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Little Habana, la opción para cubanos en espera de su asilo en EU

La polémica política migratoria del gobierno estadounidense ha originado que cada vez más migrantes se queden varados en Ciudad Juárez

Escrito en NACIÓN el

Cristina Ibarra es una empresaria de Ciudad Juárez que abrió el restaurante Little Habana, donde emplea a cubanos que llegan a la ciudad fronteriza con la esperanza de poder cruzar hacia los Estados Unidos.

La ciudad chihuahuense se ha convertido en el hogar, tal vez definitivo, tal vez temporal, de miles de cubanos que esperan la decisión sobre su solicitud de asilo en Estados Unidos. Ahí han encontrado trabajo y un lugar donde dormir, habitaciones en hoteles baratos que rentan.

El restaurante cubano fue inaugurado en abril y su personal está conformado por diez empleados migrantes. Ellos sirven, entre otras cosas, un platillo tradicional de Cuba conocido como ropa vieja, carne de res deshebrada con arroz y frijoles.

Afuera del local, una bandera cubana adorna, simbolizando también que los migrantes han comenzado a hacer una vida ahí. “Todo es cuestión de suerte”, comenta Ramón San Domingo Ramos, cocinero del restaurante.

La polémica política migratoria del gobierno estadounidense ha originado que cada vez más migrantes se queden varados en este tipo de ciudades.

Ellos quieren cruzar a Estados Unidos”, declaró Armando Cabada, el alcalde de Ciudad Juárez. “Quieren alcanzar el sueño estadounidense, pero se topan con el muro de Trump”.

Desde comienzos del año, autoridades de EU han devuelto a México a algunos migrantes que han solicitado asilo para que esperen ahí sus audiencias, mientras sus casos son procesados en los tribunales.

La cantidad de migrantes aumentó en junio, cuando el gobierno mexicano aceptó acoger a más migrantes bajo esta política. Ahora el número de migrantes en Ciudad Juárez supera los 10 mil, y se espera que EU continúe regresando hasta 300 personas al día en esa región.

Los migrantes han aprendido a adaptarse a esta situación. “Me siento satisfecha y útil aquí”, dijo Náyade Hidalgo Ruiz, de 24 años, quien trabaja como mesera en el restaurante cubano Little Habana.

Ella trabaja en Ciudad Juárez desde que en junio fue regresada de Estados Unidos. Ahora espera el día de su audiencia por su caso de asilo.

La ingeniera química tuvo que dejar Cuba cuando la culparon del colapso de un motor en la empresa donde laboraba. “Alguien debía ir a la cárcel por eso”, confesó, y agregó que al ser la empleada más joven, era un blanco fácil.

Apenas gana más de 10 dólares al día (194 pesos), sin embargo, acepta el salario pues asegura que las condiciones en México son mejores que en Cuba. “Puedo comprar un yogur si quiero. Aquí es distinto. Es capitalismo. Es mejor”.

La dueña de Little Habana, Cristina, también dejó Cuba, pero ella por un desacuerdo con las reglas rígidas que el gobierno les impone a empleados independientes. “La política te acosa. No hay condiciones para trabajar”, asegura.

Cristina Ibarra dice que tiene la intención de abrir un segundo restaurante, esta vez una pizzería cubana, igualmente, de la mano de su cocinero San Domingo.

cmo