El negocio era muy sencillo, ellos recibían droga del Cártel de Sinaloa para venderla en Estados Unidos y a cambio abastecían de armas de alto poder a la organización criminal en México.
Su nombre no era muy conocido en el mundo del narcotráfico, sin embargo, ya se codeaban con uno de los cárteles más poderosos. Se trata de “Los Campoy”, una banda criminal asentada en South Bay, una región ubicada en las costas de San Diego, California.
Su líder es identificado como David Campoy, un hombre de 46 años, quien se acercó con el Cártel de Sinaloa para obtener metanfetamina y heroína.
El poder de Campoy en el negocio de las drogas en California era tal que ejercía poder de mercado sobre el precio y la disponibilidad de la metanfetamina en el norte de dicho estado.
Por ejemplo, debido a la pandemia de covid-19 y las dificultades que significan que llegará tanto las drogas sintéticas, como los precursores químicos para fabricarlas, provenientes de Asia, el capo alertó que subiría el precio de la sustancia ilegal.
David hizo de este ilícito un “negocio familiar”, sumó a su hijo José Melchor Campoy, de 21 años, quien se encargaba de entregar la droga a otros miembros de la banda para su distribución por territorio estadounidense.
En la estructura de la venta de drogas de “Los Campoy” también aparecen David Wilcott Greenman, Kimberly Carrasco, Juan Carlos Velázquez Ortiz, Ignacio Espinoza, José Manuel Rodríguez Naranjo y Nicolás Ardanuy.
Entre los nombres destaca un personaje solo identificado por su primer nombre y su apodo: Lamberto, “El Tomate”, quien sería el nexo entre “Los Campoy” y el Cártel de Sinaloa.
En cuanto a la red de tráfico de armas, “Los Campoy” fabricaban y exportaban armamento de alto poder que terminaba en México. Conseguían de forma ilegal las armas y los componentes, luego las alteraban para crear nuevas versiones.
David Campoy también era quien supervisaba la red de tráfico de armas, parte de su estructura criminal estaba formada por Michael Ozuna Guizar, Roberto Campoy Robles, Luis Guillermo Sendino e Iván Campoy Morales.
Pese a su bajo perfil, las autoridades estadounidenses ya tenían puestos sus ojos sobre “Los Campoy”, intervinieron sus comunicaciones y fueron detenidos en enero pasado.
Durante la operación contra la banda criminal, fueron incautados 260 kilos de metanfetamina, varios más de heroína y armas de fuego. También hallaron un libro de contabilidad de drogas en el que se registraban cientos de kilogramos de metanfetamina y cientos de miles de dólares en ganancias.
“La gran mayoría de estas drogas se adquirieron en México provenientes del Cártel de Sinaloa de México. Las armas de fuego y sus componentes, como se describe en la acusación, se adquieren en los Estados Unidos para exportar a México”, dijo sobre “Los Campoy”, David L. Anderson, fiscal federal del Distrito Norte de California.
Y agregó: “el flujo bidireccional de cargamentos de drogas hacia el norte y armas de fuego, incluidas armas de asalto, rifles de francotirador y lanzagranadas, hacia el sur es una situación potencialmente peligrosa. Es imposible calificar esta supuesta conducta como sin víctimas”.
Los miembros de “Los Campoy” se presentarán lo siguientes días ante los tribunales, donde enfrentan acusaciones que van desde los cuatro años de prisión hasta la cadena perpetua.
De acuerdo con declaraciones del canciller Marcelo Ebrard, siete de cada 10 armas ilegales que entran a México provienen de Estados Unidos. Estimaciones de la Agencia Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) estima que cada año ingresan más de 200 mil armas a tierras mexicanas por la frontera norte.
California es uno de los principales puntos de acceso de la droga proveniente de México. Para la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), California y Arizona son los principales puntos de la frontera por donde cruza el fentanilo, una droga que tiene a Estados Unidos en emergencia, desde antes de la pandemia.
La DEA señala que por la frontera de California operan principalmente el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
