses pasados pudimos conocer el Tercer Informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos y Expertas Independientes (GIEI), en el que no se hace mención ni se aborda el decreto en cuestión y sólo se ocupa del componente que hace referencia a los 43 desaparecidos, pero omite los otros dos aspectos del decreto”.

Por ello reprocharon que, en particular, se dejó fuera por completo el tema de Julio César Mondragón Fontes, brutalmente torturado y desollado en vida.

Los otros convocados a declarar

Luego de que el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob), y titular de la Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas Rodríguez, asegurara que no se ha cerrado el caso, los nombres de posibles implicados continúan emergiendo.

De acuerdo con Encinas, fue el fugado Tomás Zerón de Lucio, tras un acuerdo con el gobierno de México que lo obliga a realizar trabajos de delación, el que reveló los nombres de los posibles implicados, además de Murillo Karam.

En esa lista destacan el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre; el actual secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfush; el ex titular de la Unidad Especializada en Materia de Delitos Contra el Secuestro, Gualberto Ramírez Gutiérrez; el almirante Marco Antonio Ortega Siu, ex jefe de la Unidad de Operaciones Especiales de la Marina y el comandante de la Zona Militar en Chilpancingo, Alejandro Saavedra.

“Por supuesto qué hay muchos involucrados pero definitivamente deberían mínimo estar aportando con la autoridad que tienen, no los estamos culpando a todos, las fuerzas castrenses están mostrando mucha resistencia a las entrevistas y a que se les investigue, si tuvieran voluntad para defender la patria, tendrían la obligación de dar información”, añadió la familia de Julio César.

Cabe recordar que Jesús Murillo Karam el exprocurador federal que se encargó en primera instancia del caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, fue detenido cuando salía de la su casa, ubicada en Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México.

Fue acusado de los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia y será este miércoles cuando se defina si es o no vinculado a proceso.