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¿Republicanos pagarán los "platos rotos" por toma del Capitolio?

Se enfrentan a una perspectiva inquietante: que la violencia inspirada por Trump podría persistir durante décadas como una mancha en el partido: NYT

Escrito en MUNDO el

Tras el asalto al Capitolio de Estados Unidos el pasado martes por simpatizantes del aún presidente Donald Trump, varios de sus colaboradores más cercanos e integrantes del partido Republicano han marcado distancia o roto relaciones con el magnate. Sin embargo, la irrupción, que costó la vida de cuatro personas, podría reflejarse en un castigo de para la fracción roja por parte de los ciudadanos.

Muchas son las voces que han pedido que se invoque la Enmienda 25 de la Constitución de EU para destituir inmediatamente a Trump de su cargo como presidente, vices que provienen incluso desde el campo republicano. 

¿MANCHA EN EL PARTIDO REPUBLICANO?

Dentro de la fracción color rojo se vive una división. Mientras los miembros más conservadores del partido -como Mitch McConnell y Utah Mitt Romney, excandidato presidencial en 2012- intentan arrebatarle el poder a Trump y sus aliados; el hijo del aún presidente asegura que "este ya no es su Partido Republicano, este es el Partido Republicano de Donald Trump", según dijo durante el mitin del miércoles previo a la toma del Capitolio.

El hijo mayor de Trump dijo que la marcha debería ser una llamada de atención para el Partido Republicano, y acusó a la fracción de no hacer lo suficiente para ayudar a su padre a revertir los resultados de las elecciones y "detener el robo".

Por lo pronto, el partido ha perdido tanto la Casa Blanca como la mayoría en el Senado, por lo que algunos funcionarios republicanos que han criticado a Trump en el pasado, incluido el representante Adam Kinzinger de Illinois y dos gobernadores, Phil Scott de Vermont y Larry Hogan de Maryland, han pedido la destitución de Trump.

Chris Christie, gobernador de Nueva Jersey -quien fue el primer republicano importante en respaldar a Trump- aseguró que la conducta del presidente desde las elecciones “ha sido perjudicial para el país e increíblemente dañina para el partido".

McConnell, aún líder de la mayoría republicana en el Senado parece dispuesto a encabezar el arrebato del poder a Trump sobre el partido.

"Puede pasar que el partido se divida, se quiebre”, dice para la BBC Mundo Steven Levitsky, profesor de Gobernabilidad de la Universidad de Harvard. “Si los republicanos quedan divididos, esto va a fortalecer a Biden", agregó.