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Rufo Antonio, el rostro de la brutalidad policial en Venezuela

El joven perdió sus dos ojos por los perdigones que le dispararon a bocajarro unos agentes de policía durante una protesta por la falta de gas en su comunidad

Escrito en MUNDO el

Rufo Antonio Chacón de 16 años, hijo de Adriana Parada, se ha convertido en el rostro de la aparente brutalidad policial en Venezuela, después de haber perdido sus dos ojos por los perdigones que le dispararon a bocajarro unos agentes de policía.

El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, confirmó que el joven fue herido por perdigones disparados por funcionarios policiales que le causaron "gravísimas lesiones", durante la participación de Chacón en una protesta por la falta de gas en su comunidad en el municipio Cárdenas, en el estado Táchira, fronterizo con Colombia.

A pesar de que Saab anunció la detención de dos agentes involucrados en la agresión, asegurando que serán "severamente sancionados", la madre de la víctima se queja.

"Nadie le devolverá los ojos a mi hijo", dijo Parada.

Mi hijo ya no quiere vivir; le arruinaron la vida

Adriana Parada presenció lo ocurrido con su hijo porque ella también estaba entre los vecinos que participaban en la protesta después de tres meses sin recibir suministro de gas.

"Tenemos hambre y estamos cansados de cocinar con leña", aseguró.

Así que, junto con Rufo y otro hijo suyo de 14 años, Parada fue a la calle y participó en la protesta que bloqueó la carretera para exigir soluciones, algo que muchos hacen en Venezuela, ante los problemas crónicos de suministro energético.

Lo remató cuando estaba en el suelo
 

Adriana Parada cuenta que la protesta era pacífica, tanto que había mujeres y niños.

"De repente, llegó la Policía y sin previo aviso empezaron a disparar y golpearnos. Me fui a ayudar al de 14 años, al que le estaban golpeando en la cabeza, cuando vi que se lanzaban sobre el mayor", continuó.

Un policía le disparó primero; otro lo remató cuando estaba en el suelo
 

Posterior a la agresión, las imágenes del rostro ensangrentado del joven camino al Hospital Central de San Cristóbal se hicieron virales en Venezuela, en donde fue atendido de emergencia, sin embargo, informaron que el joven mostraba ocho perdigones en el globo ocular izquierdo y 4 en el derecho, por lo que lamentablemente perdió definitivamente la visión.

Adriana lamenta que "desfiguraron" a su hijo, y cuenta que los médicos"tuvieron que dormirlo porque se quiere matar".

Es un estudiante que era feliz reparando teléfonos móviles y al que han arruinado su sueño de ser ingeniero informático
 

mjp