El caso de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, detenido en Estados Unidos por presuntos nexos con el narcotráfico, podría convertirse, de cierta manera, en uno muy parecido al del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional en la administración de Enrique Peña Nieto.
Tony Payan, coautor del libro “Las cinco vidas de Genaro García Luna”, explicó que si el exfuncionario logra un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y es repatriado a México, no habría justicia.
Tal como pasó con Cienfuegos, quien luego de ser repatriado de Estados Unidos -donde era acusado también de nexos con el narcotráfico- por presiones del gobierno de México, la Fiscalía General de la República (FGR) decidió no ejercer acción penal en su contra.
“Regresar a Genaro a México, lo estamos viendo con Ancira, lo vimos con la Estafa Maestra, con Lozoya, en México no hay justicia, y al final es un gran edificio de espejos y humos, donde nunca supimos la verdad”, detalló Payan, durante la presentación del libro en el Seminario sobre Violencia y Paz, en el Colegio de México.
El escritor hace referencia a los casos de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex); de Alonso Ancira, exdirector de Altos Hornos de México; y de Rosario Robles, extitular de las secretarías de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, quienes se han visto beneficiados por acuerdos con la FGR.
“Lo mejor es que García Luna sea juzgado en Nueva York de manera abierta para acceder públicamente a las transcripciones del juicio, a la evidencia, a los argumentos y podamos entender”, dijo Tony Payan.
En el mismo sentido, Jorge Tello, experto en seguridad, rechazó que si bien es poco probable que haya una intervención del gobierno de México en el caso de García Luna, como en el de Cienfuegos, acepta la posibilidad de que no haya juicio y que el exfuncionario regrese a México.
Por su parte, Guadalupe Correa, también coautora del libro “Las cinco vidas de Genaro García Luna”, se muestra más escéptica con el hecho de que vaya a haber un juicio contra el expolicia en jefe de Calderón.
“Veo cada vez menos cercano que se haga justicia en Estados Unidos [...] el juicio se está atrasando y atrasando”, lamentó Correa.
SEGUIMOS LA MISMA ESTRATEGIA
Por su parte Peniley Ramírez, periodista y autora del libro “Los millonarios de la guerra”, aseguró que a la fecha se sigue la misma estrategia de seguridad que planteó García Luna.
“Cuando García Luna dice en este momento en México se siguen usando mis ideas, mis propuestas, lo peor es que es verdad”, lamentó Ramírez.
Y agregó: “Lo peor es que en la administración militarista actual se siguen usando como medida del éxito cuánto se decomisó, a quién se detiene, tenemos al presidente inaugurando cuarteles como muestra de su buen actuar político y eso sí que trasciende a García Luna”.
Por otra parte, Guadalupe Correa criticó la relación que tuvo Estados Unidos con García Luna, a quien calificó como uno de los mejores empleados del gobierno estadounidense en el combate a las drogas, que colaboró con la DEA, que fue arropado y estuvo apunto de conseguir la ciudadanía, hasta que fue sorpresivamente detenido.
PERSONALIZACIÓN EXTREMA DE LA POLÍTICA
Tello explicó que gran parte del problema del Estado mexicano es que se basa en personas y no en instituciones.
Tony Payán coincidió con Tello y aseguró que los personajes políticos se creen eternos, cuando México sigue renqueando con el tema de las instituciones.
Payan explicó que cada presidente, cuando llega al poder, elimina lo que hay, hace algo nuevo, no termina de madurar y viene el que sigue y lo desaparece. Un ejemplo de ello es la Policía Federal, que fue desaparecida para crear la Guardia Nacional.
El coautor de “Las cinco vidas de Genaro García Luna” explicó que también se ve en la mirada que cada presidente hizo de la seguridad:
Felipe Calderón lo convirtió de un problema de seguridad pública a uno de seguridad nacional; Enrique Peña Nieto de un problema de seguridad nacional a un problema político y López Obrador no se ha definido, quizá, dijo, por un problema de imagen o ignorancia.
En el mismo sentido, Peniley Ramírez destacó que actualmente con el presidente Andrés Manuel López Obrador hay una personalización extrema de la política pública, pero que no está exento de sexenios anteriores.
CINCO AÑOS GARCÍA LUNA LIBRE
En enero del año pasado, Jesús Esquivel, periodista y autor del libro “El juicio. Crónica de la caída del Chapo”, explicó a La Silla Rota cómo sería el escenario de García Luna si decide col aborar con el gobierno de Estados Unidos.
“Como testigo cooperante, enfrentaría una condena máxima de 10 años, escapándose de la cadena perpetua […] el Departamento de Justicia puede hacer una carta de recomendación al juez diciendo ‘se ha portado bien el jovencito, queremos cinco años de sentencia máxima”.
Tras cumplir esta breve condena, detalla Esquivel, García Luna sería deportado a México, momento en el cual el gobierno mexicano tendría que hacer efectiva una orden de aprehensión en su contra, sino, conservará su libertad.
“Lo van a deportar, ahí es cuando el gobierno mexicano debería echarle el guante o dejarlo ir”.
