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Secretaria de Cultura habla de “guerra fraterna” en Gaza y la tunden en redes

Alejandra Frausto calificó el conflicto entre Palestina e Israel como una “guerra fraterna”, dichos que provocaron críticas en redes

Escrito en NACIÓN el

La Secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, calificó el conflicto entre Palestina e Israel en la franja de Gaza como una “guerra fraterna”, dichos que provocaron críticas en redes sociales. 

“La historia es una gran maestra acerca de lo que se debe y no se debe de hacer, es posible de ejemplo para otros momentos, estamos viviendo ahorita una guerra fraterna de cuánto tiempo en la franja de Gaza, se están matando hoy, este día”, dijo Frausto.

Las palabras de la secretaria se dieron tras la inauguración del memorial “La matanza de chinos de Torreón" realizado en el Museo Arocena, en Torreón, Coahuila.

Esto en el marco de la disculpa del gobierno de México a la comunidad china por el asesinato de más de 303 de sus miembros durante los primeros años de la Revolución Mexicana.

También se dio tras varios días de bombardeos entre israelíes y palestinos que ha dejado más de 200 muertos, la gran mayoría del lado de Palestina. 

El término “fraterno” de Alejandra Frausto pareciera, sin embargo, no estar tan alejado al conflicto, pues dicha palabra viene de “fraternal” que significa “que se hace entre hermanos o que es o se considera propio de la relación entre hermanos”.

Y es que ambos países, que desde principios del siglo XX pelean el territorio entre el valle del Río Jordán y el Mar Mediterráneo, dicen ser descendientes de dos comunidades que estuvieron asentadas ahí: los hebreos -de lado de los judíos- y los filisteos -del lado de los palestinos-.

EL LARGO CONFLICTO ENTRE ISRAEL Y PALESTINA

El conflicto entre Israel y Palestina es difícil de explicar, pues son diferencias de varios años atrás. 

El punto de quiebre, sin embargo, comenzó a finales del siglo XIX, cuando en Europa tomó fuerza el sionismo, cuyo objetivo era crear un Estado Judío para acabar con las persecuciones y exilio contra los judíos desde innumerables años atrás a causa del antisemitismo.

Los judíos decidieron entonces asentar su Estado en tierra santa, el territorio que está entre el valle del Río Jordán y el Mar Mediterráneo, donde se encuentra Palestina, la cual también considera ese lugar como santa, al igual que los católicos.

En ese entonces, el territorio pertenecía al Imperio Otomano, sin embargo, tras la Primera Guerra Mundial, éste desapareció y dichas tierras quedaron en manos de Reino Unido, país que apoyó que se instalara en ese lugar el Estado Judío, a través de la declaración de Balfour. 

Esta declaración, cabe mencionar, destacaba que la inclusión del Estado Judío en Palestina no debía perjudicar los derechos de la comunidad no judía en la zona. 

Fue entonces que entre las décadas de 1920 y 1930, los judíos comenzaron a instalarse en esa región, posteriormente se sumaron los que huían del holocausto ocasionado por la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Para acabada la guerra, en la zona la mitad de la población ya era judía y los conflictos comenzaron. 

En 1947, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó el “plan de partición” con la intención de acabar con los choques entre judíos y árabes. Básicamente buscaban crear dos estados: el árabe y el judío, mientras que Jerusalén tendría un régimen especial.

Los judíos aceptaron la propuesta, pero los árabes no, pues lo consideraron una pérdida de su territorio, por lo que el plan de la ONU se descartó. 

Al año siguiente, se proclamó el Estado de Israel y sus cinco países árabes vecinos -no sólo Palestina- le declaran la guerra, misma que terminó tras 12 meses de batalla provocando la expansión del territorio judío, desplazando a árabes y dividiendo Jerusalén. 

Y aunque la guerra acabó, los conflictos siguieron entre árabes y judíos, hasta los acuerdos de Camp David, en 1978, cuando Egipto -uno de los países árabes en conflicto con los judíos- firmó la paz con Israel.

Ningún otro país árabe -más que Jordania- se sumó al acuerdo de paz, sin embargo, los acuerdos significaron el final de la guerra abierta entre Israel y sus vecinos árabes, quedando únicamente Palestina. 

Desde entonces, israelíes comenzaron a realizar asentamientos en territorio palestino, quienes acusan a Israel de demoler sus casas, expropiar sus tierras y restringir su libertad de movimiento, incluso la ONU considera ilegal estos asentamientos. 

Posteriormente nació la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) formada por movimientos políticos y paramilitares para detener el avance de Israel y regresar a los desplazados palestinos. 

Esta organización, sin embargo, llevó la guerra contra Israel más allá de territorio árabe, por ejemplo el secuestro y asesinado de 11 atletas israelíes durante los Juegos Olímpicos de Múnich, Alemania, en 1972.

La disputas siguieron hasta 1993, cuando se firmaron los acuerdos de Oslo, entre la OLP e Israel que contemplaba el fin de la violencia y el terrorismo entre ambas naciones, así como al convivencia mutua, como consecuencia nació el Estado Palestino, reconocido por la mayoría de los miembros de la ONU. 

Los acuerdos dividieron Cisjordania en tres partes: el área A, bajo responsabilidad de Palestina; el área B, bajo control administrativo palestino y militar israelí; y el área C, perteneciente a Israel.

Aún así las tensiones y enfrentamientos entre ambas naciones continuaron, aún más cuando Israel comenzó la construcción de un muro -que aún continúa- en sus fronteras con Palestina, sin embargo, también lo ha hecho dentro de territorio árabe, lo cual ha sido criticado por autoridades internacionales. 

En 2017 se intensificaron cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció a Jerusalén como la capital de Israel. 

Los bombardeos entre ambos países continúan, pero han sido más intensos los ataques de Israel bajo el argumento de que es en respuesta de los ataques palestinos, sin embargo, los ataques no vinen como tal de Palestina, sino de parte de grupos islámicos terroristas que no reconocen los acuerdos de paz entre ambas naciones. 

El número de víctimas en sólo los últimos 20 años evidencia la diferencia del poderío de los ataques entre ambas naciones: más de mil 200 muertos del lado de Israel y más de 8 mil 400 de Palestina. Y la guerra sigue.


Con información de la BBC

rgg