Habían pasado apenas unos cuantos meses de la toma de posesión de Felipe Calderón, así como del inicio de la llamada guerra contra el narcotráfico inaugurada por el mismo presidente panista.
Era el jueves 15 de marzo de 2007, elementos de la Policía Federal entraron a una mansión ubicada en Lomas de Chapultepec, en la delegación Miguel Hidalgo, Ciudad de México.
En aquella zona exclusiva de la capital del país vivía el empresario farmacéutico de origen asiático Zhenli Ye Gon. Dentro de su casa los uniformados encontraron 205 millones de dólares en efectivo, escondidos dentro de maletas que a su vez estaban en un cuarto secreto de la mansión.
Pero el empresario –objetivo principal de la redada– no se encontraba en su casa, desde un día antes había huido a Estados Unidos. Aun así, los innumerables billetes decomisados fueron expuestos por la Procuraduría General de la República (PGR) ante los medios, la imagen dio la vuelta al mundo.
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El Gobierno de Felipe Calderón acusó a Zhenli Ye Gon de utilizar sus empresas farmacéuticas para ingresar a México efedrina y pseudoefedrina, sustancias utilizada para fabricar antigripales, pero también esencial para fabricar metanfetamina, una de las drogas más consumidas en todo el mundo.
Las sospechas del gobierno mexicano se dieron tras una ley que en 2005 limitó las importaciones de efedrina y pseudoefedrina, luego de un reporte que señalaba que a México llegaba más del triple de lo necesario de acuerdo con lo que necesitaban las farmacéuticas, dicho excedente, según las autoridades, tenía como fin el narcotráfico.
Dicha ley dejaba fuera al empresario chino del mercado farmacéutico, por lo que habría ingresado dichas sustancias a territorio nacional cambiándole los nombres para venderlas al narcotráfico.
Posteriormente, Zhenli Ye Gon dio una entrevista a la agencia AP en Estados Unidos, que, al igual que el dinero decomisado por las autoridades mexicanas, dio la vuelta al mundo, principalmente por la frase “Copelas o cuello”, en el intento del asiático de decir en su mermado español “Cooperas o cuello”.
Aquella frase hacía referencia a la amenaza que supuestamente recibió de un enviado de Felipe Calderón, unos meses antes de las elecciones presidenciales de 2006, para recibir el dinero que le decomisaron y el cual sería para financiar la campaña del panista.
Dicho enviado, según Zhenli Ye Gon, era el coordinador de campaña de Calderón, Javier Lozano, quien durante su gobierno fue titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Ambos rechazaron los dichos por el empresario chino, incluso el ahora expresidente mexicano dijo que se trataba de “un cuento chino”.
Lozano y Calderón no fue a los únicos políticos que el chino acusó. Los primeros años de la década de los 2000, Zhenli Ye Gon presumía un documento que lo colocaba como enlace legislativo otorgado por Fidel Herrera, exgobenador de Veracruz y padrino político del también exmandatario veracruzano y preso, Javier Duarte.
El empresario aseguró que financió con 2 millones de dólares la campaña de Fidel para gobernar la entidad; Herrera, por su parte, ha negado las acusaciones y que el documento a que hace referencia el empresario es apócrifo.
Nacido en Shanghái, China, en 1963, Zhenli Ye Gon arribó a México durante la década de los noventa para casarse con Tomoiyi Marx, una mexicana de ascendencia china, a través de un acuerdo que las familias de ambos habían consolidado.
La familia Marx sumó a Zhenli Ye Gon para formar parte de su empresa de juguetes. Estuvo con ellos un par de años hasta que decidió por su cuenta sumarse al negocio farmacéutico. Su sueño se consolidó con la inauguración de una fábrica de producto farmacéutico de su empresa Unimed en Toluca, Estado de México.
A la inauguración de dicha empresa acudió el entonces gobernador mexiquense y hoy saliente presidente Enrique Peña Nieto.
El éxito llegó así al empresario chino quien comenzó a presumir los lujos apostando millones de dólares en casinos de Las Vegas, a tal grado que varios de ellos se peleaban a Zhenli Ye Gon como su cliente.
Únicamente en el casino Palazzo llegó a perder 87 millones de dólares. La derrota de Zhenli Ye Gon fue “agradecida” por el casino quien le regalo un automóvil inglés Royce Rolls. Autoridades estadunidenses lo colocaron como uno de los mayores perdedores de Las Vegas.
En 2004 perdió 22.8 millones de dólares en apuestas, al año siguiente 23 millones de dólares, en 2006 superó sus pérdidas al sumar 63 millones de dólares y en 2007 alcanzó los 13 millones de dólares.
El dinero, de acuerdo con Zhenli Ye Gon, no era suyo, sino que recibía órdenes de alguien que lo extorsionaba en México de cómo apostar, también que entregaba dinero a políticos y empresarios para que ellos lo apostaran.
Autoridades estadunidenses comenzaron a sospechar que dicho dinero era ilegal y que utilizaban el casino para lavarlo.}
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Los vínculos de lavado de dinero con Zhenli Ye Gon tomaron fuerza luego que se descubrieran las facilidades que el banco HSBC daba al empresario chino en el manejo de sus cuentas.
Las investigaciones de lavado de dinero, así como de fabricar metanfetamina, no sólo provinieron del Gobierno de Felipe Calderón, en Estados Unidos también fueron concretadas. Zhenli Ye Gon fue detenido en territorio norteamericano, sin embargo, fue absuelto de las acusaciones por falta de pruebas y extraditado a la justicia mexicana para ser recluido en el penal del Altiplano.
Las mismas acusaciones que se le cayeron a las autoridades estadunidenses son puestas sobre las mesas por la PGR, a la cual se le sumó una más efectuada ayer por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Varias son las organizaciones a las que se le ha señalado a Zhenli Ye Gon, desde el Cártel de Sinaloa, “Los Zetas”, la Familia Michoacana y hasta el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) sin que ninguna sea demostrado del todo.
Sobre los 205 millones de dólares decomisados se supo posteriormente que 21 mil dólares eran falsos, millón y medio se utilizó para la verificación de su autenticidad, el resto lo utilizó para combatir el narcotráfico.
68 millones de dólares se otorgaron a la PGR, a la Secretaría de Salud (SS) y al Consejo de la Judicatura Federal (CJF), sin que se sepa hasta el momento cómo se utilizó el dinero.
El juicio continúa para Zhenli Ye Gon. Él dice ser víctima de la corrupción política mexicana, mientras que el gobierno mexicano lo coloca como uno de los principales distribuidores de metanfetaminas y para Estados Unidos sólo es un empresario ambicioso. Hasta que se dé una sentencia se sabrá quién tiene la verdad.