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ASF detectó desde 2013 irregularidades en estancias infantiles

Pagos indebidos, sin vigilancia y sin seguridad, entre las fallas en estancias infantiles; sin impacto en población objetivo, otro hallazgo de la ASF

Escrito en NACIÓN el

Desde 2013 la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó anomalías en las estancias infantiles operadas por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Fallas por las que incluso la Auditoría promovió responsabilidades administrativas sancionatorias y se registraron denuncias. Entre las irregularidades figuran pagos indebidos a estancias que no operaban, no identificar el riesgo de otorgar subsidios a beneficiarios que no fueran parte de su población objetivo, falta de monitoreo de algunas estancias por parte de la dependencia, y que pese a crecer el programa, no se llegaba a la población objetivo.

Educadoras de estancias infantiles protestan por recorte

En una auditoría financiera y de cumplimiento de la ASF, realizada al programa de Estancias Infantiles para apoyar a Madres Trabajadoras (PEIAMT), de 2014, se detectó un probable daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal por un monto de 70 mil pesos, por el pago indebido a la estancia infantil “con ID 23682 ubicada en el estado de Michoacán, cuya incorporación al Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras, no procedió”.

Por ello, el delegado de la dependencia en Michoacán proporcionó el oficio núm. 136.710.287.1695 del 14 de agosto de 2015, con el cual presentó una denuncia o querella ante el Agente del Ministerio Público Federal en contra del responsable de la estancia infantil con ID 23682.

No fue el único hallazgo. En Jalisco se recibieron 11 Solicitudes de Afiliación acompañadas de su “Anexo D”, y la evaluación mediante herramienta psicométrica con resultado favorable. “No obstante, sólo nueve de ellas recibieron apoyos por 630 mil pesos, de las cuales cinco carecieron de las firmas ya sea del solicitante o del personal de la Sedesol que las recibió”, según el documento Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2014.

Además, en las nueve estancias apoyadas, la visita de viabilidad del inmueble se realizó en plazos que van de 27 a 71 días hábiles posteriores al plazo establecido en la normativa, según el mismo informe.

A su vez se constató que seis de los nueve escritos libres con los que los solicitantes informaron que iniciaron las gestiones para obtener licencias, permisos o autorizaciones, fueron presentados entre 1 y 82 días hábiles posteriores al plazo establecido en las Reglas de Operación y además carecen del acuse de recibo por parte de la dependencia.

Respecto de los expedientes de las estancias infantiles de Jalisco (estado usado como muestra para la auditoría) que recibieron los apoyos por “Impulso a los servicios de cuidado y atención infantil”, se constató que estaban incompletos, ya que se detectaron faltantes documentales tales como Registro Federal de Contribuyentes, estado de cuenta bancario, incluyendo la Clave Bancaria Estandarizada, documento que acredite la propiedad o posesión del inmueble propuesto con vigencia mínima de un año y la propuesta de reglamento interno de la estancia.

También la Auditoría Superior detectó el caso de la documentación de un niño, duplicada en otra estancia, y en materia de protección civil, de 419 estancias infantiles que contaron con su programa interno de protección civil, se constató que carecieron del visto bueno en periodos que iban de uno hasta los 353 días.

Por dichos casos hubo de parte de la ASF, promoción de responsabilidades administrativas.

En otro ejercicio de auditoría, en 2013, la Sedesol mostró “deficiencias de control interno que impidieron tener una seguridad razonable sobre el cumplimiento de los objetivos del Programa presupuestario Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras”.

“Aun cuando acreditó la Matriz de Administración de Riesgos, y el Mapa de Riesgos Institucional, no identificó el riesgo de otorgar subsidios a beneficiarios que no formaran parte de su población objetivo”, según una consulta en el documento.

En 2017 el programa volvió a ser auditado por la ASF, y se detectó que no tenía impacto en las poblaciones más marginadas al no poner estancias en dichas zonas, pese a ser su objetivo.

En ese mismo año, de las 319 estancias afiliadas al programa, el 55 por ciento (178) se ubicó en localidades con grado de marginación muy bajo, el 21.3 por ciento (68), medio; el 18.2 por ciento (58) bajo; el 3.4 por ciento (11) alto y el 1.2 por ciento (4), muy alto, “por lo que no se priorizaron las localidades con las mayores desventajas en su situación geográfica, económica y social, aún cuando se debió dar preferencia a las localidades ubicadas en municipios con alto y muy alto grado de marginación.

De acuerdo con la auditoría, la dependencia no dispuso de mecanismos de control que permitieran garantizar que en 2017, los apoyos otorgados a las estancias afiliadas fueran utilizados para la adecuación, la compra de mobiliario y equipo para el espacio validado que operaría como estancia infantil; la póliza de seguro de responsabilidad civil y daños a terceros vigente, y gastos relacionados con la elaboración de un Programa Interno de Protección civil o documento equivalente.

Tampoco acreditó contar con mecanismos de control para asegurar que los responsables de las estancias programaron y aplicaron los apoyos en los plazos señalados en las reglas de operación.

La Sedesol realizó 46 mil 916 visitas de supervisión a 9 mil 166 estancias infantiles y que, entre el segundo y el sexto bimestre del año realizó entre 8 mil 163 y 10 mil 336 vistas; sin embargo, en el primer bimestre del año, sólo se efectuaron 243 (0.5 por ciento) supervisiones, sin que la dependencia acreditara las causas, lo cual implicó un riesgo para la seguridad de los niños, “ya que no se cercioró de que las personas responsables de las estancias infantiles cumplieran permanentemente con las normas de seguridad e higiene en sus instalaciones, para asegurar la calidad en el cuidado y atención de los niños”.

LA GENTE SE APROVECHA

El tema de las estancias infantiles se ha convertido en parte de la agenda política, luego de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió recortarle recursos, y que trabajadores y padres de estancias protestaran por tal medida, que el presidente justificó al asegurar que había corrupción en la repartición de los recursos.

El investigador Ricardo Alvarado de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) recordó que el programa de estancias nació como una propuesta de que personas que estuvieran en su casa sin una actividad económica clara, cuidaran a sus propios hijos y además se animaran a poner una estancia, para cuidar a los niños de otras mamás, que no podían ir a trabajar por atenderlos. Luego se le agregaron reglas de operación y cuestiones de protección civil, conocimientos de estimulación temprana para los menores y le colgaron más funciones.

Sedesol, el gobierno, te inscribía y pagaba a estas instancias, eso incentivó su aparición”.

Después comenzaron a surgir problemas de capacidad de las estancias, y luego la corrupción porque se han encontrado más niños inscritos de los verdaderamente registrados. Otro es que la dependencia no podía vigilar todas las estancias, agregó Alvarado.

Pero el informe de la ASF demuestra que no había infraestructura adecuada, y por el contrario sí muchas fallas de operación y además la gente que se aprovecha.

MÁS ANOMALÍAS

En la auditoria de 2013 se encontró que la Secretaría, entonces encabezada por Rosario Robles, no acreditó acciones de monitoreo del programa para el cumplimiento del objetivo de nivel Propósito, en lo relativo a la contribución al desarrollo de los niños, y su indicador “Índice de desarrollo Infantil de hijos o niños al cuidado de beneficiarios que reciben servicios en la Red de Estancias Infantiles”.

Según la auditoría, en 2013 se atendieron a 272 mil 269 personas, cifra que superó en 7.6 puntos porcentuales la meta (253 mil beneficiarios) establecida en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2013. Pero la cobertura del programa no llegó ni siquiera al 30% de la población objetivo, y a menos del 10% de la población potencial.

Eso también le valió una recomendación al desempeño, para que analizara las causas por las cuales no acreditó realizar la coordinación institucional y realizar acciones para potenciar el impacto y cobertura del programa.

De acuerdo con la Auditoría, en 2014 la dependencia utilizó el software Statistical Package for the Social Sciences (Paquete Estadístico para Ciencias Sociales) en donde registró el cálculo de los indicadores de nivel Fin y Propósito, sin acreditar su aprobación y licencias de uso. Eso le valió otra recomendación, en el sentido de que analizara por qué usó ese programa y también revisar las inconsistencias en las bases de datos de las supervisiones en materia de operación, infraestructura y equipamiento, como en materia de atención y cuidado infantil. La recomendación pedía que con los resultados fortalezca sus mecanismos para el registro y generación de información confiable, “a fin de asegurar la adecuada toma de decisiones y la rendición de cuentas”.

En 2014 también se hizo una revisión de la participación de las personas beneficiarias del Programa, por medio de la integración y operación de comités comunitarios y de contraloría social que debieron estar constituidos por los beneficiarios del Programa para el seguimiento, supervisión y vigilancia del cumplimiento de las metas y acciones comprometidas, así como de la correcta aplicación de los recursos públicos asignados.

Pero la ASF reveló que en Baja California, Colima, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Querétaro, Sonora, Veracruz y Yucatán no se constituyeron los comités de Contraloría social, pese a que la Sedesol debió propiciar la participación de los beneficiarios para integrarse en tales comités.

La delegación de la secretaría en Jalisco realizó 2 mil 152 visitas a un total de 515 estancias afiliadas al Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras. Al respecto, de las 538 estancias registradas, nueve no fueron sujetas de supervisión por estar sin actividad y haber recibido únicamente el apoyo en la modalidad de “Impulso a los Servicios de Cuidado y Atención Infantil”, por lo que durante 2014 se reportaron en operación 529 estancias. De las 14 estancias infantiles restantes, se comprobó que no se les practicaron supervisiones. En atención a los resultados preliminares, la misma delegación evidenció que 10 estancias no se supervisaron por carecer de la Autorización del Modelo, ya que realizaron cambio de domicilio, de Representante o, bien, no firmaron el Convenio; de las cuatro estancias restantes, informó que se desconocen los motivos por los que no se supervisaron.

Respecto de dos procedimientos de suspensiones temporales, se determinó que en un caso se aplicó el procedimiento de suspensión temporal de las actividades de la estancia infantil con ID 19387, para posteriormente iniciar el proceso de baja definitiva del programa debido a la presencia de un menor de 1 año, de lo cual no se presentó evidencia de que se hubiera efectuado el procedimiento.

En 2017, ya con Luis Enrique Miranda al frente de la Sedesol, de acuerdo con una auditoría de la ASF, de las 319 estancias infantiles afiliadas al PEIAMT, el 49.5 por ciento (158) se ubicó en localidades con índice de desarrollo humano medio alto; el 48 por ciento (153) alto y el 2.5 por ciento medio bajo por lo que los mecanismos de control de que dispuso la Sedesol no permitieron priorizar las localidades con las mayores desventajas en su situación geográfica, económica y social.

Tampoco acreditó la Sedesol que la incorporación de las estancias infantiles al programa en 2017 se realizó de acuerdo con la priorización de pobreza multidimensional establecidos por el Coneval.

En capacitación del personal responsable, dentro del indicador “porcentaje de responsables de estancias infantiles que acuden a las capacitaciones convocadas por el DIF Nacional”, la dependencia informó de 13 reuniones, cinco más de las previstas a lo largo del año. Sin embargo, no acreditó la realización de las 13 reuniones, ni que se enfocaran en la capacitación de los responsables de las estancias, “lo cual se debió a que no se dejaba constancia formal de la realización de las reuniones”.

La Sedesol no dispuso de mecanismos de control que permitieran garantizar que en 2017, los apoyos otorgados a las estancias afiliadas fueran utilizados para la adecuación, compra de mobiliario y equipo para el espacio validado que operaría como estancia infantil; la póliza de seguro de responsabilidad civil y daños a terceros vigente, y gastos relacionados con la elaboración de un Programa Interno de Protección civil o documento equivalente.


mlmt