Se acaba el 2020 y con ello el segundo año de la llamada Cuarta Transformación, o simplemente 4T, presumida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y, aunque la secretaría de Gobernación, OIga Sánchez Cordero, presuma que ya se sentaron las bases de la 4T, lo cierto es que este gobierno no ha estado exento de escándalos.
Desde el propio presidente, hasta el principal círculo del gabinete, los escándalos han alcanzado a los protagonistas de la 4T.
EL SALUDO A LA MAMÁ DEL CHAPO
Justo cuando comenzaba la pandemia de covid-19 y tras haber rechazado reunirse con la familia LeBarón, argumentado cuidar la investidura presidencial, López Obrador acudió a Badiraguato, Sinaloa, donde tuvo un breve encuentro con Consuelo Loera Pérez, la mamá de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
El encuentro ocurrió el 29 de marzo, cuando el presidente viajaba en una camioneta y la mamá del capo en otra. El mandatario se bajó del vehículo y fue hasta la puerta de Loera Pérez a saludarla. “Te saludo, no te bajes”, le dijo el presidente a la señora a la vez que la saludó de mano y añadió “ya recibí tu carta”. Los hechos fueron captados en video.
"Ya recibí tu carta". Así fue el saludo de mano del presidente @lopezobrador_ a la mamá de "El Chapo Guzmán" durante su visita en Badiraguato pic.twitter.com/y3PjkHjVf2
— La Silla Rota (@lasillarota) March 30, 2020
Si el saludo de Andrés Manuel a Loera Pérez fue por sí mismo controvertido, lo fue aún más por la fecha en la que lo visitaba, el día del cumpleaños número 30 de Ovidio Guzmán López, hijo de “El Chapo” y nieto de María Consuelo, quien protagonizó el “Culiacanazo” cinco meses antes.
Sobre las críticas, el mandatario federal respondió: "Es la hipocresía del conservadurismo. Hubo un gobierno conservador que negoció con el hijo de la señora y no dicen nada ¡Son hipócritas!", en referencia a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, detenido en Estados Unidos acusado de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa.
"Es la hipocresía del conservadurismo. Hubo un gobierno conservador que negoció con el hijo de la señora y no dicen nada ¡Son hipócritas!" @lopezobrador_ tras críticas por saludo a madre de "El Chapo" en Badiraguato https://t.co/GnbOPNAAoH pic.twitter.com/qnHXGFAEVe— La Silla Rota (@lasillarota) March 30, 2020
La madre de “El Chapo”, dijo el propio presidente, buscaba -por segunda vez- que él le ayudara ante el gobierno estadounidense para que pudiera ver a su hijo sentenciado a cadena perpetua antes de morir. Al final, la madre de “El Chapo” y dos de las hermanas de Guzmán Loera recibieron la visa humanitaria de las autoridades de Estados Unidos.
EL HERMANO INCÓMODO Y EL ZAR DE LOS MEDICAMENTOS
El momento que quizá más ha cimbrado a la 4T fue una serie de videos publicados por Latinus donde Pío López Obrador, hermano del presidente, recibía dinero de David León, quien sería el zar de los medicamentos del gobierno federal y evitaría la corrupción en su compra.
Los videos fueron publicados cuando comenzaban a surgir los señalamientos del entonces recién extraditado Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, contra panistas y priistas por el caso Odebrecht, e incluso se filtraba un video de operadores panistas en el Congreso recibiendo dinero en efectivo.
El dinero, presuntamente del gobierno de Chiapas cuando Manuel Velasco era gobernador -hoy aliado de la 4T-, tenía como destino la campaña presidencial de Andrés Manuel en 2018, año en el que se grabaron los videos.
Al respecto, el presidente llamó a que se aplique la ley aunque sea su hermano a la vez que pidió a sus familiares a portarse bien pues, dijo, no será tapadera de nadie.
Ambos ya declararon ante el Ministerio Público y la Fiscalía General de la República (FGR), así como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se lavaron las manos al respecto y le echaron la bolita al Instituto Nacional Electoral (INE).
LAS CASAS SANDOVAL y ACKERMAN
Los escándalos de la 4T en este 2020 no solo han afectado al presidente, si no también a su gabinete. Las casas millonarias han sido un dolor de cabeza para el gobierno federal.
El año pasado, el escándalo se centró en el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el controvertido Manuel Bartlett, señalado en un reportaje de la periodista Areli Quintero, en la página de Carlos Loret de Mola, de ocultar en su declaración patrimonial 25 propiedades con un valor de 800 millones de pesos. Lo cual negó.
Ahora, el blanco fue la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y su esposo John Ackerman, un columnista, investigador de la UNAM y conductor de televisión, abiertamente pro Morena.
Un reportaje publicado por Latinus señala que la pareja adquirió cinco propiedades al contado en un lapso de nueve años, cuando ambos fungían como académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El valor de estos bienes inmuebles, según el mercado actual, es de 60 millones de pesos, cifra cinco veces mayor que lo que la secretaria reportó al formar parte del gabinete de López Obrador.
Además, el portal publicó que en 2007 la administración capitalina, a cargo de Marcelo Ebrard, habría regalado un terreno a la hoy titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP), ubicado en Santo Domingo de Los Reyes, colonia Pedregal de Santo Domingo Coyoacán.
En respuesta, la SFP publicó un comunicado en el que rechaza las acusaciones del reportaje y asegura que la declaración patrimonial de Sandoval es pública y transparente. También niega que le hayan regalado algún bien inmueble.
Su patrimonio, dice el comunicado, es resultado tanto del trabajo profesional de ella y su esposo. Además, menciona que los “valores actuales” reportados en el reportaje son falsos y producen especulaciones. Los servidores públicos, añade, no tienen la necesidad de declarar un especulativo valor comercial.
RESCATANDO AL GENERAL CIENFUEGOS
El 15 de octubre, el canciller Marcelo Ebrard soltó la bomba: el general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, había sido detenido en Estados Unidos acusado de nexos con el narcotráfico.
La Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) acusaba a Cienfuegos de crimen organizado, lavado de dinero y tráfico de droga. Apodado como “El Padrino”, lo ligaban al cártel de “El H-2”, una célula del cártel de los Beltrán Leyva.
Un mes y dos días después, una bomba aún mayor era soltada: el gobierno estadounidense retiraría los cargos contra Cienfuegos tras un acuerdo entre las fiscalías de México y Estados Unidos.
El gobierno de México había intervenido para que Cienfuegos no fuera juzgado en Estados Unidos y lo repatriaran como un ciudadano libre.
El propio Ebrard y López Obrador argumentaron su intervención en el caso Cienfuegos acusando que no hubo comunicación de Estados Unidos al respecto faltando al respeto la soberanía del país y en los acuerdos bilaterales entre ambos países en materia de seguridad.
Al día siguiente, el 18 de noviembre, la fiscalía federal de Nueva York, que llevaba el caso, solicitó el retiro de cargos contra y ese mismo día fue repatriado a México, donde estuvo en las oficinas de la Fiscalía General de la República (FGR) y luego se fue a su casa.
Hasta el momento no hay orden de aprehensión en su contra y no parece que se esté preparando alguna.
Columnistas señalan que la decisión de intervenir por Cienfuegos, operada por Marcelo Ebrard, se dio luego que altos mandos dentro del Ejército presionaran al presidente y argumentaran su inocencia, entre ellos incluso el actual secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
Diversos medios señalaron además que López Obrador amenazó con no permitir operaciones de la DEA en México si no liberaban a Cienfuegos, hecho que negó el presidente. Sin embargo, Ebrard sí señaló que se puso sobre la mesa revisar los acuerdos entre ambos países si la intervención a favor del general no daba frutos.
Otro de los señalamientos hecho particularmente por Reuters es que Estados Unidos concedió la libertad de Cienfuegos a cambio de que extraditaran a uno de los principales capos de la droga en México, sin detallar quién. El gobierno mexicano también lo rechazó.
Sea como sea, López Obrador utilizó todo el capital político que amasó con su buena relación con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para intervenir por Cienfuegos, en una movida que para muchos huele a impunidad.
LAS POLÉMICAS RENUNCIAS
Este año, López Obrador no estuvo exento de las renuncias de miembros de su gabinete, mismas que estuvieron envueltas en escándalos, desaires y desacuerdos en la 4T.
El caso más sonado fue el de Javier Jiménez Espriú, quien dejó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tras un abierto desacuerdo con el presidente.
El ahora exsecretario no quería que la seguridad de los puertos estuviera a cargo de la Secretaría de Marina (Semar) como lo instruyó Andrés Manuel bajo el argumento de que ahí gobernaba la corrupción, el crimen organizado y solo así se podía combatirlo, así que se fue para dejar el paso libre a esa decisión del tabasqueño.
Otra renuncia polémica fue la de Asa Cristina Laurell, subsecretaria de Integración y Desarrollo del Sector Salud de la Secretaría de Salud.
La entonces subsecretaria argumentó serias diferencias con el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y denunció errores del subsecretario, Hugo López-Gatell. Además, advirtió que buscaban eliminar la dependencia en la que laboraba. Meses después, pasado el escándalo, fue incorporada al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Una renuncia más en medio de acusaciones fue la de Mara Gómez, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV). Dejó el cargo tras asegurar que no había condiciones económicas ni políticas para continuar al frente de la institución.
Mónica Maccise renunció al Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred) luego que realizada un foro contra el rascismo donde invitó al youtber Chumel Torres, hecho que molestó a Beatriz Gutiérrez Müller pues el comediante se ha burlando en varias ocasiones del hijo menor del presidente y la escritora.
Tras la negativa de Gutiérrez Müller, el foro se canceló y, en la conferencia mañanera del día siguiente, el presidente sugirió que el Conapred debía ser desaparecido. A la renuncia de Maccise se sumaron Katía D’Artigues, Mauricio Merino y Regina Tamés, quienes eran parte de la Asamblea Consultiva de este organismo. La última renuncia polémica fue la de Jaime Cárdenas, quien dirigirá el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP). La dimisión fue tras señalar actos de corrupción en la dependencia, mismos que denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR). Entre las irregularidades que señaló fueron deudas, contratos leoninos y mutilación, así como robo de joyas del instituto.