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Situación en Afganistán es “un golpe a la reputación estadounidense”: experto

Moisés Garduño García, académico de la UNAM, explica que los acontecimientos de los últimos días son un fracaso de la política exterior de Estados Unidos

Escrito en MUNDO el

Afganistán está viviendo un momento histórico: 20 años después del inicio de la guerra con Estados Unidos, los talibanes tomaron el poder de la ciudad de Kabul.

Este 11 de septiembre, aniversario del ataque a las Torres Gemelas, “es probable que veamos ondear la bandera talibana, lo cual representa un golpe a la reputación estadounidense, a su retórica liberalizadora y democratizadora” explica Moisés Garduño García, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Garduño García, experto en Política y Cultura de Oriente Medio, también señala que los hechos de los últimos días han sido un fracaso de la política exterior de Estados Unidos, que muestra la “deshegemonización” del país norteamericano y la reemergencia de otros actores como China y Rusia.

“Simplemente son reacomodos estratégicos que se dan debido a que hay un vacío de poder en estos momentos, el cual China tratará de llenar, más que con armas, con ayuda económica, para intentar que haya estabilidad en una zona que es de su interés y le preocupa”.

 

CAMBIOS EN LA NEGOCIACIÓN

El académico explica que, a diferencia de hace 20 años, los talibanes ahora muestran grandes capacidades negociadoras.

No solo se comunican ya con países como China y Pakistán, sino que han hecho esta transición menos turbulenta de lo que se hubiera pensado, “a pesar de las imágenes que vemos en redes sociales”.

Hoy existen dos generaciones importantes, la antaña y la de jóvenes. La primera toma decisiones y coordina diálogos, mientras que la segunda implementa operaciones militares, “lo cual puede explicar el avance tan rápido para tomar en dos semanas lo que Estados Unidos pensó que se llevaría seis meses”.

Garduño García señala que los talibanes no son un grupo que llega completamente por la fuerza, sino como un actor político con una base social importante, ya que en Afganistán hay sentimientos antiestadounidenses.

 

LAS LECCIONES

El experto explica que una de las principales lecciones de esta situación es que las estrategias armamentistas que prometen democracia y estabilidad terminan siendo un fracaso a largo plazo.

“Lo hemos visto en Irak, lo estamos viendo en Afganistán y tenemos otros escenarios abiertos, como Libia o Yemen”, apunta.

Añade que se tienen que reconsiderar las estrategias de ayuda para el desarrollo en vez de caer en estrategias militares, ya que las poblaciones terminan en calidad de desplazadas o pierden la vida mientras que los fabricantes de armamento ganan dinero.

 

ACV