Las fiestas decembrinas se aproximan y con ellas se avecinan las ya tradicionales posadas mexicanas, si bien el inicio de estas ha tenido algunas variaciones con el paso del tiempo, las posadas son eventos que aún perduran en la temporada navideña.
A pesar de que la gente a veces adelanta su inicio y las celebran antes de tiempo, por diversas razones, las posadas, estas tradicionales fiestas representativas de la época, que se celebran nueve días antes de que ocurra la Navidad, es decir en esta Navidad 2022 las posadas inician a partir del viernes 16 de diciembre y finalizan el día viernes 24 de diciembre
Son 9 días en los que las celebraciones de las posadas se llevan a cabo en México, fechas que simbolizan los nueve meses de gestación de la virgen María. Éstas terminan con la celebración del nacimiento de Jesús en la Navidad; es decir a las 11:59 del 24 de diciembre.
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¿Cómo se celebra una posada mexicana?
Vale la pena mencionar que en México, las posadas son celebraciones en donde se acostumbra tomar ponche de frutas, y a realizarlo en grandes cantidades, se puede ver en la calle canastas de dulces o fruta para las piñatas, (misma fruta que se usa para hacer el ponche); hay comida, luces de navidad y su origen es de tipo religioso.
Las posadas llegaron a México de la mano de la conquista española, sustituyendo la tradición de los aztecas, la cual celebraba el mes del Paquetzaliztli en diciembre para conmemorar la llegada del dios Huitzilopochtli a la tierra.
A diferencia de hoy en día, la antigua celebración de las posadas comenzaba el 6 de ese mes y duraba 20 días. Durante ese tiempo se colocaban banderas en los árboles frutales y estandartes en todos los templos principales.
sin embargo, para los cristianos provenientes de España, la posada es una celebración que emula la travesía que hicieron María y José, de Nazaret rumbo a Belén, para dar a luz a su hijo Jesús. Según la creencia, al llegar a su destino, los padres del Niño Dios no encuentran albergue y son rechazados de casi todos los lugares en los cuales que piden posada. Ante tal situación, no les queda opción más que refugiarse en un humilde establo donde finalmente llega al mundo el hijo de Dios.
Es así como en los hogares mexicanos trasladaron esa creencia a la actualidad, a través de generaciones, y se acostumbra a que los anfitriones de la posada alberguen a la gente que funge como peregrinos ávidos de alojamiento detrás de la puerta, mientras se entonan letanías para pedir posada, con velas encendidas, hasta que logran entrar a la casa.
Después de entrar al hogar brindado, se ofrece a los invitados una cena, regularmente comida típica, acompañada de refrescos, aguas de sabores, desde luego el tradicional ponche, los buñuelos, las frutas de temporada y las infaltables piñatas.
Con respecto a dichas celebraciones, el Gobierno de la república menciona que "las posadas navideñas mexicanas inundan los hogares con dulces aromas y sabores del campo mexicano, que están presentes en todos y cada uno de los alimentos que distinguen esta bella temporada".