En las últimas semanas varios puntos de Tamaulipas se han convertido en un escenario de guerra, aún más quizá de lo que la entidad ha sufrido en estos años de la llamada “guerra contra el narcotráfico”.
Gran parte de esta violencia se debe a los enfrentamientos que las fuerzas del orden, tanto estatal como federal, han protagonizado contra las organizaciones criminales que operan en la entidad tamaulipeca, principalmente contra el cártel del Noreste.
Temibles y sanguinarios hombres, mujeres y hasta niños forman parte de esta organización criminal, pero ¿cuál es su origen?
El cártel del Noreste es considerada una organización criminal emanada de “Los Zetas”, aquel brazo armado creado por el cártel del Golfo y que se independizó para llegar a ser considerada en su momento una de las bandas delictivas más violentas.
El nacimiento del cártel del Noreste viene de varios años atrás, comenzó en 2012, cuando Heriberto Lazcano, “El Lazca”, máximo líder de “Los Zetas”, fuera abatido durante un enfrentamiento con elementos de la Marina en Coahuila.
Ante la caída de “El Lazca”, el vació dejado fue ocupado por la familia Treviño Morales, siendo los primeros integrantes de peso en “Los Zetas” que no tenían un antecedente militar, pero si un largo historial delictivo no solo en México, también en Estados Unidos.
Cabe mencionar que los fundadores de “Los Zetas” eran desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafe) del Ejército Mexicano.
El primero en ocupar el liderato de “Los Zetas” de esta familia fue Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40”.
Sin embargo, Miguel Ángel no le duró mucho la corona, pues en julio del 2013 fue detenido en Nuevo León, cerca de la frontera con Tamaulipas.
En su lugar quedó su hermano, Omar Treviño Morales, “El Z-42”, hasta que fue aprehendido el 4 de marzo del 2015 también en Nuevo León.
Entonces, un tercer Treviño Morales se hizo de la organización criminal: Juan Francisco Treviño Chávez, alias “Kiko”, sobrino de “El Z-40” y “Z-42”, e hijo de Juan Francisco Treviño Morales, alias “El Kiko Ozuna”, hermano mayor de la sanguinaria dinastía Treviño Morales.
Sin embargo, el liderato de “Kiko” no fue bien visto por los miembros fundadores de “Los Zetas”, aquellos que tenían pasado militar, por lo que comenzaron los roces en la cúpula del cártel.
La fractura se consumó cuando “Kiko” fue detenido en 2016, en territorio estadunidense, por elementos de la Administración para el Control de las Drogas (DEA por sus siglas en inglés).
“Los Zetas” se separaron en básicamente dos células. Por un lado, “Los Zetas Vieja Escuela”, formada por los fundadores desertores del Ejército y sus aliados. Por otra parte, el cártel del Noreste formado por la familia Morales Treviño y sus aliados.
El líder máximo del cártel del Noreste, desde entonces y según la DEA, es Juan Gerardo Treviño Chávez, alias “El Huevo”.
En febrero del año pasado, José María Guízar Valencia, alias el “Z-43”, fue detenido en la Ciudad de México, siendo considerado el último de los líderes fundadores de “Los Zetas”.
Por ello, la DEA considera a “El Huevo” como el último líder de “Los Zetas” identificado en libertad.
Desde entonces, “Los Zetas” pasaron de tener presencia en 16 estados del país en 2011, a apenas una en 2019, según información de la Fiscalía General de la República (FGR).
Tamaulipas es el último bastión criminal de “Los Zetas” y sus células criminales, desde donde trafica cocaína, heroína, metanfetamina y mariguana a Estados Unidos.
En la entidad tamaulipeca también existe la presencia del cártel del Golfo y de cinco de sus siete células criminales.
De 2015 a 2018, los asesinatos en Tamaulipas aumentaron 43% al pasar de 762 casos a mil 95 en apenas cuatro años, según cifras oficiales.
Mientras que en los primeros siete meses de este año los homicidios dolosos en tierras tamaulipecas ya suman 506 casos.