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¿Qué es el "cerco de Túpac Katari" y por qué causa temor en La Paz en Bolivia?

El expresidente autoexiliado en México, Evo Morales, pide volver a Bolivia para terminar su mandato hasta enero de 2020

Escrito en MUNDO el

Los indígenas de tierras altas, vecinos de la ciudad aymara de El Alto, productores de hoja de coca y otros sectores decretaron el "cerco de Túpac Katari" a La Paz en Bolivia, la medida que las mismas agrupaciones anunciaron esta semana para defender a Evo Morales.

Con el expresidente autoexiliado en México y ahora pidiendo volver a Bolivia para terminar su mandato hasta enero de 2020, las organizaciones que le son leales no se rinden y exigen la renuncia inmediata de la presidenta interina Jeanine Áñez.

A cuatro semanas de las elecciones que la oposición denuncia fraudulentas y que según la OEA tuvieron "irregularidades", los movimientos sociales apelan a una estrategia que ya funcionó antes y que se origina en el siglo XVIII.

Una medida que, cuando apenas se perciben sus primeros atisbos en la ciudad, ya tiene atemorizados a muchos de los paceños.

“Cerco de Túpac Katari” 

En 2003, una movilización que en apariencia no significaba un peligro real para el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada degeneró en una masiva protesta que terminó con la dimisión del presidente.

Las primeras muertes producidas en esa oportunidad agudizaron la crisis y provocaron una determinación de las provincias indígenas que rodean a la ciudad de La Paz: reeditar el cerco de Katari.

La respuesta violenta del gobierno en El Alto acabó siendo conocida como la "Masacre de Octubre" y dejó más de 70 muertes. Gonzalo Sánchez de Lozada dimitió unas semanas después, el 17 de octubre de 2003.

En 2005, con Carlos Mesa como presidente sucesor, se produjo una nueva crisis política que derivó en otro bloqueo total a La Paz.

El cerco funcionó una vez más y el mandato de Mesa terminó prematuramente a mediados de 2005.

Pero la idea del cierre total de La Paz no es cosa del siglo XXI. Nos podemos remontar de hecho a 1781, uno de los años icónicos de las luchas de los pueblos originarios contra el colonialismo español.

Fue el año en el que Julián Apaza, a quien llamaban Túpac Katari, junto a decenas de miles de indígenas, cercó la ciudad de Nuestra Señora de La Paz durante varios meses desatando escenas de horror y desesperación entre los españoles y descendientes de españoles que habitaban la pequeña urbe.

Pese a que la medida fue derrotada y Katari castigado hasta la muerte, el cerco quedó inscrito para siempre como la hazaña indígena que obligó a los representantes de la colonia a hincar rodilla por unos meses.

El 15 de noviembre de 1781, el líder emblema de los pueblos indígenas de Bolivia fue asesinado y hace unos días Evo Morales lo recordó con un tuit desde México.

"El imperialismo español pensó que al descuartizar a Túpac Katari hace 238 años cortaría la fuerza de los pueblos para romper las cadenas del colonialismo. Hoy más que nunca la lucha sigue. Ante la represión del golpismo racista, repetimos la sentencia: ''¡Volveré y seré millones!''", publicó.

Reedición del "cerco"

Una multitudinaria marcha de pobladores de las provincias indígenas de tierras altas marchó por La Paz.

"Ahora sí, guerra civil" es el grito con el que se abrieron paso por el centro de la ciudad y los alrededores del Palacio de Gobierno y la Asamblea Legislativa Plurinacional (congreso).

"Cerco hasta las últimas consecuencias, compañeros", incitaba uno de los manifestantes con un poncho rojo como vestimenta y portando una wiphala indígena en su mano derecha.

Sin detener su ritmo de avance, afirma que la enorme columna de marchistas es apenas la avanzada que se propone dejar a La Paz "sin un grano de arroz".

Temor al "cerco"

Lizzy Moraibe es una universitaria de 20 años que llegó a La Paz para estudiar y su plato favorito es el asado o churrasco.

Cuando se produjeron los cercos en 2003 y 2005 vivía en natal Santa Cruz y tenía menos de 6 años.

Para ella es absolutamente inédito lo que se vive en La Paz y confiesa que no sabe muy bien qué comprar para abastecerse ante el cerco.

"Yo tengo miedo, porque cada vez hay menos comida y no sabemos cuándo va a acabar", le dice a BBC Mundo.

Moraibe vive sola y acude al mismo restaurante todos los días para almorzar.

"La señora que cocina cada vez me dice que hay menos. Que ya no hay pollo, ahora no hay carne. Se está acabando todo", cuenta.

En cambio, el paceño Joeris Vera sabe muy bien cómo fueron los cercos recientes y aprovechó que tuvo la tarde libre para correr a los mercados.

Carga en un bolso dos kilos de carne vacuna por los que le cobraron más del equivalente a US$30, algo que no debería haber superado los US$20 antes de la crisis actual.

"Por suerte he conseguido esto, pero creo que la fila del pollo son tres horas", cuenta resignado.

No se equivoca. Las filas de este martes por la carne de pollo en diferentes puntos del país rodeaban manzanos enteros y la espera que hicieron los paceños por una pieza fue de varias horas.

Vera tiene 45 años y sí recuerda bien las últimas veces que el "cerco de Túpac Katari" obligó a la ciudad a multiplicar esfuerzos para abastecerse y a ratos parecer una ciudad fantasma.

"No quiero volver a eso. Ojalá arreglen de una vez", dice.