Una fosa clandestina hallada en la comarca indígena de Ngäbe Buglé, en Panamá, destapó el horror en el país centroamericano.
Dentro de la fosa autoridades panameñas encontraron el cuerpo de siete personas entre ellas una mujer embarazada y sus cinco hijos menores de edad, así como el cadáver de una mujer más de 17 años.
La madre embarazada tenía 33 años y las edades de sus hijos rondaban entre uno y 17 años de edad.
La fosa estaba situada en un lugar muy apartado y de difícil acceso en una selva lluviosa.
Por si fuera poco, fueron encontradas 15 personas amarradas y privadas de su libertad, quienes registraban lesiones y golpes.
Las autoridades panameñas dieron con este hallazgo gracias a los habitantes de la región, quienes señalaron como responsables a pastores de la secta La Nueva Luz de Dios.
Todo comenzó cuando un hombre denunció que su esposa y sus hijos estaban retenidos por la secta.
Un menor que estaba entre los secuestrados escapó y mostró a sus vecinos las heridas que le causaron en la espalda durante un ritual. Así empezó la búsqueda.
Es decir, para los pobladores las muertes de las mujeres y los menores fueron realizados como sacrificios. Además, las 15 personas estaban retenidas para, presuntamente, utilizarse en rituales.
Durante el operativo fueron detenidos nueve miembros de la mencionada secta, según informó el Ministerio de Seguridad Pública.
"Nueve ciudadanos serán imputados en las próximas horas como supuestos responsables de la muerte de siete personas que fueron presuntamente torturadas y sacrificadas".
La versión de la secta fue confirmada por Rafael Baloyes, fiscal superior de la provincia caribeña de Bocas del Toro, quien afirmó que "al parecer se trata de los miembros de una secta religiosa que se dedicaba a hacer ritos, y los cuales se presumen son responsables del hecho".
Según Baloyes, supuestamente obligaban a familias enteras a participar en sus rituales.
“Había personas retenidas contra su voluntad […] había una mujer desnuda. Y todos estos actos eran para quitarle la vida si ellos no se arrepentían de sus pecados”.
Los detenidos son indígenas de la misma comarca, aunque se desconoce cuándo y dónde surgió la secta.
Los miembros de la secta son acusados también de haber causado quemaduras a otras tres personas de la zona el pasado fin de semana durante un presunto exorcismo.
Los supuestos pastores empezaron a predicar la semana pasada, para el domingo realizaron un ritual a una familia “para sacarles a Satanás”, exorcismo que les causó las quemaduras.
Domingo González, testigo de los ritos que logró escapar, contó a los medios locales cómo un hombre golpeó a su propio hijo, al que miembros de la secta habían desnudado previamente.
"Comenzaron a pegarle con la Biblia y con la mano cerrada. Lo agarraban de aquí (el cuello) y le decían: ‘quítate el demonio que tienes tú por dentro’.".
Con información de EFE y AP
(Rodrigo Gutiérrez)