Walter Fernando Alfaro Pineda, apodado como “Clever”, fue detenido por elementos del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) en Houston, Texas, en Estados Unidos.
“Clever” es quizá uno de los hombres más violentos del territorio estadounidense, las autoridades lo señalan como el líder máximo de la sanguinaria pandilla Barrio 18.
Alfaro Pineda, de 41 años, es acusado de asesinato y crimen organizado, en una red que se dedicaba principalmente a la tráfico de drogas, extorsión y fraude.
Su captura fue calificada por el fiscal neoyorquino Seth D. DuCharme como un gran triunfo en el combate a las organizaciones generadoras de violencia en Estados Unidos.
SU PRIMERA CAPTURA Y EXTRADICIÓN
No es la primera vez que “Clever” es detenido por las autoridades estadounidenses.
Hace ocho años, en octubre del 2012, fue detenido en Texas y extraditado a El Salvador, donde era acusado de asesinato, crimen organizado y extorsión.
En aquel entonces, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) presumió la extradición en un comunicado.
Sin embargo, se desconoce qué sucedió tras su llegada al país centroamericano y cómo libró las acusaciones en su contra.
Por su fuera poco, tras su liberación, Walter Fernando regresó a territorio estadounidense donde se convirtió en el jefe de Barrio 18.
El gobierno de Estados Unidos coloca las actividades criminales del líder pandillero a partir de septiembre de 2016.
Esto quiere decir que pasaron menos de cuatro años desde su extradición para recuperar su libertad, volver a Estados Unidos y convertirse en el mandamás de la pandilla.
EL ASESINATO DE UN TRAIDOR
El nombre de Walter Fernando Alfaro Pineda encabeza una acusación del Distrito Este de Nueva York junto a 11 miembros de la pandilla Barrio 18.
En la acusación “Clever” y sus hombres son señalados de asesinar al menos tres personas identificadas y demás miembros de pandillas rivales sin identificar, así como casi matar a una persona durante un asalto.
En la denuncia, las autoridades señalan los nombres de tres víctimas fallecidas: Josué Guzmán, Oscar Antonio Blanco Hernández y Johnathan Figueroa.
Este último, sin embargo, es el caso más violento e incluso destacado por las autoridades estadounidenses para demostrar la violencia de “Clever”.
Johnathan Figueroa era miembro de la pandilla Barrio 18 cuando el 24 de octubre de 2017 fue citado por hombres de “Clever” para que viajara de Kingston a Nueva York.
Al llegar a su destino, relata la acusación, Figueroa fue recibido por miembros de la pandilla quienes lo llevaron al bosque Turkey Point, un parque arbolado de 140 acres y un pantano que bordea la orilla del río Hudson.
Ahí, Johnathan Figueroa fue apuñalado por colegas de su misma pandilla por más de 100 veces. Luego, enterraron a la víctima en una tumba improvisada en el bosque.
Por su fuera poco, uno de los miembros registro el asesinato -la acusación no detalla cómo, pero los más probable es que haya sido con videos o fotos- pra difundirlo entre la pandilla y no cometieran el mismo error que él.
Pero ¿cuál fue el error de Johnathan? Según las autoridades, “Clever” creía que se había convertido en un infiltrado de las autoridades.
En la acusación, el gobierno estadounidense no confirma ni rechaza que Figueroa en efecto haya sido un colaborador de las fuerzas del orden.
El asesinato de Johnathan Figueroa fue orquestado por Alfaro Pineda y realizado por Yanki Misael Cruz Mateo, alias “Doggy”; Sergio Gerardo Herrera Hidalgo, alias “Street Boy”; Jose Douglas Castellano, alias “Chino”; e Israel Mendiola Flores, alias “Chapito”.
BARRIO 18 Y SUS NEXOS CON EL NARCO
Barrio 18 es una de las principales pandillas de Estados Unidos que operan a nivel nacional, según la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
La DEA señala que Barrio 18 tiene nexos con los cárteles de la droga mexicanos, pero no señala cuáles.
También identifica vínculos con la pandilla “Mafia Mexicana” que a su vez ha hecho alianzas con el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la Familia Michoacana.
Las pandillas como Barrio 18 y la “Mafia Mexicana” se encargan de distribuir las drogas que los cárteles mexicanos hacen llegar a Estados Unidos.
Un documento del Departamento de Justicia de Estados Unidos citado por la Revista Proceso señala que estas pandillas han comenzado a ganar poder a tal grado de ser consideradas como “cárteles domésticos”.