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CARO QUINTERO

Así fue el día que Caro Quintero decidió el futuro del “Kiki” Camarena

Tanto Rafael Caro Quintero como “Don Neto” y Miguel Ángel Félix Gallardo fueron sentenciados por el secuestro y homicidio del “Kiki”

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A las 11 de la mañana del 7 de febrero de 1985 la suerte de Enrique Camarena Salazar estaba decidida. Por órdenes de Rafael Caro Quintero, “El Narco de Narcos”, y de Ernesto Rafael Fonseca Carrillo, “Don Neto”, cuatro sicarios del Cártel de Guadalajara comenzaron a seguir al “Kiki”.

El plagio y asesinato de Enrique Camarena marcó el futuro de ambos narcotraficantes, así como la extinción del grupo criminal que fundaron junto con Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”, el capo que tráfico cocaína a Estados Unidos con Pablo Escobar y los hermanos Rodríguez Orejuela.

Tanto Rafael Caro Quintero como Ernesto Fonseca Carrillo y Miguel Ángel Félix Gallardo fueron sentenciados por el secuestro y homicidio del “Kiki”, así como del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar. El único que se encuentra fuera de prisión es Fonseca Carrillo, quien en julio de 2016 obtuvo un amparo para cumplir su condena en prisión domiciliaria en Atizapán, Estado de México.

La crónica que La Silla Rota le presenta se basa en expedientes judiciales relacionados con las declaraciones de personas que participaron en ambos crímenes, así como en la petición de extradición del gobierno de Estados Unidos en contra de Rafael Caro Quintero.

LA SUERTE DEL “KIKI”

Días antes de que el “Kiki” Camarena fuera secuestrado por el Cártel de Guadalajara, los gobiernos de Estados Unidos y de México tuvieron conocimiento de la amenaza de la organización criminal contra integrantes de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, la advertencia no fue tomada en cuenta por Ignacio Morales Lechuga, ex titular de la extinta Procuraduría General de la República (PGR); José Antonio Zorrilla Pérez, entonces director de la Dirección Federal de Seguridad (DFS); así como por su superior, Manuel Bartlett Díaz, entonces secretario de Gobernación; tampoco por Francis Mullen, entonces director de la DEA.

El cártel había perdido millones de dólares por los operativos que realizaron ambos países para decomisar plantíos y cargamentos, principalmente de marihuana, uno de ellos en el rancho "El Búfalo", ubicado entre los municipios de Jiménez y Camargo, al sur del estado de Chihuahua, en ese entonces, gobernado por Oscar Ornelas Küchle.

La organización criminal comenzó a pedir informes a la Dirección Federal de Seguridad de quiénes eran los culpables. El principal responsable era Enrique Camarena Salazar, una persona identificada como agente de la DEA. El cártel dio la orden de seguir a ciudadanos norteamericanos para evitar más pérdidas y obtener información.

La psicosis generada al interior de la organización originó que el 31 de enero de 1985, al interior del restaurante The Crazy Lobster (La Langosta Loca), fueran asesinados con un picahielos John Clay Walker y lbert Radelat, dos ciudadanos norteamericanos que fueron confundidos con agentes de la DEA, según relata el documento de extradición de Caro Quintero consultado por La Silla Rota.

EL DÍA DEL SECUESTRO

Los expedientes judiciales describen que desde que llegó al Consulado de los Estados Unidos –a las 11 de la mañana del 7 de septiembre de 1985–, la ubicación del “Kiki” fue reportada en todo momento a Rafael Caro Quintero, quien, en coordinación con “Don Neto”, dieron la orden de secuestrar al entonces agente de la Administración para el Control de Drogas.

Poco después de las 14:00 horas, cuando Enrique Camarena Salazar salió del Consulado para trasladarse a un restaurante donde se reuniría con su esposa, Samuel Ramírez Razo, José Luis Gallardo Parra, Jorge Fonseca Uribe “El Güero” y Gerardo Ramón Torres Lepe lo interceptaron.

De acuerdo con las declaraciones judiciales y expedientes del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), José Luis Gallardo Parra identificó al “Kiki” cuando caminaba en las inmediaciones del Consulado para dirigirse a su vehículo.

Gallardo Parra, Torres Lepe y Ramírez Razo descendieron de un Volkswagen Atlantic en el que se encontraban para pedir a Enrique Camarena que los acompañara. Las tres personas se identificaron como elementos de la extinta Dirección Federal de Seguridad (DFS).

El “Kiki” les preguntó el motivo. Sus captores le dijeron que un comandante de la corporación lo quería ver. Él se resistió, por lo que José Luis Gallardo Parra sacó un arma de fuego y lo obligó a subir al vehículo. Le taparon la cara con un “saco tipo chamarra” mientras lo trasladaban a un domicilio ubicado en la colonia Jardines del Bosque.

 

"Se identificaron como elementos de una corporación policiaca y, con el argumento de que un comandante quería platicar con él, trataron de convencerlo de que fuera con ellos. Dudó en acceder, motivo por el cual José Luis Gallardo lo amagó con un arma de fuego y lo introdujo al vehículo que tripulaban para llevarlo a una finca ubicada cerca de la avenida Mariano Otero de Guadalajara"

 

Esa finca se ubica en la calle Lope de Vega 881 de la colonia Jardines del Bosque, un domicilio que fue utilizado como casa de citas por una amante de Ernesto Fonseca Carrillo. Días antes del secuestro desalojaron a las mujeres que se encontraban en el lugar para trasladar al “Kiki” Camarena y Alfredo Zavala Avelar.

“Su compadre Fonseca Carrillo es amante de una tal (…), quien le rentó esa casa donde se dedicaba al lenocinio, pero que previo a los hechos, sacó a las mujeres de ese lugar, para llevar a cabo los planes que tenían contra Enrique Camarena Salazar”.

A ese lugar se ordenó trasladar al “Kiki” para interrogarlo junto con el piloto informante de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, quien fue privado de la libertad a un kilómetro del Aeropuerto Internacional de Guadalajara, de acuerdo con la información incluida en los expedientes consultados por La Silla Rota.

Según los testimonios de las personas que participaron en los secuestros y homicidios, Zavala Avelar proporcionaba información al “Kiki” de los plantíos de marihuana que identificaba cuando realizaba sobrevuelos.

 

"Circulaban en un vehículo con el mencionado, Alfredo Zavala que aproximadamente a un kilómetro de distancia de la mencionada terminal aérea, un grupo de personas que portaban armas de fuego y tenían el rostro cubierto, los interceptó y de manera violenta bajaron a Alfredo para subirlo a otro vehículo y se lo llevaron"

 

LA CASA DE LOPE DE VEGA

Al llegar a Lope de Vega 881, José Luis Gallardo Parra entregó a Rafael Caro Quintero a Enrique Camarena Salazar. “Caro lo abrazó” y lo trasladó a un cuarto del inmueble donde fue amordazado y amarrado de las manos.

“José Luis Gallardo Parra le entregó a Rafael Caro Quintero a Enrique Camarena Salazar; sitio en el que Caro Quintero abrazó a Enrique Camarena Salazar y lo introdujo al domicilio instalándolo en una de las recámaras”.

A las 15:30 del 7 de febrero de 1985, al mismo número de la calle Lope de Vega llegó Ernesto Rafael Fonseca Carrillo, “Don Neto”. Minutos después inició el interrogatorio y tortura contra el “Kiki”.

 

"Ese mismo día, aproximadamente a las 15 horas con 30 minutos, arribó a ese domicilio Ernesto Rafael Fonseca Carrillo a quien el deponente de viva voz le informó que ya habían secuestrado a Camarena Salazar ya que lo tenían en una de las recámaras; razón por la cual Ernesto se dirigió a una de las habitaciones para verlo y pocos minutos después lo vio salir de la misma y se percató que Enrique Camarena Salazar estaba recostado en la cama, maniatado"

 

El primero en interrogarlo fue Fonseca Carrillo, “Don Neto”. El “Kiki” proporcionó información que lo incriminaba a él, a Miguel Ángel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero. Segundos después ordenó a integrantes del cártel que “golpearan a ‘Kiki’. Después ‘Don Neto’ se retiró del lugar”.

La tortura se prolongó hasta las 17:00 horas del 8 de febrero de 1985. En ella participó Rafael Caro Quintero, según relatan los expedientes judiciales. Fonseca Carrillo regresó al lugar y pidió a Caro Quintero hablar con el “Kiki” Camarena, a lo que Rafael le comentó que no podía porque estaba muy golpeado.

“Fonseca Carrillo se dirigió a Caro Quintero para preguntarle por Camarena porque quería platicar con él, a lo que Caro Quintero le dijo que ya no podía hablar porque estaba muy golpeado; situación que provocó un altercado entre ambos”.

EL ARRIBO DEL JEFE DE JEFES

Por la tarde del 8 de febrero de 1985, a Lope de Vega 881 llegó Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”. En el lugar se reunió con Caro Quintero y Fonseca Carrillo, este último le comentó que la DEA lo identifica como el principal objetivo.

Félix Gallardo habló con ambos narcotraficantes antes de dirigirse a la recamara donde se encontraba el “Kiki” para preguntarle por qué lo consideraban el principal narcotraficante de México, a lo que el “Kiki” respondió: “por ser el principal introductor de cocaína a los Estados Unidos”.

“Estando reunidos Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero y su compadre Ernesto Fonseca Carrillo, procedió a informarle a su compadre delante de estas personas, los datos que ya tenía, diciéndole que el más importante que tenía la DEA, en primer lugar, era Félix Gallardo, después a Rafael Caro Quintero y por último a su compadre Ernesto; observó que Miguel Ángel Félix Gallardo se levantó a interrogar a Camarena, quedándose en la otra recámara Ernesto y Rafael”.

 

{"quote":"Entonces, que acompañó a Miguel Ángel Félix Gallardo con Camarena, quien estaba amarrado de las manos por la espalda, hacia la altura de la cintura, escuchando que Félix Gallardo le preguntó por qué la DEA lo tenía considerado como el más importante narcotraficante mexicano, respondiéndole que por ser el principal introductor de cocaína a los Estados Unidos"}

 

Tras escuchar el motivo, “Félix Gallardo ordenó a las personas que se encontraban con él que salieran de la habitación para hablar con Camarena Salazar. Una de las personas que presenció el momento en que Félix Gallardo se quedó solo con el “Kiki” hizo una descripción de él que permitió identificarlo.

“La media filiación de Félix Gallardo: como de dos metros de estatura, complexión delgada, color piel blanca, cabello negro, lacio y se lo peina de lado, frente grande, con ligeras entradas, cejas medianas, nariz recta grande, boca grande, labios delgados, mentón grande medio oval, pómulos prominentes, cara un poco alargada, orejas grandes, tiene aproximadamente como unos cuarenta y dos años de edad, sin señas particulares, utiliza por lo general un automóvil Mustang color negro, y casi siempre anda solo y a veces usa un Mustang color amarillo”.

 

Se desconoce qué fue lo que habló Miguel Ángel con el “Kiki”, sin embargo, al terminar de interrogarlo continuaron golpeándolo. Después de dialogar con el “Kiki”, Miguel Ángel Félix Gallardo dialogó con Caro Quintero, Fonseca Carrillo y una persona más. En la conversación consideraron que “la situación estaba muy caliente, porque habían llegado muchos investigadores a Guadalajara”.

“Se dirigieron a la recámara en donde estaba Camarena Salazar recargado en la pared aún con vida. Lo pusieron boca arriba sobre el piso y lo golpearon todavía fuertemente, decidiendo amordazarlo, lo cual provocó su asfixia. Esto lo hizo Fonseca Carrillo, quien le introdujo pedazos de trapo en la boca y le tapó alrededor de la misma –así como la nariz– con tela adhesiva, para obstruirle la respiración”.

 

{"quote":"En el mismo momento y en el mismo vehículo fue subido el cuerpo del piloto de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, quien también fue secuestrado, torturado y ultimado"}

 

Los testimonios de las personas que participaron en el homicidio del “Kiki”, describen que, antes de perder la vida, “lo sacaron de la recámara moribundo, sosteniéndolo de los brazos, pues ya no podía mantenerse en pie y atravesaron el jardín hasta donde estaba un automóvil”.

“Enrique Camarena estaba vestido sólo con calzoncillos y camiseta, lo metieron en la cajuela, momento en el que la persona apodada ‘El Güero’ tomó una llave L (utilizada para cambiar llantas) y golpeó a Camarena Salazar en el cráneo. Enseguida salieron del inmueble de Lope de Vega con el cuerpo de él y de Zavala Avelar”. (Fojas 4584 a la 4587 del tomo VIII).

EL HALLAZGO DE LOS CUERPOS

Casi un mes después de su desaparición, los cuerpos de Enrique Camarena Salazar y de Alfredo Zavala Avelar fueron encontrados durante diligencias realizadas por la Dirección de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán, en las inmediaciones del Rancho la Angostura, municipio de Zamora.

“En efecto, de las actuaciones practicadas la averiguación previa (…), de la Dirección de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán, relacionada con el hallazgo y levantamiento de dos cuerpos sin vida, el cinco de marzo de mil novecientos ochenta y cinco, en la localidad de La Angostura , del municipio de Vista Hermosa en esa entidad federativa, destaca que (…) fue quien localizó los cadáveres al percatarse de un mal olor, que producían unos bultos ‘entre el matorral’, al aproximarse eran dos cadáveres(…) que son vecinos del poblado de la Angostura del Municipio de Vista Hermosa, Michoacán”.

Los cuerpos, en avanzado estado de descomposición, fueron identificados días después por los familiares de ambas personas. El parte medio que escribió el personal relata por sí mismo la tortura en contra de Enrique Camarena y de Alfredo Zavala.

 

{"Los aludidos medios de prueba, demuestran que el 8 de febrero de 1985, durante el tiempo que Alfredo Zavala Avelar y Enrique Camarena Salazar permanecieron privados de la libertad, fueron severamente violentados; asimismo, sus ejecutores materiales les introdujeron trozos de tela en la boca, les obstruyeron las vías respiratorias con cinta adhesiva, provocándoles la asfixia por sofocación; además, los golpearon en la cabeza con una llave en forma de ‘L’, y se deshicieron de los cuerpos, localizados el referido 5 de marzo siguiente, en la comunidad de La Angostura"

 

“Decesos que se suscitaron con motivo de las alteraciones causadas por las lesiones que les fueron ocasionadas (entre el 7 y el 8 de febrero de 1985); éstos se verificaron dentro de los 60 días contados desde que fueron lesionados, ya que sus respectivas muertes acaecieron precisamente el 8 de febrero, todo lo cual dictaminaron los peritos oficiales especialistas en la materia”.

Caro fue detenido en abril de 1985 en San Rafael de Ojo de Agua en Alajuela; Fonseca Carrillo fue capturado en Puerto Vallarta, Jalisco el mismo mes; mientras Miguel Ángel Félix Gallardo fue asegurado en abril de 1989, en Guadalajara.

Aunque Rafael Caro Quintero, “El Narco de Narcos”; Ernesto Rafael Fonseca Carrillo, “Don Neto” y Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes” ya fueron sentenciados por el crimen, hasta el momento ninguno de los tres narcotraficantes ha pagado los daños causados por la muerte de ambas personas, montó que fue establecido en más de 20 millones de pesos. A 37 años del secuestro y homicidio del agente de la DEA y del piloto mexicano, las familias siguen esperando que se les haga justicia.