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Trauma, esperanza y estancamiento político tras muerte de George Floyd en EU

A un año de la muerte de Floyd, tres estadounidenses revelan el impacto que les dejó este incidente

Escrito en MUNDO el

A un año de la muerte del afroamericano, George Floyd, tres estadounidenses, dos negros y uno blanco, revelan a Zenger News cómo les impactó este incidente sucedido el Día de los Caídos en 2020.

Ese día a las 8:01 p.m. entró una llamada al 911. Provenía de una tienda de autoservicio de Minneapolis. La persona al teléfono dijo que un cliente se negaba a devolver un paquete de cigarrillos que había comprado con un billete falso de 20 dólares.

Después: el oficial Derek Chauvin se arrodilló sobre el cuello del hombre afroamericano esposado, quien dijo suplicante que no podía respirar y llamó a su madre. Nueve minutos y 29 segundos después, George Floyd había muerto. Una adolescente capturó el asesinato en su teléfono celular.

Seawright, de 34 años, buscó abrir un diálogo interracial después del asesinato de George Floyd.

“Estábamos al final de la calle de [la Universidad de] Alabama, y es [racialmente] muy diversa”, dijo a Zenger News. “Uno establece vínculos en los restaurantes porque no tiene miedo de acoger a personas de diferentes razas”.

No soy un gran fanático de las protestas. Estoy a favor de tomar una postura, pero creo que es una cuestión de estrategia

“Siempre dicen que hubo gente que murió para que nosotros tuviéramos el derecho a votar, pero ¿cuándo fue la última vez que hablaste con alguien que murió?”, dijo Seawright. “Creo que estaba en mí arreglar muchas de las cosas que se interponían en mi camino. No apoyo la idea de que votar sea la única vía para solucionar el problema”.

Su padre, el obispo Seawright, encabezó una marcha en Hunstville, Alabama, para conmemorar el aniversario del asesinato de Floyd, mientras que su madre, la reverenda Sherita Seawright, dijo: “Creo que para los niños de esta generación que pensaban que estaban en territorio seguro [en términos de problemáticas raciales] esta ha sido una buena experiencia”.

Pero Williams, de 56 años, quien es blanca, tuvo una experiencia diferente en el año, y una visión diferente de la protesta. Pues le preocupaban las imágenes de las secuelas del incidente de George Floyd que veía en la televisión.

“Tengo emociones encontradas porque donde crecí, en mi escuela, con mi familia de la iglesia, en todos lados; nunca me tocó toparme con una persona racista en mi círculo”, dijo Williams. “Estábamos todos unidos, tal vez sea ingenuo, no pensé que la gente más allá del Beltway [la carretera interestatal 495] no mirara el color [de la piel]”.

“Cuando pasó lo de Floyd poco después de lo que sucedió en Florida y en Baltimore, creo que me desanimé”, dijo Williams, refiriéndose a la muerte de Trayvon Martin, un joven negro de 17 años, en Sanford, Florida, en 2012, y a la muerte de Freddie Gray bajo custodia policial en Baltimore, Maryland, en 2017, a las que siguieron protestas y disturbios en la ciudad.

“Dios mío, ¿por qué vamos al revés?”, dijo Williams, quien no se siente cómoda con la cobertura que los medios dieron al tema. “Luego, me enoja que la gente en los medios masivos asuma que soy racista y prejuiciosa, porque me tachan de algo que no soy”.

El reverendo Russell A. Pointer, ministro principal de la Iglesia Central de Cristo de Minneapolis, dijo a Zenger News que el año que comenzó con un evento traumático ha dado paso a la esperanza. 

“Cuando sucedió, estaba traumatizado”, dijo Pointer, de 53 años. En cuanto la violencia asoló la ciudad, los distintos grupos religiosos trataron de responder, incluido el suyo. Él es un ministro en la Iglesia Central de Cristo y dirige una despensa de alimentos que sirve a personas de distintos orígenes raciales.

“Hemos orado cada semana en sesiones de Zoom durante todo el año, blancos, negros, católicos, protestantes, luteranos, todos”, dijo Pointer, quien está afiliado a un par de grupos llamados His Works United y Transform Minnesota.

“Un año después, tengo esperanza porque he visto a esta comunidad unirse como nunca; no solo los blancos y los negros, sino todas las iglesias se han unido: mezquitas, sinagogas, todos juntos para mantener las armas fuera de la calle y en favor de la reforma policial”.

Este es el movimiento de derechos civiles más grande de la historia. Es un momento que se convirtió en movimiento

MJP