Durante la semana pasada innumerables fotos y videos fueron difundidos de la boda de la hija de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, en la catedral de Culiacán, Sinaloa.
Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar es producto de la relación entre el capo criminal, exlíder del cártel de Sinaloa, y de María Alejandrina Salazar Hernández, la primera esposa de “El Chapo”.
En tanto, el esposo fue identificado como Edgar Cázares, un hombre proveniente de una longeva familia criminal ligada al cártel de Sinaloa.
Aunque Edgar no ha sido señalado por actividades ilícitas, su apellido lo vincula siempre al narcotráfico.
Cázares es sobrino de Blanca Margarita Cázares Salazar, conocida como “La Emperatriz del Narco”, quien lideraba una red de lavado de dinero para el cártel, particularmente para Ismael Zambada García, “El Mayo”.
A finales de 2007, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos dio a conocer la red de lavado de los Cázares Salazar.
Esta red de operaciones con recursos de procedencia ilícita está conformada por 19 empresas, en su mayoría asentadas en Culiacán, Sinaloa, y Tijuana, Baja California, así como por 22 personas.
En la red de lavado de dinero encabezada por “La Emperatriz del Narco” también formaban parte el esposo de Blanca Margarita, Arturo Meza Gaspar, y sus tres hijos, Arturo, Gipsy y Lizbeth Meza Cazares; así como otros socios de Cázares Salazar.
Además, un hermano de “La Emperatriz del Narco” también es señalado como cabecilla del cártel de Sinaloa: Víctor Emilio Cazares Salazar.
La familia Cázares Salazar ha estado ampliamente relacionados con la familia Guzmán Loera.
En 2008, cuando Edgar Guzmán López, el hijo de “El Chapo” y hermano de Ovidio Guzmán López, fue asesinado en Culiacán por pistoleros de los Beltrán Leyva, entre los abatidos se encontraba Arturo Meza Cázares, hijo de "La Emperatriz del Narco".
Los cuñados de Edgar Cázares son Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, “Los Chapitos”, quienes heredaron el poder criminal que su padre dejó vacante en el cártel de Sinaloa tras su extradición.
Alejandrina Gisselle presume tener una vida alejada de las actividades ilícitas de su padre y hermanos, con un largo historial de empresas fallidas, el proyecto más reciente de Guzmán Salazar es “El Chapo 701”, una marca inspirada en la imagen de Guzmán Loera.
Ahora, un Cázarez y una Guzmán contrajeron nupcias en una práctica común en el narcotráfico para fortalecer alianzas criminales.
(Rodrigo Gutiérrez)