Yoshihide Suga actual secretario general del gobierno japonés y cercano a Shinzo Abe, fue elegido por el Partido Liberal Demócrata (PLD) para convertirse en el primer ministro de Japón.
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Suga de 71 años consiguió 377 votos de los 535 votos que estaban en juego, que incluyen los de los 394 legisladores del partido y 141 de las secciones locales de ese grupo político en las 47 prefecturas del país.
En los comicios internos del PLD, quedó en segundo lugar el exministro de Exteriores Fumio Kishiba, con 89 votos, y el tercer lugar fue para Shigeru Ishiba, con 68 de los 534 votos válidos emitidos.
La victoria de Suga se anticipaba desde hace varios días teniendo en cuenta los apoyos recibidos entre las distintas facciones del PLD. Suga se ha comprometido a seguir las políticas que deja en herencia Abe quien presentó su renuncia el pasado 28 de agosto por motivos de salud.
Suga ha sido una figura importante en la administración del primer Shinzo Abe y se desempeñó como el principal portavoz del gobierno en su papel de secretario jefe del gabinete.
Yoshihide Suga es hijo de un productor de fresas en la prefectura de Akita, en el norte de Japón, señaló que había recorrido un largo camino. “Me dedicaré todo a trabajar por la nación y el pueblo”, dijo en su discurso de victoria.
Suga, que creció en las zonas rurales de Japón y no pertenece a una facción dentro del partido gobernante, puede ser un realista político con una amplia perspectiva nacional, más que Abe.
Sin embargo detrás de escena Suga, es conocido por su enfoque de mano dura para hacer trabajos como coordinador de políticas e influir en los burócratas utilizando el poder centralizado de la oficina del primer ministro, lo que lleva a los observadores políticos a llamarlo el "primer ministro en la sombra".
Según los informes, algunos burócratas que se han opuesto a sus políticas han sido eliminados de los proyectos o transferidos a otro lugar.
LOS RETOS DE SUGA
Una de los principales prioridades de Suga serán luchar contra el coronavirus y cambiar una economía japonesa golpeada por la pandemia.
Además Suga heredará varios otros desafíos, incluida China, que continúa sus acciones asertivas en el Mar de China Oriental.
También tendrá que decidir qué hacer con los Juegos Olímpicos de Tokio, que se retrasaron hasta el próximo verano debido al coronavirus. Y tendrá que entablar una buena relación con quien gane la carrera presidencial estadounidense.
Suga ha dicho que quiere mantener la comunicación y desarrollar lazos estratégicos con China y Corea del Sur a pesar de las difíciles relaciones con ellos.
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