El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, apareció el jueves por la mañana en los medios de comunicación, uno de sus foros favoritos, publicando en Twitter para ir en contra de Vanity Fair y numerosos informes que lo golpeaban por no desligar su imagen de su imperio comercial.
El multimillonario mostró un desprecio especial por la revista, que durante mucho tiempo ha reflejado enemistad con el magnate. Graydon Carter, su veterano editor, acuñó el término "vulgar de dedos cortos" para describir a Trump mientras estaba en la revista Spy.
“Alguien ha mirado los pobres números (de circulación) de @VanityFair Magazine. Camino abajo, un gran problema, muriendo ¡Graydon Carter, sin talento, estará afuera¡”, tuiteó Trump.
La página en línea de la revista "Hive" ha estado pinchando a Trump durante días con titulares provocativos, entre ellos "Trump Grill podría ser el peor restaurante de Estados Unidos", "¿Tiene Reince Priebus el más pinche trabajo de Washington? "Alguien finalmente aceptó actuar en la inauguración de Donald Trump?".
Pero Vanity Fair no fue el único objetivo de la ira de Trump el jueves por la mañana durante su ráfaga de Tweets. También criticó a los "medios de comunicación" de manera más general, especialmente cuando se trata de sus grandes conflictos de intereses empresariales.
"Los medios de comunicación se esfuerzan tanto para hacer mi mudanza a la Casa Blanca, ya que pertenece a mi negocio, tan complejo - ¡cuando en realidad no lo es!", Él twitteó a las 8:28 a.m.
Es difícil saber qué artículo provocó esa misiva, pero ha habido una gran cantidad de cobertura sobre el fracaso de Trump de construir un cortafuegos entre su presidencia y su imperio inmobiliario.
Trump a principios de esta semana rechazó una conferencia de prensa que debía celebrarse el jueves en la que iba a anunciar un gran plan para minimizar sus conflictos.
En cambio, su equipo prometió un anuncio en enero antes de su inauguración, y envió unos cuantos tweets con detalles vagos sobre sus planes.
En esos tweets, prometió que no se harían "nuevos tratos" mientras él estuviera en el cargo y dijo que dos de sus hijos, Donald Jr. y Eric, además de ejecutivos, manejarían la Organización Trump. Él notablemente dejó fuera a su hija mayor, Ivanka, que presumiblemente se unirá a él en Washington junto con su marido, Jared Kushner.
En ausencia de un plan detallado para manejar los conflictos, Trump ha enfrentado un diluvio de cobertura negativa. Muchos de los titulares aparecieron esta semana sobre una carta de la Oficina de Gobierno de Ética de los Estados Unidos instando a Trump a despojarse de sus negocios o colocar sus activos en un fideicomiso, en lugar de pedirle a sus hijos que los manejen.
Cuatro congresistas demócratas juntos aparecieron para decir que la Administración de Servicios Generales ha concluido que Trump debe despojarse de sus intereses financieros en su nuevo hotel de lujo en Washington, ubicado en el histórico Old Post Office edificio. Si se niega, los legisladores argumentaron, violará los términos de su contrato de arrendamiento con el gobierno federal tan pronto como se inaugure, ya que impide que los funcionarios elegidos se beneficien del arreglo. La GSA (por sus siglas en inglés).
Las actividades de Trump y sus hijos también están levantando las cejas. El miércoles, Politico informó que Donald Jr. estuvo involucrado en el proceso de entrevistas para el Secretario de Interior, a pesar de su papel de supervisar los intereses empresariales de Trump mientras su padre está en la Casa Blanca.
Y Donald Jr., Eric e Ivanka se sentaron en la reunión de alto perfil de Trump el jueves con ejecutivos de tecnología en Trump Tower.
Pero no fue sólo a los medios de comunicación los que irritaron a Trump el jueves por la mañana. También disparó un tuit nuevamente reclamando influencia política en la evaluación de la CIA de que Rusia no sólo se entrometió en las elecciones estadounidenses sino que también estaba tratando de aumentar específicamente las oportunidades de Trump.
(Con información de politico.com)
lrc