Reportes de una organización especializada en monitorear las acciones de grupos extremistas en Estados Unidos, señalan que luego de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidencias, se comenten un promedio de cien delitos por motivos raciales.
Según lo reportado por el Centro Legal Sureño para la Pobreza, a partir del 9 de noviembre se han registrado en promedio un acto de racismo y discriminación cada 15 minutos.
Sobre las cifras el presidente de la organización no gubernamental, Richard Cohen, aseguró que las cifras se actualizan a ese ritmo en todo el territorio norteamericano.
“Se presentan en todas partes, en escuelas, en tiendas, en las calles”, señaló Cohen.
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Se debe puntualizar que las autoridades definen como “crímenes de odio” las agresiones basadas en diferencias raciales, como los actos vandálicos a la propiedad y ofensa a las personas, justo como se ha registrado en diversas latitudes de los Estados Unidos, donde se han detectado pintas con swásticas junto al apellido del presidente electo.
La regidora Hilda Solís, de ascendencia latina, explica que “la gente está siendo blanco de agresiones por su apariencia, grupo étnico, raza, religión, idioma y origen”, ante lo cual expresó: “tenemos que ponernos de pie y hablar al unísono contra estos actos de abuso, discriminación y violencia racial”.
Por otra parte, estadísticas oficiales de la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) destacan que los crímenes de odio incrementaron en un siete por ciento en el 2015, pero los dirigidos contra musulmanes en particular aumentaron en 37 por ciento, y este año se han disparado.
Ante ello, la Unión Americana de Libertades Civiles llamó a toda la comunidad a unirse en rechazo a agresiones a los musulmanes y contra cualquier otro grupo étnico, religioso o de preferencia sexual.
En tanto, en nueva York el alcalde Bill de Blasio prometió que su administración “usará todas las herramientas de que dispone para defender. Si quieren obligar a los musulmanes a usar distintivos, actuaremos legalmente para impedirlo; y si el gobierno federal quiere que nuestra policía participe en separar familias inmigrantes, nos negaremos”.
Hasta el momento nadie responsabiliza directamente a la coalición autodenominada Alt-Right por los actos. El nombre es una contracción de “alternativa de derecha” que aglutina a todos los grupos neonazis, del Ku Klux Klan, al Movimiento Nacional Socialista, grupos evangélicos, la Nación Aria, la Resistencia Blanca Aria y otras organizaciones supremacistas blancas.
Con información de Excélsior
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