En el periodo 2015-2019 fueron asesinados en el país 13 mil 337 niños, niñas y adolescentes en todo el país y tan solo el año pasado fueron 2 mil 425, de acuerdo con información en poder del Sistema Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), con base en las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
De los 3 mil 391 casos de niñas y adolescentes asesinadas en el lapso de 2015 a 2019, 356 son considerados feminicidios, es decir, que fueron homicidios por razones de género.
En ese periodo, el año que reportó mayores homicidios contra menores de edad fue 2017, con casi 3 mil.
Recientemente han conmocionado a la sociedad los asesinatos de dos niños de origen mazahua, quienes fueron desmembrados en una vecindad del Centro Histórico de la capital; el homicidio de un adolescente quien presuntamente fue secuestrado primero, y la muerte de otros dos niños a manos de un adolescente familiar, quien los habría asesinado con un cuchillo, en la colonia Moctezuma, al oriente de la ciudad. Nada menos el lunes 16 de noviembre fue asesinado un niño de 4 años en Caborca, Sonora.
Varios de los casos han ocurrido en la capital de la República y han tenido gran resonancia pero lamentablemente no son los únicos en los últimos tiempos ni el único lugar en donde suceden.
En opinión de Elena Azaola, experta en temas de infancia y de justicia para adolescentes, falta colocar a la infancia en primer lugar en todas las políticas públicas, que haya educación de calidad, mediadores para resolver conflictos sociales y que haya muchas más opciones de cultura y deporte para que tengan mejores oportunidades de vida.
Y ante la posibilidad de que alguno de los infantes que han muerto recientemente estuviera ligado a actividades ilegales, apuntó que es necesario que también haya reformas en las instituciones que han sido cooptadas por la delincuencia. “Es necesario develar esos vínculos y esas complicidades que por años han permitido la presencia, el desarrollo, el crecimiento de grupos delictivos y la exacerbación de conflictos entre ellos. Todo ha ido escalando por el abandono, la negligencia, por la incompetencia de las instituciones y por la falta de reformas a fondo”, destacó.
Para la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, ante todo hay que colocar la visión de que las niñas, niños y adolescentes son víctimas de una sociedad que no ha podido responderles y atenderles como debería hacerlo.
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A Héctor Efraín, de 14 años; y Alan Yair, de 12 años, se les vio por última vez el 27 de octubre. Se subieron a una moto que tripulaba otra persona y ya no se volvió a saber de ellos. Aparecieron días después pero sus cuerpos ya no estaban íntegros. Alguien, al que al parecer conocían, los destazó y unos policías los encontraron cuando un individuo intentaba trasladarlos en cajas y bolsas negras en un diablito. Cuando se cayó una de las cajas, los elementos policiacos se dieron cuenta que en el interior de la bolsa había partes de cuerpos humanos.
Héctor Efraín y Alan Yair eran de origen mazahua y vivían en una vivienda en la calle Pensador Mexicano, cerca del Eje Central de la Ciudad de México. La Fiscalía General de Justicia informó que había tres líneas de investigación; que uno de ellos pretendía a la novia de un narco; que estaban ligados a actividades de narcomenudeo o una cuestión de venganza contra un familiar.
De acuerdo con versiones periodísticas, las cámaras del C5 captaron que el último lugar donde se les vio es cuando ingresaron al número 49 de la calle República de Chile, donde posiblemente los asesinaron.
De acuerdo con personas que los conocieron, los niños eran muy trabajadores. Vendían dulces y ayudaban a sus padres.
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El Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Sipinna) cuenta con información que da cuenta de un cuadro difícil de asimilar:
En 2015, los homicidios fueron 687 contra mujeres y 1 mil 641 contra hombres para dar un total de 2 mil 328.
En 2016, fueron 655 niñas y 2 mil 25 varones, con un total de 2 mil 680.
En 2017, año que más vio morir violentamente a menores de edad, reportó 724 niñas y 2 mil 261 hombres, con un total de 2 mil 985.
En 2018 la cantidad se redujo ligeramente al dar un total de 2 mil 919, 716 niñas y 2 mil 203 hombres.
En 2019 se reportó una disminución de 18.7 por ciento respecto de 2017, con un total de 2 mil 425, es decir, 609 niñas y 1 mil 816 varones.
De acuerdo con el Panorama Estadístico de la Violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes, de Unicef, en el 76 por ciento de los casos que hubo entre 2010 y 2016 las víctimas fueron niños y hombres adolescentes y el 24 por ciento restante fueron niñas y mujeres adolescentes. Y el grupo de edad más vulnerable es el de adolescentes entre 12 y 17 años, ya que representa el 78 por ciento del total de defunciones.
“Preocupa la agudización del problema en torno a los hombres entre los 12 y 17 años”.
Unicef destacó en ese documento la disponibilidad general de armas de fuego en el país, pues de acuerdo con información disponible para 2016, el 56 por ciento de los homicidios fue ocasionado por el uso de armas de fuego.
“Se presume que en el 96 por ciento de los casos de estos homicidios, el uso de las armas de fuego fue intencional”.
El Inegi también cuenta con estadísticas sobre homicidios pero reporta cifras menores a las del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El INEGI reporta 1mil 500 homicidios de menores de edad en 2019.
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A Alessandro le apasionaba el futbol. Tenía 14 años y era aficionado al Cruz Azul. La semana pasada iba a ser convocado para la Sub 15 de la Liga Nacional Mx, luego de debutar como portero en un equipo de tercera división en el Club Deportivo Tlatelolco. Era la alegría del equipo, según refieren sus compañeros.
Alessandro fue atacado por dos personas en el deportivo Oceanía que ya fueron detenidos. Uno de ellos refirió que recibió la orden de golpearlo y trasladarlo a una vecindad en la calle Magnolia en la colonia Guerrero. Ahí habría sido ahorcado con un cordón de cortina. Algunas versiones hablan de un secuestro y que no se habría pagado el rescate.
Se descubrió el suceso cuando dos menores de edad lo trasladaban en una maleta. Esos adolescentes fueron detenidos.
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Cada día se comenten entre 4 y 6.6 homicidios de menores
Con las cifras del Inegi, en 2019 se cometieron 4.1 homicidios de menores de edad cada día, en tanto que con las cifras del Secretariado Ejecutivo fueron 6.6 homicidios diariamente.
Lugar del crimen en la colonia Moctezuma
El Inegi cuenta con información por entidad federativa y por grupo de edad. Ahí se muestra que en el grupo de entre 15 y 17 años de edad ocurrió el mayor número de homicidios, con 1 mil 39 casos, y hasta en el grupo de menores de un año hay reporte de homicidios, con 72. El segundo grupo de edad con más casos es el de 10 a 14 años.
De ahí se desprende que los tres estados en los que ocurrieron más homicidios de menores de edad en 2019 fueron Guanajuato, con 192; Estado de México, con 181, y Chihuahua, con 120.
En contraste, las entidades con menores casos son Campeche, donde no hubo homicidios de menores de edad, y Baja California Sur y Yucatán, con un caso respectivamente.
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El pequeño Tadeo Bernabé, de 4 años de edad, fue asesinado el lunes 16 de noviembre cuando circulaba junto con su familia por las calles del municipio de Caborca, Sonora. Un grupo de sicarios huía después de haber dado muerte a dos hombres en un domicilio de la parte céntrica de la ciudad. En su huida se toparon con un vehículo al que, al parecer sin motivo alguno, rafaguearon.
También murió su padre, Armando Carrillo, de 23 años y tres personas se encuentran heridas: dos jovencitas de 19 y 20 años, identificadas como Yulisa y Karime, así como un hombre de 42 años, de nombre Felipe.
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El domingo 15 de noviembre se conoció del asesinato en la Ciudad de México de dos menores a manos aparentemente de un adolescente familiar suyo. Este último habría herido a dos personas más y ya fue detenido.