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El memorial abandonado de Juan Camilo Mouriño

A unos cuantos metros del cruce de Paseo de la Reforma y Periférico Norte se encuentra el memorial donde ocurrió el colapso del avión en el que murió el exsecretario de Gobernación

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El reloj marcaba casi las 19:00 horas del martes 4 de noviembre del 2008 cuando un avión proveniente de San Luis Potosí colapso en la esquina de Monte Pelvoux y Ferrocarril de Cuernavaca, en la colonia Lomas de Chapultepec, de la alcaldía Miguel Hidalgo.

En la nave viajaban, entre otras personas, el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño y el exzar antidrogas, José Luis Santiago Vasconcelos.

El saldo del siniestro fue de 16 muertos, nueve a bordo del avión y siete transeúntes, convirtiéndose en un antes y un después para el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón.

Mouriño no solo era el secretario de Gobernación de Calderón, también era un íntimo amigo del presidente e incluso todo pintaba para ser su sucesor como candidato presidencial del PAN.

Un año después del accidente, en el lugar, a unos cuantos pasos del cruce de Paseo de la Reforma y Periférico Norte, a medio kilómetro de Campo Marte y un poco más de la ex Residencia Oficial de Los Pinos, hay un memorial en honor a los fallecidos de hace 12 años.

En la placa central se puede leer: “En la memoria de quienes sirvieron a la patria con rectitud, lealtad y honestidad, y que perdieron la vida en el cumplimiento de su deber en la construcción de un México mejor […] La vida en servicio es una huella que permanece, una luz que no se apaga, una luz que no se calla”.

También están los nombres de los fallecidos aquel 4 de noviembre del 2008.

Hoy, el memorial se encuentra abandonado, la vegetación predomina el lugar, la basura es constante alrededor del lugar e incluso se ha vuelto refugio de indigentes.

Cuando fue inaugurado el memorial, el césped estaba podado, abundantes flores decoraban la placa y la visita de los familiares de los fallecidos en el accidente era constante.  

Las dudas del “accidente”

Desde que ocurrió el siniestro hasta la fecha, la versión oficial indica que se trató de una serie de errores cometidos por el piloto y copiloto de la nave las que provocaron el colapso, sin embargo, han surgido versiones extraoficiales detrás del incidente.

La más sonada es la supuesta “mano” del narcotráfico en el accidente, pues tanto Mouriño como Vasconcelos eran pieza fundamental en la estrategia antidroga recién iniciada por Calderón.

Dicha versión presume que el cártel de Sinaloa habría tirado el avión como venganza por la detención de Jesús Reynaldo Zambada García, mejor conocido como “El Rey” Zambada, quien era responsable de las operaciones de la organización criminal en la Ciudad de México y hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, fundador de la misma.

Dos semanas antes del accidente, el 22 de octubre de 2008, el entonces procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, anunció la detención de Jesús Reynaldo Zambada García. “El Rey” tendría el peor final que un capo de la droga puede alcanzar: ser extraditado y encerrado en una cárcel de máximo seguridad en Estados Unidos.

Entonces, vino el accidente. Testigos de los hechos aseguraron que antes de que la avioneta donde viajaba Mouriño se estrellara, ésta ya se encontraba incendiada. La periodista Anabel Hernández en su libro “Los Señores del Narco” señala que habría sido “El Mayo” quien ordenó el atentado contra Juan Camilo.

Hernández asegura además que la familia del entonces secretario de Gobernación sabía que no era un accidente y que le exigieron al presidente y mejor amigo de Mouriño, Felipe Calderón, que les aclarara lo sucedido, pero el mandatario sostenía la versión oficial.

Dos días después del incidente, Calderón le rindió los honores en una ceremonia luctuosa en Campo Marte. Al final del evento, relata Anabel Hernández, el presidente se acercó a la familia de Mouriño y les preguntó “¿De verdad quieren saber quién lo mató?”, no recibió respuesta.

Poco después de los hechos pero en el mismo año, unos gemelos miembros del cártel de Sinaloa se entregaron a las autoridades estadunidenses, eran Pedro y Margarito Flores, quienes se encargaban de la distribución de cocaína de la organización en Estados Unidos.

Se convirtieron entonces en testigos protegidos de la Administración para el Control de las Drogas (DEA por sus siglas en inglés) entregando pistas para que el gobierno estadunidense capturada a Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.

Los gemelos grabaron innumerables charlas y llamadas telefónicas de la cúpula criminal del cártel de Sinaloa, mismas que entregaron a la DEA. Así Pedro y Margarito ofrecieron entregaron la primera evidencia real de Guzmán Loera desde que éste se había escapado de Puente Grande en 2001.

En una de ellas ocurrió en octubre del 2008, días antes del atentado, “El Mayo” y “El Chapo” hablaban sobre hacer un atentado contra un inmueble estadunidense en la Ciudad de México, ya sea una embajada o un consulado, esto como respuesta a la captura de Jesús “El Rey” Zambada.

En la grabación ambos capos les piden a los Flores que consigan precios de lanzagranadas y cohetes, pues ellos conocían gente dentro de la milicia estadunidense. Poco después, Vicente Zambada Niebla, “El Vicencillo”, primogénito de “El Mayo”, le reiteró a los gemelos el interés del cártel en dichas armas.

Sin embargo, los hermanos Flores desconocieron el seguimiento de dicho plan, pues terminaron por entregarse totalmente a la DEA. Esta versión del atentado planeado por los dos máximos líderes del cártel de Sinaloa fue dado a conocer por las propias autoridades estadunidenses durante varios juicios contra capos criminales, como de “El Vicencillo”.

El plan habría continuado, sin embargo, el objetivo habría cambiado de un inmueble estadounidense a dos altos funcionarios de la administración federal mexicana: Mouriño y Vasconselos.

El cártel que doblegó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, habría dado un duro golpe a la entonces administración de Felipe Calderón.

rgg