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Adiós a las conferencias de López-Gatell; 506 días de contradicciones, mentiras…

En total, fueron 506 días en los que hubo una cascada de contradicciones sobre cifras y acciones para combatir al virus

Escrito en NACIÓN el

Después de 16 meses de pandemia, las conferencias sobre el avance de la covid en México llegaron a su fin, según indicó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell. En total, fueron 506 días en los que hubo una cascada de contradicciones sobre cifras y acciones para combatir al virus.

El número de pruebas de diagnóstico que se hacen, el rechazo al uso del cubrebocas, el subregistro de muertes, las dudas sobre el semáforo epidemiológico y la disminución en los contagios son algunos de los temas en los que el subsecretario ha caído en contradicciones a lo largo de la pandemia, aunque sin reconocer fallas en la estrategia.

La tarde de este miércoles, López-Gatell dio a conocer, de pronto, que este viernes 11 de junio será la última conferencia sobre el virus Sars-CoV2, bajo el argumento de que México lleva cuatro semanas de disminución en los contagios, aunque el anuncio se dio después de uno de los varios choques que tuvo con la prensa.

“De modo que también para que todos y todas tengan claridad este viernes 11 de junio tendríamos el cierre del ciclo de la vespertina, la nocturna, por el momento, pero quedan abiertos otros espacios que estaremos conduciendo, a lo mejor ya desde la Secretaría de Salud y los martes por supuesto hasta ahorita seguimos con la instrucción y la invitación del presidente de venir al Pulso de la Salud los martes en la conferencia matutina”, dijo.

Para Malaquías López Cervantes, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM y vocero para el covid-19, esta decisión parece ser tomada porque el subsecretario se sintió incómodo. “Es como un berrinche, como que se enojó Huguito porque le cuestionaron que la información que ha dado no es suficiente y ahora toma la decisión de ‘ah, sí, pues ahora ni conferencias habrá’”.

Sobre las conferencias, Xavier Tello, analista y consultor de políticas en salud, señaló que “no las vamos a extrañar, porque se habían convertido en una cosa monótona, en donde venían y nos daban unas cifras, nos leían unas diapositivas, que para algunos de nosotros lo peor que puede suceder es que alguien se pare enfrente y te lea lo que tú estás leyendo".

“Después hicieron un ejercicio de contestar preguntas a modo, no contestar lo que no querían o traer un desfile de cosas que no les preguntamos, como cuando trajeron a la jefa de las enfermeras. Lo hicieron como una extensión de las mañaneras, eran cinco horas a la semana extra de tiempo gubernamental”, criticó.

Sin embargo, ambos especialistas destacaron que la desaparición de estas conferencias solamente abonará más a la opacidad, pues no habrá forma de cuestionar la información que muestra el gobierno y en otros casos, como en el de la vacunación, no hay datos abiertos, lo que hace difícil analizar si los datos son correctos.

LOS 16 MESES DE CONTRADICCIONES

En febrero de 2020 López-Gatell fue denominado como el “rockstar 4T” pues gran parte de la población confiaba en él y hasta llegó a tener club de fans. Sin embargo, con casi 230 mil decesos oficiales sobre sus hombros y más de 2 millones 400 mil personas que se contagiaron, paulatinamente se derrumbó su credibilidad, por hacer todo lo que él mismo prohibió a la población; por anteponer la política a la ciencia, por no admitir errores ni tener la humildad para cambiar el rumbo.

Desde las primeras semanas de la pandemia el gobierno minimizó la gravedad del virus Sars-CoV2 y el impacto que podría tener en el país. En la primera conferencia vespertina, el 29 de febrero de 2020, un López-Gatell serio y sereno salió a cuadro a tranquilizar a la población diciendo que no era una emergencia.

“Hoy el coronavirus 2019, no hemos considerado que cumplan las condiciones para ser considerada una emergencia, ojo no quiere decir que no sea relevante y que no sea una epidemia, indiscutiblemente es una epidemia, pero no automáticamente toda epidemia se vuelve una emergencia, depende fundamentalmente de qué tan grave es la enfermedad y que tanto puede afectar no solamente la salud y la vida de las personas si no el funcionamiento de la sociedad”, dijo en aquella ocasión.

Fue el 16 de marzo, dos días antes de la primera muerte por coronavirus en el país, cuando López-Gatell aseguró que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenía fuerza moral, no fuerza de contagio, al ser cuestionado en la conferencia mañanera, apegándose a la línea del mandatario, no a algún sustento científico.

Ahí mismo señaló que no era necesario hacerle pruebas al presidente para sus giras ni a toda la gente. “Entró una idea completamente carente de sentido técnico de que México tiene pocos casos porque no hace pruebas, no tiene sentido, así no funciona la vigilancia epidemiológica y así no funciona la atención de la salud, lo que hemos explicado repetidamente es que esta prueba no es una prueba para uso clínico una persona que tenga los síntomas, que tenga la enfermedad, no sirve de nada saber si es positivo o negativo, porque razón porque la atención médica de una persona con covid, la enfermedad Que produce el nuevo coronavirus es exactamente igual se sepa que tiene o que no tiene el virus”.

Desde entonces comenzó la debacle. Su reiterada negativa a aumentar el número de pruebas de diagnóstico evitó que hubiera rastreo de contactos y, por tanto, generó que no se controlara la epidemia.

EL DESDÉN POR EL CUBREBOCAS Y LAS ESTIMACIONES FALLIDAS

A eso siguió su desdén por el uso del cubrebocas, el cual se tardó mucho en recomendar, probablemente por la negativa del presidente López Obrador a usarlo, incluso después de que se enfermó de coronavirus a finales del año pasado.

En abril de 2020 se le escuchó decir frases como: “No sirven las mascarillas para protegerse si soy susceptible y quiero tener una defensa contra que me caigan las partículas contagiantes de secreciones respiratorias” y “el usar cubrebocas tiene una pobre utilidad o incluso tiene una nula utilidad”.

Posteriormente tuvo que recular, a medias, y declaró: “No digo que no sirva, lo que digo es: sirve para lo que sirve y no sirve para lo que desafortunadamente no sirve”, que es una de las frases más recordadas del subsecretario sobre el uso del cubrebocas como medida de prevención contra el virus Sars-CoV2.

Asimismo, fallaron todas las proyecciones que hizo el subsecretario, como la que hizo el 4 de junio del año pasado, cuando dijo que en un “escenario catastrófico” habría 60 mil muertes por coronavirus, cifra que ya fue rebasada más de tres veces.

“Tuvimos un conjunto de números que presentó el doctor López Ridaura en una ocasión aquí cuando habló del proceso de escalamiento hospitalario y la procuración de insumos, el mínimo era 6 mil, otro escenario era 8 mil, otro era 12 mil 500, que lo presentamos en una conferencia de prensa el 27 de febrero, allá en Lieja, en la Secretaría de Salud, y teníamos así hasta 28 mil, que se redondea a los 30 mil, incluso un escenario muy catastrófico que pudiera llegar a 60 mil. ¿Cuál de ellos es el real? La respuesta es: todos pueden ser reales en distintas condiciones”, expresó López-Gatell.

NO PREDICÓ CON EL EJEMPLO

El subsecretario López-Gatell no se dio cuenta que al ser el “zar de la pandemia de covid” era un ejemplo para la población.  En al menos dos ocasiones no cumplió con su famosa frase “quédate en casa”, pero después se molestó cuando fue cuestionado y alegó que eso forma parte de su vida privada.

El caso más reciente fue el 10 de marzo de este año, cuando reapareció tras haber estado 19 días en aislamiento por covid-19. En la conferencia dijo, de manera virtual, que, aunque ya no tenía síntomas había dado positivo en la prueba que se hizo ese mismo día en el Indre, y por eso no asistió de forma presencial.

“Esto quiere decir que todavía tengo una carga viral suficientemente alta para ser contagioso y, aunque tengo ya el alta médica, no tengo el alta epidemiológica, por lo tanto, entonces no podré incorporarme, como lo planeaba, mañana por la mañana a las actividades normales”, declaró.

Paralelamente, en redes sociales circularon fotos de él paseando con su pareja en la colonia Roma, incluso sin cubrebocas. Las críticas porque salió a pasear a pesar de que todavía era positivo al virus Sars-CoV2 no se hicieron esperar, pero cuando se le preguntó en la conferencia, prefirió evadir el cuestionamiento y culpar a los medios de comunicación.

A esto se suma la opacidad, disfrazada de privacidad, que hubo alrededor de la enfermedad del subsecretario. En reiteradas ocasiones López-Gatell dijo a la población que solo fueran a un hospital en caso de tener síntomas graves de covid-19.

Él fue la excepción, porque según lo que se informó recibió atención médica en la Unidad Médica CitiBanamex, aunque siempre se dijo que tenía síntomas leves. Después se supo que su oxigenación bajó y que le administraron un medicamento, presuntamente remdesivir, el cual la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios se opuso a aprobar en dos ocasiones, pero que curiosamente aceptó tras la recuperación del subsecretario.

El paseo en la Roma no fue el primer acto incongruente del subsecretario, ya en Año Nuevo había sido criticado por irse de vacaciones a Zipolite, Oaxaca, a pesar de que él recomendaba su famosa frase “quédate en casa”.

“No tengo nada que ocultar. Efectivamente, fui a la costa de Oaxaca, a la región de Pochutla, el municipio de San Pedro Pochutla. Es un sitio hermoso con población, una población muy generosa, muy benévola y fui a visitar a familiares muy cercanos, a personas muy amigas y estuvimos en una casa particular durante los días del fin de año”, declaró.

SE ACABAN CONFERENCIAS, PERO LA PANDEMIA SIGUE Y AL ALZA: ESPECIALISTAS

La Secretaría de Salud ha indicado que a nivel nacional van 20 semanas de disminución de casos de covid, pero los doctores López Cervantes y Tello alertaron que la tendencia está cambiando y que el hecho de que no haya conferencias puede ocasionar que la población piense que la situación está mejor de lo que realmente ocurre.

“Perdón, la pandemia no ha terminado, lo que estamos viviendo es un periodo de baja contagiosidad que está empezando a terminar, porque ya estamos viendo claramente que hay otra vez repuntes en Quintana Roo y otros estados, ya quitaron la conferencia, pero vamos a seguir en pandemia y es muy probable que vayamos a ver repuntes o pudiéramos en un descuido tener un repunte enorme como el que tuvieron en la India”, advirtió Tello. 

“Creo que el argumento de que han disminuido los casos no se sostiene en virtud de que justo está sucediendo lo contrario, hay varios lugares del país donde se está comportando distinto la epidemia, donde se ha visto un repunte de casos y creo que a eso hay que darle un seguimiento cercano, para que no nos tome por sorpresa una posibilidad de cambio en la tendencia de la epidemia”, señaló López Cervantes.

Ahora bien, si ya el principal eje para el Sector Salud no será la pandemia de covid, ¿en dónde debería poner mayor atención la Secretaría de Salud? Para Tello hay varios temas que deben ser prioridad como el presupuesto en salud, que disminuyó y además tuvo un subejercicio, y el Instituto de Salud para el Bienestar que desde que inició operación con tropiezos.

Sin embargo, López Cervantes y Tello coincidieron en que el principal tema para Salud debe ser la atención a pacientes con otras enfermedades, quienes se vieron afectados por la reconversión de los hospitales desde hace más de un año y que a la fecha no han logrado recibir los servicios que requieren, desde consultas hasta cirugías.

MJP