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“El Papa me ha derribado como ser humano”: víctima de los Legionarios de Cristo

Ana Lucía Salazar, conductora de radio y TV, condena la decisión del papa Francisco de aceptar el retiro del sacerdote que abusó sexualmente de ella cuando era niña

Escrito en NACIÓN el

Una burla, así calificó Ana Lucía Salazar la decisión del papa Francisco de aceptar el retiro del cargo clerical a Fernando Martínez Suárez, sacerdote de los Legionarios de Cristo que abusó sexualmente de ella a los 8 años de edad cuando él era director del Colegio Cumbres de Cancún, Quintana Roo.

"¡Me hubieran mandado una cuerda para colgarme en mi casa!", escribió en la red social Twitter al recriminar el envío de una carta a nombre del papa Francisco en la que se prepondera “el bien de la iglesia, en lugar de las víctimas de violencia sexual clerical”, agregó Salazar.

"Su lugar debió haber sido la cárcel. Se retira a los 80, casi a los 81 años, eso no es un retiro voluntario. Es una jubilación prácticamente, es una mentira que la decoran y la matizan todo el tiempo y que la Santa Sede, porque ellos dicen que son palabras del Papa, me ha derribado a mí como ser humano, porque quiere decir que yo estoy muy por debajo de la institución", expone la cantante y conductora de radio para Grupo Reforma.

LA HISTORIA

“A mi nombre y a nombre de todas las niñas que fueron abusadas en aquel entonces en manos de este señor", comienza la declaración de Ana Lucía del pasado 1 mayo, dentro del marco de denuncias del movimiento #MeToo. 

Fue en 1991, cuando la niña ingresó al Instituto Cumbres en Cancún, una escuela católica privada en la que, asegura, te siembran una veneración por los sacerdotes como si fueran deidades.

“No es cualquier cosa que el director del colegio te vea con buenos ojos. Te hacen sentir especial, te embaucan, y tú eres una niña tan inocente que no estás dimensionando el daño” escribía en mayo. Ella era una niña con problemas para socializar con sus nuevos compañeros.

El sacerdote había llegado a tierras quintanarroenses proveniente de Monterrey, sin embargo también estuvo en el Instituto Cumbres de la Ciudad de México, donde había abusado sexualmente de menores durante la década de los 80, por lo que tuvo que moverse.

En Cancún, Fernando Martínez abusó sexualmente no solo de Ana Lucía (entre 1991 y 1992), sino de varias niñas más. De acuerdo con Salazar, al menos hubo siete víctimas en su escuela.

"Yo soy una de esas víctimas que sale después de 20 años a señalar a su abusador. Sí existimos, sí somos reales, sí nos pasó. El Colegio conociendo los casos decidió callar, los padres de familias de las demás víctimas decidieron no creerle a sus hijas, pero yo conté con mis padres que siempre creyeron en mí y me validaron desde el primer momento", cuenta.

De acuerdo con Juan José Vaca, una de las víctimas más conocidas de Marcial Maciel, el cura Martínez fue abusado sexualmente por el fundador de los Legionarios de Cristo.

Actualmente el ahora ex sacerdote se encuentra en retiro y reside en Salamanca, España.

LA CARTA

El pasado 13 de enero Ana Lucía Salazar recibió una carta firmada por el secretario general de los Legionarios de Cristo, Andreas Schöggl en la que se le comunica que “el Santo Padre ha aceptado su petición (de Martínez Suárez) de salida del estado clerical por el bien de la Iglesia”.

“Desde el día 1 de mi comunicado, el día de 2 mayo emitieron un comunicado (Legionarios) en donde decían que el padre ya no iba a dar misas. Es una burla", considera Salazar.

En adición, la carta enviada a la Ana Lucía precisa que el papa decidió que el cura que abusó de ella “sigue perteneciendo a nuestra Congregación. Así aseguraremos que lleve una vida (...) sin ministerio sacerdotal alguno”.

Ana Lucía Salazar responde: 

"¿Quitarle el derecho de oficiar misas?, tenemos que entender como sociedad que eso no es un castigo. A nadie que viole a un menor le quitan su cédula profesional. Tenemos muy mal establecido lo que es un castigo o lo que socialmente debe de ser una reprimenda.

"Rogelio Cabrera y Alfonso Miranda (respectivos presidente y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano) y el otro curita ya dijeron que eso no es de ninguna manera un privilegio, y a mí me parece que convivir en una congregación de millonarios viviendo en Europa, con todas las facilidades y las comodidades, es un privilegio porque su lugar y castigo debió haber sido la cárcel", argumenta.

En este sentido, dice que esa es la razón por la que no ha presentado una denuncia ante la Iglesia católica. “Ellos no están articulados para atender a las víctimas como es debido”, concluye


(diego joaquín)