Los sobrevivientes al tiroteo en un festival de música country, en el que murieron 58 personas y más de 500 quedaron heridas, cuentan cómo vivieron el ataque perpetrado por el multimillonario retirado Stephen Paddock, quien disparó desde un ventana del hotel Mandalay Bay y luego se habría suicidado.
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Algunos de los asistentes al concierto cuentan que confundieron los disparos con fuegos artificiales.
“Yo estaba adentro, nos negamos a creer que fuera un tiroteo hasta que siguió y luego todos empezaron a huir”, comentó Lawrence Barnard, uno de los sobrevivientes de la masacre.
A su vez, Monique Dekerf, otra sobreviviente dijo haber escuchado “lo que parecía vidrio rompiéndose”.
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“Miramos a los lados para ver qué estaba pasando y fue que escuchamos el pop, pop, pop. Piensas que estás bien por un momento, porque no había más fuego y de repente comienza de nuevo”, agregó.
Robert Hayes, un bombero de Los Ángeles que se encontraba cerca del escenario en que Jason Aldean cantaba en el cierre del festival, pensó en primera instancia que lo que escuchaba era el mal funcionamiento del equipo, aunque en realidad eran los disparos.
(Con información de agencias)
lrc