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El infierno de “El Chapo” en sus primeros meses en el “Alcatraz de las Rocosas”

“Ya no podemos hacer nada por él”, ha reconocido Emma Coronel ante el encierro de Guzmán Loera

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Se acercan pronto los primeros seis meses del encierro de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, al temido penal de alta seguridad conocido como el “Alcatraz de las Rocosas”, en Florence, Colorado, en Estados Unidos.

El líder fundador del cártel de Sinaloa fue declarado culpable y trasladado de la prisión de “The Little Gitmo” en Nueva York en julio del año pasado.

Ahora, su abogada Mariel Colón es quien ha narrado a los medios cómo es la reclusión de “El Chapo” en el “Alcatraz de las Rocosas”.

La defensora sostiene que su cliente está alojado en un cuarto sin ventana y sin posibilidades de recrearse en el exterior.

Las condiciones en las que se encuentra Guzmán Loera, refiere Mariel Colón, han provocado que el estado de ánimo del capo criminal esté por los suelos.

La abogada acusa que “El Chapo” está perdiendo la vista y no puede ser atendido por un médico porque el Alcatraz de las Rocosas se lo niega.

“Aunque (Guzmán Loera) tiene algunos libros que puede leer, no lo hace porque las autoridades penitenciarias no le han proveído un oculista”.

El “Alcatraz de las Rocosas” está conformado por 490 celdas de concreto de 2.1 por 3.6 metros, con una pequeña ventana que no deja ver más allá del edificio y unas puertas dobles. Bancos inamovibles, escritorios de concreto, un retrete combinado con lavabo y una ducha. En este pequeño espacio, los reos pasan 23 horas del día.

Cada una de las celdas está insonorizadas para que los reos no se puedan comunicar entre ellos, ni siquiera en clave morse. Sin mencionar el ejército de cámaras de seguridad que vigilan el recinto. 

Algunos reos tienen derecho a radio y televisores, mismos que ofrecen programas educativos, religiosos o de interés general. También les dejan guardar libros, pueden enviar cartas a amigos y familiares, pero estas son monitoreadas todo el tiempo. 

Comen y reciben atención médica dentro de su celda, solo una hora de su día están al aire libre, en una jaula donde lo único que se puede ver, aparte de la cárcel, es el cielo. Eso sí, fuera de su “cuarto” usan grilletes, esposas y cadenas en el estómago.

No es la primera vez que Colón aborda el estado de salud deteriorado de “El Chapo” por su reclusión extrema.

En septiembre pasado dijo que Guzmán Loera se veía mucho más flaco y hasta “apagado”. Adelantó, además, las malas condiciones visuales de Guzmán Loera.

Cabe mencionar que Colón es la única persona que puede visitar a Guzmán Loera dentro de dicha prisión.

Sin embargo, ha habido una excepción al respecto, durante las vísperas de Navidad, el líder del cártel de Sinaloa fue visitado por sus hijas pequeñas, las gemelas Emalí Guadalupe y María Joaquina, a quienes procreó con su esposa Emma Coronel Asipuro.

"La visita le dio un aire de positivismo, de alegría, de querer seguir peleando por su libertad para poder estar con estas criaturas’’.

Coronel Aispuro, por su parte, no ha podido ver a “El Chapo” y parece que nunca lo hará. Durante el controversial reality show, Cartel Crew, Emma ha relatado un poco sobre la reclusión de su esposo.

“La mayor parte del tiempo trato de ser positiva y no engancharme en lo que ya pasó, ya no podemos hacer nada por él”.

 

Con información de Vanguardia

rgg