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¿Qué está en juego con el juicio contra Netanyahu en Israel?

Este domingo inicia el juicio contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, encara la justicia por los cargos como cohecho, fraude y abuso de confianza

Escrito en MUNDO el

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se sienta hoy en el banquillo de los acusados para enfrentarse a tres cargos de corrupción por casos investigados desde 2016.

Cohecho, fraude y abuso de confianza son los cargos de los que la Fiscalía General del Estado le acusa, en los casos conocidos como el 1,000, 2,000 y 4,000, que versan en torno a la recepción de regalos a cambio de favores y supuestos tratos para recibir una cobertura positiva de los medios sobre él y su familia.

Hasta el último minuto los abogados del apodado Bibi han tratado de evitar la foto de éste en el banquillo, pero el Tribunal Superior de Distrito de Jerusalén decidió que la Justicia debe ser igual para todos y que eso supone que quien ha sido jefe del Gobierno ininterrumpidamente desde 2009 debe comparecer ante la corte y sentarse junto a los otros acusados: Noni Mozes y Shaul e Iris Elovitch.

El juicio comenzó hoy en la Corte de Distrito de Jerusalén, en el este ocupado de la ciudad, y, según los analistas,  el proceso penal podría durar años.

DOMINGO 24 DE MAYO

Se espera que hoy las partes presenten varias mociones al tribunal, que tendrá que estudiarlas y responderlas, por lo que el juicio en sí mismo no entraría en materia hasta dentro de seis meses o incluso un año, explicaron hoy medios locales.

Debido a la pandemia, el juicio se celebrará con un número muy limitado de asistentes en la sala, todos ellos separados por una distancia de seguridad, y será retransmitido por vídeo a los periodistas, que estarán en un cuarto separado.

La complicada situación procesal de Netanyahu en los últimos años no parece haber menoscabado el apoyo público. La inmensa mayoría de sus votantes le siguen siendo fieles y ha reeditado el cargo este mes con un pacto de alternancia con Beny Gantz, pero sí parece haber polarizado más el país entre los que quieren que continúe en el cargo y los que consideran necesario que se vaya.

ASÍ LLEGÓ

Pasaron más de seis meses, una elección general, intercambios de cohetes, una pandemia y, finalmente, tras un sin fin de idas y vueltas sobre cuándo, quiénes y cómo, el juicio contra Netanyahu dará comienzo mañana en los tribunales de Jerusalén.

El mandatario llega envalentonado tras la reciente formación de un Ejecutivo, cuarto consecutivo bajo su liderazgo, previa autorización del Tribunal Supremo, que optó por no impedirle ejercer su cargo a pesar de estar acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos distintos de corrupción.

Desde antes incluso de que se formalizara la acusación en su contra, Netanyahu ha liderado, desde su Gobierno, una campaña de desprestigio de la Justicia, denunciando una persecución política en su contra e incluso catalogándola como una "intentona golpista".

Estos ataques pusieron en la mira tanto a las instituciones en su conjunto como a individuos específicos, como el jefe de la Policía o el fiscal general del Estado, que recientemente denunció amenazas anónimas contra él y sus hijos.

NETANYAHU Y LA JUSTICIA, LOS ACUSADOS

"Netanyahu ha convertido esto en un voto de confianza en la Justicia", explica a Efe Yehuda Shaffer, ex vicefiscal del Estado para crímenes financieros, que agrega: "Por eso lo que está en juego, además de su libertad, es el estado de derecho y la confianza de la población en el poder judicial".

Para el profesor de derecho Yuval Shany, que describe los ataques del jefe de Gobierno contra la Justicia como una "guerra total", "el hecho de que el líder del Ejecutivo esté comandando una cruzada contra la Justicia es muy serio y puede llevar, tarde o temprano, a una fuerte erosión de la confianza del público no solo en la ley sino en el Gobierno".

Debido a esto, considera que hay una "incompatibilidad básica entre el estatus de Netanyahu como primer ministro, responsable de incontables decisiones sobre la vida pública israelí, y su estatus como el acusado de un crimen que lucha agresivamente para debilitar a las instituciones que lo acusan".

LOS CASOS

Caso 4,000 o Bezeq. Supuestos delitos: Cohecho, fraude y abuso de confianza:

Este es el caso más grave y, según los expertos, el que tiene más visos de acabar en condena.

Se sospecha que Netanyahu hizo favores entre 2012 y 2017 al gigante de telefonía israelí Bezeq a cambio de cobertura informativa favorable sobre él y su mujer Sara en el popular digital de noticias Walla, ambos controlados por el mismo empresario, Shaul Elovitch. Este, junto a su mujer, Iris, comparecen también como acusados.

En diciembre pasado, tras meses de investigación y más de medio centenar de testimonios, la Policía concluyó que había pruebas suficientes para acusarle de los tres cargos.

"La principal sospecha es que el primer ministro aceptó sobornos y actuó en un conflicto de intereses interviniendo y actuando en decisiones regulatorias que favorecen a Shaul Elovitch y al Grupo Bezeq, y al mismo tiempo exigió directa e indirectamente interferir en el contenido del sitio Walla de una manera que lo beneficiara", explicó la recomendación policial.

Netanyahu y sus asociados "intervinieron de manera flagrante y continua, y en ocasiones incluso a diario" en Walla y "buscaron influir en el nombramiento de altos funcionarios (editores y reporteros)" con el fin "de promover sus intereses personales mediante la publicación de artículos y fotos halagadoras, eliminando el contenido crítico sobre el primer ministro y su familia", asegura ese texto.

El informe de la Fiscalía, por su parte, afirmaba haber "llegado a la clara conclusión de que había motivos corruptos e inapropiados en el centro de las acciones de Netanyahu".

Él niega la comisión de cualquier delito.

Caso 1,000. Supuestos delitos: Fraude y abuso de confianza:

Se investiga si aceptó lujosos regalos de dos millonarios para él y su familia -hasta un millón de shéqueles (unos 260 mil euros)- que incluían carísimos puros, joyas, viajes y champán francés a cambio de favores.

Se trata del productor de cine de Hollywood Arnon Milchan, israelí y a quien Netanyahu habría ayudado a conseguir un visado estadounidense de larga duración, y su amigo y socio australiano, también millonario, James Packer. Entre los favores estarían la aprobación de una ley que limita los impuestos para israelíes que regresen del extranjero, muy beneficiosa para Milchan, y apoyo en negocios en el mercado televisivo israelí.

El informe de la Fiscalía asegura que "hay suficientes pruebas para demostrar que los regalos, entregados a gran escala y de forma inusual, fueron recibidos a cambio de acciones de Netanyahu".

Este ha reconocido que recibió regalos, pero niega que hubiese favores a cambio y argumenta que se trató de un "intercambio de obsequios normal entre amigos".

Caso 2,000. Supuestos delitos: Fraude y abuso de confianza:

Se examinaba un presunto intento de pacto entre Netanyahu y Arnon Mozes, también acusado y editor del diario de pago de mayor difusión de Israel, el Yediot Aharonot. El primero habría pedido una cobertura más positiva a cambio de dañar la distribución del diario rival, el gratuito Israel Hayom.

Según la Fiscalía, las conversaciones grabadas con Mozes indican que Bibi "violó la confianza que debe a la gente y dañó gravemente la imagen del servicio público y fe del público en este". Abusó de su autoridad para beneficiar los intereses de su familia y para "corromper a funcionarios públicos".

Existen audios de las negociaciones grabados por un exjefe de la Oficina de Netanyahu, Avi Harrow, que se ha convertido en testigo del Estado a cambio de una acusación menor en otro caso que enfrenta.

Netanyahu reconoce que tuvo lugar la conversación con Mozes, pero alega no era en serio, que el pacto no se llevó a cabo y niega delito.

POSIBLE DESENLACE

Shaffer, con amplia experiencia en casos de esta naturaleza, considera que "el caso contra Netanyahu es muy sólido, con muchas evidencias y muchos testigos" y que, "aunque todo está abierto, si tuviera que predecir diría que se le va a condenar en la mayoría de los cargos".

Con respecto a la duración del juicio, cree que, mientras que la Fiscalía intentará acelerar el proceso todo lo posible, la decisión del primer ministro de intentar prolongar la vista es una cuestión de estrategia.

"Por un lado, estirar el juicio le puede servir, pero, por otro, escuchar a todos los testigos es exponer al público israelí a relatos sobre su corrupción, datos de los regalos que recibió y otros detalles que pueden dañar mucho su imagen"

Mientras que las habilidades políticas y manejo de la opinión pública de Netanyahu han quedado más que probadas en múltiples ocasiones, esta vez su rival no es un parlamentario inexperto o un medio de comunicación de poca tirada, sino un sistema judicial decidido a demostrar su determinación, no dejarse amedrentar y proteger su reputación de imparcial e independiente.

NETANYAHU DENUNCIA INTENTO DE DERROCAMIENTO

Benjamín Netanyahu, denunció hoy, minutos antes de sentarse en el banquillo de los acusados en el juicio que afronta por corrupción, que su proceso judicial tiene como objetivo "derrocar al Gobierno".

"Lo que se está juzgando hoy es un esfuerzo para frustrar la voluntad del pueblo, para derrocarme a mi y al campo de la derecha", dijo Netanyahu, quien acusó a "la izquierda" de buscar en los juzgados lo que no ha logrado en las urnas en la más de una década que lleva él en el poder.

En su opinión, fiscales, policías y medios se han unido para fabricar acusaciones falsas y llegar finalmente al juicio que empieza hoy.

"No hay límites" en los intentos de sacarle del Ejecutivo, afirmó Netanyahu, quien agradeció el apoyo que ha recibido y aseguró que son muchos los que le han transmitido que "todos saben exactamente lo que ha pasado aquí: funcionarios en la policía, fiscales y los medios están intentando acabar con el Gobierno en contra de la voluntad del pueblo".

El jefe del Ejecutivo se dirigió a la prensa, rodeado de diputados de su partido Likud y de ministros, y defendió que el juicio se retransmita en directo para que la opinión pública vea y escuche directamente lo que ocurre, y no "a través de los reporteros".

"Querían grabarme en la corte como parte de vuestra propaganda, pero yo quiero que la gente vea la imagen completa, que conozca todo", subrayó después de haber intentado evitar acudir a esta primera vista, en la que se hará la lectura de cargos.

El jefe del Gobierno, el primero en activo que afronta un proceso judicial en Israel, sugirió que los testigos han recibido presiones para cambiar su testimonio o estar forzados a declarar y señaló que ha interpuesto varias demandas ante el fiscal general.

Se mostró convencido de su inocencia y acusó a los "investigadores" de "inventar pruebas especiales" contra él.

Además, cuestionó que la Fiscalía, que le procesó formalmente en diciembre, apoye esta "absurda acusación": "¿Está bajo presión?, ¿tiene algo que ocultar, algo personal?", sugirió.

(djh)