La española Aldesa, una de las empresas constructoras del Paso Exprés donde se abrió un socavón el pasado 12 de julio, hizo a México el país con su mayor facturación en tan sólo 10 años.
En 2009, México, junto a Polonia, aportaban 12 por ciento de la facturación de Aldesa; ya para 2012, México alcanzó el 35 por ciento y España tenía el 61 por ciento; en 2016, México alcanzó 56 por ciento de las ventas totales de la compañía, contra sólo el 21 por ciento, según reportes anuales de la empresa, citados por El Universal.
Uno de los primeros proyectos de Aldesa fue el complejo turístico y habitacional La Esperanza, en Huatulco, Oaxaca, cuyas obras dieron inicio en 2006, con una inversión de 800 millones de euros.
Con sus diferentes divisiones, la firma española participa en la construcción de carreteras, túneles, vías de tren, obras de drenaje profundo, proyectos de energía como transmisión de luz para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), proyectos de generación de energía eólica en Yucatán y la construcción de plantas y corporativos para el sector privado.
En 2008, la compañía realizó la construcción de un tramo de 46 kilómetros de la autopista Durango-Mazatlán, con una inversión de 8 mil 218 millones de pesos, este presentó filtraciones de agua, desperfectos en túneles y daño en un puente.
El mimo año, arrancó con las obras de la autopista Arriaga-Ocozocoautla, en Chiapas y la de Tuxtla Gutiérrez-San Cristóbal de las Casas.
Ya para 2010, obtuvo un contrato por 325 millones de junto con Constructora Teya para hacer dos túneles de la autopista Naucalpan-Toluca. En la misma alianza, más otras empresas, iban a construir el Tren de Alta Velocidad México-Querétaro, pero la obra fue cancelada.
Tras otra serie de obras, ganó la licitación del Paso Exprés en 2015.
lrc