Main logo

El imparable aumento en el cultivo de coca en Colombia

Ha tenido un aumento de 17% respecto al año anterior; cada año desde 2013, la tierra usada para el cultivo de coca ha crecido

Escrito en MUNDO el

De acuerdo con un nuevo informe de las Naciones Unidas, en Colombia hay más tierra apartada para producir la planta de la cual se deriva la cocaína que nunca antes en su historia.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito dijo en su reporte que los cultivos de coca sumaron 171,000 hectáreas en 2017, un área mayor que toda la que ocupa la ciudad de Los Ángeles.

Estos datos representan un aumento de 17 por ciento respecto al año anterior y se añade a una tendencia alarmante: cada año desde 2013, la tierra usada para el cultivo de coca ha crecido; en promedio, 45 por ciento según el reporte. El cultivo también es tres veces más productivo que en 2012, de acuerdo con la agencia.

Son cifras que provocan una “preocupación inmensa”, dijo el ministro de Defensa Guillermo Botero. “Es una curva que va en ascenso permanente y que no ha encontrado su punto de inflexión. Eso es lo que más nos preocupa”.

Las cifras son similares a las de un informe de Estados Unidos, hecho en junio, y ponen presión sobre el presidente Iván Duque para ir contra los campesinos de la coca, mientras se enfrenta a una paciencia cada vez menor desde Estados Unidos.

IMPLICACIONES

Los resultados presentados por los informes son un golpe a la percepción de que Colombia ha empezado a salir de sus batallas dobles contra las drogas y los grupos armados que las trafican.

Los niveles de producción cocalera muestran que el gobierno nunca terminó de recuperar el control de los territorios ocupados por grupos rebeldes cuando firmaron los acuerdos de paz de 2016, a decir de expertos.

Además, si la producción cocalera aumenta, los grupos criminales que gestionan el comercio tienen financiamiento con el cual enfrentarse al Estado.

Han pasado más de veinticinco años desde que el capo Pablo Escobar fue abatido en Medellín, con ayuda de la Administración para el Control de Drogas (DEA) y en 2016, la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmó un acuerdo de paz con el gobierno y prometió dejar el narcotráfico.

Adam Isacson, quien estudia temas de seguridad para la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), dijo que aunque Colombia ha asestado golpes contra las organizaciones de tráfico, no ha podido invertir lo necesario para que miles de colombianos pobres dejen de depender del cultivo de coca.

“El Plan Colombia estuvo demasiado enfocado en soluciones a corto plazo”, dijo. Entre ellas, la fumigación aérea de cultivos ilícitos y la captura de dirigentes de carteles para su extradición.

Iván Duque, quien asumió el mandato en agosto, ahora enfrenta mayores presiones para atender la explosión en el cultivo ilícito.

El presidente estadounidense, Donald Trump, visitará el país en diciembre, su primer viaje de Estado a un país latinoamericano. Y Trump envió a Nikki Haley, embajadora de su país ante la ONU, para reunirse con Duque en la toma de posesión. Haley llegó con el mensaje de que la principal preocupación de Washington para la relación es detener la producción de drogas en Colombia.

SOLUCIONES

Duque dijo que en los próximos días presentará un nuevo plan para combatir el narcotráfico que “fortalezca las capacidades de interdicción aérea, marítima y terrestre” y con el cual se buscará “desarticular por completo las redes de suministro tanto de precursores como de insumos”.

El "clan del Golfo", el cártel colombiano heredero de Cali y Medellín 

Hasta ahora no ha dado más detalles, pero muchos están pendientes de si aumentará el uso de fumigaciones aéreas, técnica que fue suspendida por un tiempo por su antecesor Juan Manuel Santos por las preocupaciones de que el agente, glifosato, pudiera ser cancerígeno.

Los grupos de defensa de derechos humanos y campesinos colombianos han criticado desde hace mucho tiempo fumigaciones, no solo por preocupaciones de salud sino porque arrasan con todos los cultivos en una zona, no solamente los ilícitos, y dejan sin comida a campesinos.

Muchos funcionarios, sobre todo en Estados Unidos, han hecho notar que el aumento en la producción cocalera se dio por los momentos en los que Santos detuvo las fumigaciones y aseguran que es una herramienta clave para detener los cultivos ilícitos.

Jeremy McDermott, codirector de la fundación InSight Crime, que monitorea actividades delictivas, dijo que reanudar las fumigaciones reduciría la producción de hoja de coca en el corto plazo, pero que podría ser contraproducente al orillar a los campesinos a retomar alianzas con grupos rebeldes disidentes, que han regresado a procesos de narcotráfico desde que se firmó el acuerdo.

mlmt