Como bien se sabe, un grupo de indígenas en el sur de Pará, en Brasil, en el pasado vivían en una guerra, misma que llevó casi a uno de estos grupos al exterminio, sin embargo, hoy una amenaza más grave los ha unido: las políticas de la administración de Jair Bolsonaro para el Amazonas.
Una especie de Asamblea General de las Naciones Unidas de los pueblos xinguanos del área se reunió recientemente en la aldea Kubenkokre, en la tierra indígena Kayapós Menkragnoti, en la que acudieron representantes de 14 grupos étnicos indígenas y cuatro reservas ribereñas de la cuenca de Xingú.
Los representantes de los pueblos indígenas dejaron sus aldeas para ir a las ciudades más cercanas, donde fueron recogidos por autobuses, hasta llegar a la casa principal, construida en el centro del pueblo y rodeada por el resto de casas dispuestas en un gran círculo, donde se llevaron a cabo los debates que duraron tres días.
La región, que ocupa partes de los estados de Pará y Mato Grosso, es una de las últimas partes preservadas de la Amazonía en su parte oriental, sin embargo, datos indican que la región perdió entre enero y junio de este año 68,900 hectáreas de bosque, el equivalente al área que ocupa Salvador de Bahía.
Por lo que estos indígenas han dejado de lado sus conflictos del pasado y ahora están enfocados en su lista de preocupaciones, que incluye los planes del gobierno para autorizar la minería en tierras indígenas y las prospecciones de las compañías y los madereros en sus territorios.
Además, de la contaminación por pesticidas en los ríos locales.
Xingú
El pueblo indígena más grande de Xingú, con alrededor de 12,000 miembros, son los kayapós, ellos se encargaron de organizar el evento, la primera reunión de la Red Xingu +, en una aldea indígena.
La situación para la Tierra Indígena Kayapó es más grave, pues es donde los ríos Fresco y Branco están contaminados con mercurio y desfigurados por balsas y retroexcavadoras usadas para explorar los minerales.
MJP