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Las 7 bandas criminales que se repartieron el imperio de los Beltrán Leyva

La disputa contra “El Chapo” y los embates del gobierno federal, casi desaparecen al Cártel de los Beltrán Leyva, pero estas bandas continúan el legado criminal

Escrito en NACIÓN el

Cuatro hermanos comenzaron la dinastía criminal: Arturo “El Barbas”, Héctor “El Ingeniero”, Alfredo “El Mochomo” y Carlos formaron el Cártel de los Beltrán Leyva.

Sus mejores años llegaron durante la primera década de los dos miles,  junto a “La Federación”, liderada por Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”; Ismael “El Mayo” Zambada, Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”; e Ignacio “Nacho” Coronel.

Los Beltrán Leyva fueron subiendo peldaños en la organización, hasta que rompieron con “La Federación” e hicieron su organización como un cártel independiente, comenzando así una disputa con lo que, ya sin ellos dentro, es el Cártel de Sinaloa.

Dicha disputa con “El Chapo” y los embates del gobierno federal hicieron que uno a uno fueran cayendo.

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“El Mochomo” fue detenido en 2008 en Culiacán, Sinaloa; “El Barbas” fue asesinado en 2009 por fuerzas federales en Cuernavaca, Morelos; Carlos fue capturado el mismo año, en 2009, también en Culiacán; y Héctor fue aprendido en 2014, en San miguel de Allende, Guanajuato.

Tras la neutralización de los cuatro hermanos, el Cártel de los Beltrán Leyva se fragmentó en siete células criminales que han continuado con el legado delincuencial. Estas son:

“Los Rojos”

Con presencia en el norte y centro de Guerrero, así como en gran parte de Morelos, “Los Rojos” nacieron en los últimos años de auge de los Beltrán Leyva.

Hicieron de Chilapa, Guerrero, su bastión criminal por allá del 2011, liderados por Jesús Nava Romero, “El Rojo”, quien era a su vez lugarteniente de Arturo Beltrán Leyva, de dicho apodo nace el nombre de esta célula criminal.

Jesús Nava Romero, “El Rojo”

“El Rojo” fue asesinado en 2013 en Puebla, a los dos años, en 2015, fue detenido en Guerrero uno de sus líderes, Leonor Nava alias “La Garra”.

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Actualmente, Zenén Nava Sánchez, "El Chaparro", familiar de “El Rojo”, quedó al frente de la organización en Guerrero, mientras que Santiago Mazarí Hernández, “El Carrete”, lidera a “Los Rojos” en Morelos.   

El Chapparo y El Carrete

La principal actividad delictiva es el narcotráfico, tanto la siembra como el trasiego, por ellos tanto Guerrero como Morelos son fundamentales para sus operaciones. También se dedican al secuestro y a las extorsiones.

Entre sus actividades está la cooptación de autoridades locales. El 9 de marzo se dio a conocer que “Los Rojos” financiaron con un millón de pesos a al menos 11 campañas electorales en Morelos. A cambio, los criminales podían operar en la entidad y recibirían una cuota mensual de entre 100 mil y 500 mil pesos por parte de los ayuntamientos.

“Los Mazatlecos”

"Los Mazatlecos" nacieron como brazo armado de los Beltrán Leyva, esto como respuesta al debilitamiento del cártel ante la guerra que se desató con el Cártel de Sinaloa.

Como avanzó su participación dentro del cártel, "Los Mazatlecos" dejaron de ser sicarios para convertirse en capos encargados del tráfico de drogas. Comenzó sus operaciones en Mazatlán para ejercer su control en los estados de Sinaloa, Durango y Nayarit.

Así se encargaron del trasiego de drogas, en enormes cantidades, a Estados Unidos. Desde mariguana, cocaína, heroína y hasta metanfetaminas.

Para las autoridades estadunidenses, "Los Mazatlecos" ya es un grupo independiente de los Beltrán Leyva, pero con fuertes vínculos. Su parcial separación se dio paulatinamente. Primero, tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva en 2009 y luego, un año después, ante la captura de Edgar Valdez “La Barbie” en 2010.

Uno de los últimos líderes que se les conoció abiertamente fue Samuel Lizárraga Ontiveros, “El Tortillero”, quien fue detenido en noviembre del año pasado en Querétaro.

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Fausto Isidro Meza, alias "Chapo Isidro", es considerado no sólo su actual líder, sino el jefe máximo del Cártel de los Beltrán Leyva, de acuerdo con la Administración para el control de las drogas (DEA, por sus siglas en inglés). El Buró Federal de Investigación (FBI) lo colocó entre los más buscados y pide por él 5 millones de dólares.

Actualmente, de acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), tienen presencia en Sinaloa y Baja California Sur.

Los Ruelas Torres


José Luis Ruelas Torres fue el patriarca de la familia, su nombre apareció en las lista de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) como líder del Cártel de los Beltrán Leyva.

Junto con Fausto Isidro Meza, alias "Chapo Isidro", José Luis fue subiendo en la organización criminal ante la detención y asesinato de los hermanos Beltrán Leyva, así como demás familiares cercanos.

Con el ascenso de Ruelas Torres, comenzó la injerencia de su familia en el negocio de las drogas y con ello la independencia del grupo del narcotráfico de los Beltrán Leyva, naciendo así el Cártel de los Ruelas Torres, responsables del tráfico principalmente de heroína a Estados Unidos, desde Los Ángeles, hasta Nueva York.

Los Ruelas Torres fungieron bajo la sombra de los Beltrán Leyva. En 2015 entraron en la mira de las autoridades norteamericanas cuando José Luis fue acusado de tráfico de drogas, lavado de dinero y manejo de una organización criminal.

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Mantuvieron el sigilo hasta abril del 2017, cuando Ruelas Torres fue arrestado y muerto seis meses después a los 63 años, antes de ser extraditado a Estados Unidos.

Sin embargo, alguien ya ocupaba el liderato dentro de la organización criminal: el hijo de José Luis Ruelas Torres, Joel Efrén Ruelas Ávila.

Posteriormente, el Departamento del Tesoro señaló a la organización como independiente y los calificó de ser los "narcotraficantes más significativos".

Junto con Ruelas Ávila, las autoridades estadunidenses identificaron a ocho familiares y parte primer círculo del Cártel de los Ruelas Torres:

María Monserrat Ávila Ochoa, Patricia Lourdes Ruelas Ávila, José María Ruelas Ávila, Trinidad Ruelas Ávila, Raquel Rivera Guerrero, Cruz Sánchez Medrano, Pedro Sánchez Medrano y Reyna Isabel Rivera Sandoval. Todos originarios de la cuna del narcotráfico en México: Sinaloa.

“Los Granados”

La región guerrerense de Tierra Caliente es su bastión criminal, así lo aseguran autoridades criminales.

“Los Granados”, al igual que “Los Rojos”, en su nombre hacen alusión a sus líderes, sin embargo, en esta ocasión no se trata de un apodo, sino de una apellido y tampoco de un solo hombre, sino de toda una familia.

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Se trata de la familia Granados, quienes comenzaron operar por toda la Costa Grande de Guerrero para el Cártel de los Beltrán Leyva. Su principal función es el sembradío y tráfico de marihuana.

El jefe familiar era Rubén “El Nene” Granados, quien fue detenido dos veces, primero en 2009, sin embargo recuperó pronto su libertad, y luego en 2017, de forma, hasta el momento, definitiva.

 

A la par de la caída de los hermanos Beltrán Leyva, Salvador “El Chava” Granados, quedó al frente de la banda criminal y familiar. Apoyado de un grupo de autodefensas formado por Leopoldo Soberanis Hernández, “Los Granados” combatieron a los Caballeros Templarios.

Se presume que “Los Granados” mantienen actualmente una alianza con el Cártel de Jalisco nueva Generación (CJNG) y la Familia Michoacana.

“Los Ardillos”

Con más de 20 años asentados en el municipio guerrerense de Quechultenango, “Los Ardillos” fueron fundados por Celso Ortega Rosas, “El Ardilla”.

Dedicados principalmente a la siembra de amapola, “Los Ardillos” aumentaron su actividad delictiva en el cobro de piso, la “piratería” y el secuestro.

“El Ardilla” fue detenido en 2008 por secuestro y portación de arma, sin embargo, tres años después fue liberado, lo cual no le duró mucho pues a los pocos días fue acribillado en la puerta de su casa.

Sus siete hijos Celso, Jorge Iván, Antonio, Bernardo, Pedro, Juana y Lilia, “Los Ardillos”, se hicieron de la organización criminal, los primeros tres con órdenes de aprehensión y los últimos cuatro en investigación. Al frente de la banda criminal quedaron: Celso y Jorge Iván Ortega Jiménez.

Bernardo, por su parte, fue presidente municipal y diputado por el PRD. Él nunca ha negado sus nexos familiares, pero asegura que no tiene nada que ver con “Los Ardillos”.

Actualmente, de acuerdo con la PGR, operan en la Región de la Montaña y el centro de Guerrero.

CIDA

Son los responsables de la brutal violencia que ha colocado a Acapulco como una de las ciudades más peligrosas del mundo.

Se hacen llamar el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA) y son liderados por Irving Macedo Acevedo.

Todo indica que este grupo tiene relación directa con Edgar Valdez “La Barbie”, quien tenía su bastión criminal en el puerto guerrerense cuando era una de las cabecillas de los Beltrán Leyva.

Varios de los miembros del CIDA salieron de “Los Negros”, un brazo armado liderado por “La Barbie” para combatir al Cártel del Golfo y “Los Zetas” en Tamaulipas.

Tras la captura de Valdez Villerial y al ver la ruptura de los Beltrán Leyva, decidieron separarse del cártel y enfrentar al sucesor de “La Barbie”, Carlos Montemayor González.

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Pista de esto fue el mensaje dirigido hacía Montemayor y firmado por el CIDA en el cuerpo de una persona asesinada con 14 balazos en Acapulco. Luego, tras su detención en noviembre del 2010, otra manta del CIDA agradeció la captura de Montemayor.

“El 2 mil”

El nombre de la banda proviene del apodo de Javier Hernández García, conocido como “El panchillo” o “El 2 mil”.

Hernández García comenzó su actividad delictiva en la década de los noventa como guardaespaldas de los Beltrán Leyva.

Sin embargo, tras la ruptura y caída de dicho cártel con el Cártel de Sinaloa, comenzó a hacer alianzas con otras organizaciones enemigas como los hermanos Treviño Morales, líderes de “Los Zetas”.

En sus mejores años, la organización de “El 2 mil” tenía presencia en Coahuila, Chihuahua, San Luis Potosí y Sonora.

En febrero del 2016 fue detenido por el Ejército el sábado en el municipio de Guasave, Sinaloa, quedando su grupo descabezado pero en funciones.

Actualmente se desconoce a su líder, pero se sabe que opera principalmente en Sonora.