CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- En los últimos años, la población de los estados del norte del país, así como los del sur, han cambiado de religión o creencias con mayor frecuencia, a diferencia de la zona centro.
Así lo reveló la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México (RIFREM), 2016 hecha pública este día y apoyada en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De acuerdo con los resultados de esta encuesta realizada con una muestra de 3 mil personas, son los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Chiapas, Tabasco, Yucatán, Quintana Roo y Campeche, en donde mayor población decidió profesar una religión diferente a la que tenía anteriormente.
El 57.1% de los encuestados que decidieron cambiar de religión eran católicos. El otro grupo religioso con mayor porcentaje, eran testigos de Jehová, con 11.2%, seguido de cristianos, con el 9.9%.
Sin embargo, la religión católica se mantiene como la que congrega más feligreses, con el 82.7%, pero la segunda es la evangélica, con el 5.0%, seguida de los ateos o sin religión, que suman el 4.7%.
La región con más habitantes que dejaron su credo para ir a otro tipo de religión, es la del norte, noreste y golfo, con el 13.1%. En segundo lugar, se encuentra la zona del pacífico sur y sureste, seguido de la noroeste, con 10.6%.
En cambio, el área del centro occidente y centro norte, tiene un menor porcentaje, con 4.5%.
La principal razón por la que estas personas dejaron sus creencias es porque su religión anterior ya no le satisfacía, con el 17% de los encuestados. El 16.8% dijo que su religión actual se apega a los fundamentos bíblicos; el 13.2% decidió buscar su verdad por sí mismo, y el 10.5% se convenció de que la religión a la que se cambió, era la verdadera.
Además, las personas entrevistadas manifestaron algunas de las razones por las que consideran que alguien deja su religión anterior. La principal es que se decepcionan de su iglesia, seguido de que no conocen su propia religión y tercero, que les “lavan el cerebro”.
Por otra parte, el 44% de la muestra manifestó que asiste a algún culto, misa o ceremonia religiosa una vez a la semana. El 25% lo hace ocasionalmente en celebraciones importantes y el 13% se presenta cada mes.
Los mexicanos encuestados revelaron que casi la mitad tiene un altar dedicado a alguna santidad en sus hogares. El 54.8% contestó que sí, mientras que el 44.7% dijo que no.
La región con más altares por hogar, de acuerdo a esta encuesta, es la zona centro que comprende los estados de Puebla, Estado de México, Ciudad de México, Hidalgo, Morelos y Tlaxcala.
Por el contrario, quienes tienen altares en menor cantidad, son los habitantes de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa.
De los que erigieron alguna figura para adoración en sus casas, el 59% lo tiene para la Virgen de Guadalupe; el 18% a Cristo; el 11% a algún otro santo popular y el 8.3 a la Virgen María. El 0.3% lo colocó para la Santa Muerte y el 0.1% para practicar santería.
El 96% de los mexicanos entrevistados creen en Dios o un ser supremo; el 51% en la reencarnación; el 72% en la vida eterna; el 77% en la Biblia como verdad absoluta; el 53% en el diablo, el 80% en la virgen de Guadalupe y el 25% en fantasmas y espíritus.
La Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México (RIFREM) 2016, también reflejó que el 35.9 de las personas atribuyen su éxito o fracaso a la voluntad de Dios, mientras que el 42.8% se debe al esfuerzo personal y el 8.5% al destino.
Por último, la mayoría de los encuestados consideraron que las iglesias deben reportar sus movimientos fiscales ante hacienda, con el 56.4% de ellos; el 38.6% dijo que no y al 0.8% le es indiferente.
Pero también el 60% está de acuerdo en que se impartan contenidos y valores religiosos en las escuelas públicas; el 37.3% se manifestó en contra; al igual que festividades tradicionales ligadas a lo religioso, como misas de graduación y pastorelas.
Además, el 62.1% no está de acuerdo con que se despenalice el aborto y deje de ser perseguido por la ley, quien cometa este acto. Es decir, la mayoría está de acuerdo con el castigo a las mujeres que practiquen un aborto. Solo el 31% dijo estar de acuerdo en que deje de ser un delito.
lrc