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¿Qué pasó?, se preguntó Hillary; hoy Biden piensa en triunfar

La excandidata demócrata resume los factores que le costaron la elección de 2016, tras la que Donald Trump se convirtió en presidente de Estados Unidos

Escrito en MUNDO el

Tras su derrota electoral en 2016, Hillary Clinton se ha dedicado a pensar el por qué Donald Trump se convirtió en presidente de Estados Unidos, mandato que el republicano busca alargar por cuatro años más, ahora al enfrentar al exvicepresidente Joe Biden en las boletas.  

“Miro atrás a mis propias limitaciones y a los errores que cometimos. Asumo la responsabilidad de todos ellos. Podemos culpar a los datos, culpar el mensaje, culpar lo que queramos, pero yo era la candidata. Era mi campaña. Eran mis decisiones”, escribe la exprimera dama de EU en su libro “Lo que pasó” (Simon & Schuster, 2017). 

Hillary Clinton asegura que también se le presentaron “fuertes vientos frontales”, como el surgimiento de “la política tribal” en Estados Unidos y a nivel mundial, la inquietud del país en busca de un cambio, la cobertura por parte de la prensa de sus correos electrónicos, la tardía intervención del director del FBI, una campaña de desinformación dirigida por Rusia y una “avalancha de noticias falsas”. 

“Estas no son excusas: son cosas que pasaron, gústenos o no”, expone.

La excandidata resalta que el estadista Nate Silver aseguró que el causante más claro de la derrota demócrata en 2016 fue la carta del 28 de octubre (once días antes de la elección) publicada por Jim Comey, ex director del FBI, en la que afirmó que se volverían a examinar los correos electrónicos que Clinton envió desde un servidor privado cuando era secretaria de Estado.

CRÍTICAS

Algunos de los cuestionamientos contra Clinton se centran en que se debió fortalecer la campaña en el Medio Oeste. La excandidata recuerda que la elección se decidió por 77 mil 744 votos de un total de 136 millones. “Si solo 40.000 personas en Wisconsin, Michigan y Pensilvania hubieran cambiado de opinión, yo habría ganado”.

Clinton asegura en su libro que hizo campaña fuerte en toda Pensilvania y contó con una presencia agresiva y gran cantidad de publicidad, sin embargo, perdió por más que el margen en Wisconsin y Michigan combinados. 

Otra explicación que suele darse sobre la derrota, es que Clinton careció de un mensaje económico. El propio Biden dijo que el Partido Demócrata en 2016 no tocó temas característicos de la fracción, como el mantener “una floreciente clase media”. 

La compañía Vox, luego de realizar un análisis de todos los eventos de campaña de Hillary reveló que se habló de empleos, trabajadores y la economía más que de cualquier otro tema. 

De acuerdo con la revista Atlantic, la candidatura de Clinton “tenía la plataforma económica más ampliamente progresista de cualquier otro candidato presidencial en la historia”.

Habló más acerca de empleos en su discurso de convención que Trump en el suyo, así como en el primer debate, que fue visto por ochenta y cuatro millones de personas. 

¿PERDIÓ DESDE EL PRINCIPIO?

Analistas señalan que la candidatura de Clinton estaba condenada desde el principio por sus debilidades políticas, o bien porque EU se veía “envuelto en una ola histórica de populismo tribal cargado de ira”.

La demócrata enfatiza que en cuanto a voto popular se refiere (recibió más votos pero Trump obtuvo más en el Colegio Electoral), ella fue la vencedora por cerca de tres millones, margen parecido al de George W. Bush frente a John Kerry en 2004. “Es difícil ver cómo eso puede ocurrir si yo estoy irremediablemente fuera de sintonía con el pueblo americano”.

Hillary acusa una disparidad entre su forma de abordar la política “y lo que gran parte del país quería oír en 2016”. 

“He aprendido que hasta los mejores planes y propuestas pueden caer en oídos sordos cuando la gente está desilusionada por un sistema político quebrado y disgustada con los políticos. Cuando la gente está furiosa y buscando a alguien a quien culpar, no quiere oír un plan de diez puntos para crear empleos y elevar los salarios. Quiere que uno esté furioso también”. 

DECIDIERON QUE NOS LES AGRADABA

La excandidata asegura que muchos de los votantes votaron en su contra simplemente porque no les cayó bien. “Parece que muchos votantes de Trump estaban en realidad votando contra mí, más que votando por él”.

En las encuestas de boca de urna del día de las elecciones, muchas personas dijeron pensar que Trump no estaba calificado o carecía del temperamento adecuado para ser presidente, no obstante, votaron por él de todas formas. 

Del 61% que dijo que el magnate no estaba calificado para llegar a la Casa Blanca, 17% votó por él. Del 63% que dijo que no tenía el temperamento adecuado, 19% lo tachó en la boleta. 

18% veía a ambos de manera negativa, pero votaron a su favor, 47% a Trump contra 30% a Clinton.

VOTANTES INDECISOS

Hillary Clinton, tras dos convenciones demócratas y tres debates frente a Trump, estaba mejor posicionada que Obama cuatro años atrás. 

Aunque aventajaba a Trump en las encuestas, algunas de estas no acertaron, pero lo que pasó fue que, según datos recabados a boca de urna los votantes que acudieron a votar todavía indecisos, optaron fuertemente por Trump. 

En Pensilvania, el margen entre los que se decidieron tarde fue 54 a 37 por ciento. En Wisconsin, 59 a 30%. En Michigan, 50 a 39%. El patrón se extendió a Florida (55 a 38 por ciento a favor de Trump). 

El sector de mujeres blancas de la clase trabajadora también se movieron en masa en los días finales. Trump mantuvo una ventaja con este grupo durante casi toda la campaña, pero según el NBC–Wall Street Journal, Clinton se acercó a solo cuatro puntos durante los debates de octubre. En la semana final, el margen de Trump aumentó a 24 puntos. 

CORREOS ELECTRÓNICOS

Gallup compiló una nube de palabras de lo que los americanos leyeron, vieron y oyeron sobre Hillary Clinton durante varios meses de la campaña. La etiqueta “correos electrónicos” marcaba la tendencia. Mentira y escándalo también figuraron. 

En el caso de Trump, inmigración y México se destacaban mucho más que empleos o comercio.  

Sin embargo, la carta de Comey del 28 de octubre acerca de la investigación de los correos electrónicos condujo a una semana de cobertura negativa contra la candidata demócrata, de punta a punta.

Los republicanos, además, desembolsaron al menos 17 millones de dólares en avisos relacionados con el entonces director del FBI en estados decisivos.

“Nunca he sido simpatizante de ninguno de los dos, pero este tema de los correos electrónicos con Clinton me tiene preocupada desde hace unos días. ¿Van a elegirla y después destituirla? ¿Divulgó información secreta?”, comentó una ciudadana días antes de la votación, al participar en un grupo de enfoque centrado sobre votantes independientes e indecisos en Filadelfia y en Tampa, Florida.

En la semana siguiente a la publicación de la carta de Comey, Nate Silver reveló que la ventaja en las encuestas nacionales había caído cerca de tres puntos. Las posibilidades de ganar la elección se redujeron de 81% a 64%. 

El domingo anterior a la elección, Comey envió otra carta en la que explicó que no había nueva evidencia para cambiar su conclusión de julio, pero horas después, Trump se mostró indignado ante la ratificación y en un mitin en Michigan dijo: “Hillary Clinton es culpable. Ella lo sabe. El FBI lo sabe. La gente lo sabe. Ahora depende del pueblo americano hacer justicia en la boleta el 8 de noviembre”. “¡Enciérrenla!”, respondió la multitud.

RUSIA

El segundo gran factor que derivó en el desplome de la campaña al final de la contienda fue “el complot ruso”. Los correos electrónicos que Rusia robó a John Podesta y entregó a WikiLeaks aseguraron que las palabras Clinton y correos electrónicos estuvieran en los titulares antes de la carta de Comey. 

Las búsquedas en Google sobre WikiLeaks eran relativamente altas en áreas particularmente pobladas de grandes cantidades de votantes indecisos, como el condado de Cambria en Pensilvania y Appleton, Wisconsin.

APOYO A TRUMP

“La interferencia externa puede ayudar a explicar por qué un número suficiente de votos cambió en los últimos días para entregarle el resultado del Colegio Electoral a Trump. Pero no explica por qué la elección estuvo tan reñida para empezar, lo suficientemente reñida para que un movimiento tardío en unos cuantos estados pudiera representar una diferencia”, escribe la excandidata.

En primer lugar están los 13,3 millones de republicanos que votaron por Trump en las primarias, para resultar el candidato oficial. Los seguidores acérrimos de los que Trump hablaba cuando decía, “Puedo pararme en medio de la Quinta Avenida y dispararle a alguien y no perdería votantes”.

No obstante, la antipatía hacia Clinton, probablemente el mayor factor que atrajo a escépticos de Trump hacia su campo en un acto de puro partidismo, siguiendo el axioma que dice “los demócratas se enamoran, los republicanos se alinean”.

(djh)